Rosas

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Primer año de universidad. 

—Taehyung-ah —sintió como Yeonjun le palmeó la espalda, asustándolo un poco y sacándolo de su transe. Le miró hacia arriba ya que estaba sentado en una de las bancas de los camerinos de básquetbol con las manos entrelazadas y la cabeza baja—. ¿Y esa cara? Fue uno de los mejores partido amigo en lo que vamos del semestre. Lo hiciste increíble. ¿Te sientes mal?

El castaño le dio una media sonrisa, queriendo alegrarse realmente por el triunfo que habían tenido en ese partido para ser la primera vez que jugaba ante tantas personas, estaba lleno aquel gimnasio, pero su corazón dolía un poco sintiéndose decepcionado consigo mismo por tener tantas esperanzas en algo que no era tangible. 

—No pasa nada, estoy bien —mintió un poco y suspiró viendo que comenzaban a llegar sus demás compañeros de equipo y decidió pararse para ordenar las cosas en su casillero antes que lo llenaran de preguntas incómodas que no quería responder en ese momento. 

Tomó la sudadera que estaba empapada en sudor y la sacó por encima de su cabeza para tomar una toalla y ducharse rápidamente antes de ir a su casa. 

Mientras el agua caía por su cabello se preguntaba si estaba siendo demasiado estúpido actuando y sintiéndose así. 

¿De cuando un alfa perseguía a un omega de esa forma? ¿No debía ser al revés? Tenía sus esperanzas tan altas que le llegó como un cubo de hielo el hecho de que Jeon Jungkook no asistiese a su primer partido de básquetbol como le había dicho la semana pasada.

Quizás el omega tenía cosas que hacer y se le había olvidado, quiso pensar.

Le hacía demasiada ilusión verle allí, no sabía por qué, pero estaba entusiasmado. A parte del taller de ayuda comunitaria había decidido optar por deportes incluyéndose al equipo de básquetbol y hoy debutaba. 

Un día en la biblioteca se topó con el omega y le invitó a verlo jugar porque realmente quería verlo allí en las gradas apoyándole con tan solo su presencia, pero al parecer, las cosas no siempre salían como quería porque aquello no había sucedido. El omega nunca estuvo allí. No lo vio en todo el partido. Cada vez que podía volteaba su cabeza para poder observar hacia las gradas donde estaban las personas de su universidad apoyándole, sin embargo, nunca lo divisó.

Pero así era la vida, ¿no?

—Nos vemos, gracias por todo —se despidió de forma general de sus compañeros con su pelo casi goteando de agua y el bolso de deportes en su hombro teniendo una respuesta colectiva en despedida. 

Una vez salió del gimnasio sintió una presencia alcanzarlo. Miró a su lado al ver al alfa tomarlo del hombro.

—¡Hey, tomemos el bus juntos !—Yeonjun dijo con una sonrisa en su rostro, sabiendo que Kim no estaba de ánimos como lo era normalmente. 

—Está bien —asintió, sin muchos ánimos de debatirle que quería estar solo por un momento, porque sabía que su compañero no lo hacía con mala intención. 

Ambos comenzaron a caminar entre el atardecer que comenzaba a pintar el cielo de rosa y naranjo. El día estaba cálido, había una brisa fresca.

—¿Te sentiste mal jugando hoy? —se atrevió a preguntar el alfa a su lado, tratando de indagar un poco para romper el silencio que los inundaba muy impropio de Kim—. Sé que a penas nos conocemos de este semestre, pero me sorprende verte así, tan...apagado. Llegaste bien al partido e incluso creí que te alegrarías aún más cuando ganamos.

Que alguien externo se diese cuenta que estaba así, le hacía sentir aún peor. 

Taehyung tomó un suspiro muy grande mirando a su alrededor los alumnos que vagaban por la universidad aún, algunos corriendo hacia la salida, otros iban solos, algunas parejas tomadas de la mano finalmente y se rindió.

Pequeño Omega  → VKOOK (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora