I.

343 21 7
                                    


Septiembre 1°, 1993.

—Aún estás a tiempo de cambiar de decisión.

El tío Lupin dejó caer mi valija en el piso con un ruido seco, el vacío del tren hizo eco. Esto no me ayudaba para nada con los nervios.

—¿A tiempo... Estando a poco más de una hora de que el tren parta? —enarqué una ceja. —Ni en sueños.

Arrastré la valija junto a mi asiento mientras tío se encargaba de contar —por enésima vez— que nuestras pertenencias estuvieran completas.

—Todo en orden —aplaudió satisfecho.

Pero ya no le prestaba atención. Por el contrario estaba enfocada en el ir y venir de las pocas personas que rondaban por la estación, por un momento me pareció que un canino negro se me quedaba viendo fijamente a la distancia, pero después de ver pasar a un gran hombre gordo con un look que pedía a gritos ser renovado, desapareció.

—¿Dónde quedó la delicadeza?

Lo miré confundida por un segundo antes de bajar las piernas del asiento donde había estado hecha un ovillo.

—La olvidé en Koldovstoretz

Él negó divertido antes de sumergirse en un gran libro. De nuevo mi atención se enfocó en las escenas a través de la ventanilla, una familia había decidido llegar temprano igual que nosotros, se veían felices. El padre sonreía orgulloso por el niño que mantenía la boca abierta del asombro, y la madre en cualquier momento empezaría a llorar. Siempre me pregunté si mi tío había llorado cuando me fui a Rusia...

Él ha sido la única familia que he tenido en toda mi vida, al menos presencialmente, porque realmente mi historial familiar es extenso y... peculiar.

En Hogwarts tu casa decide gran parte de tu estatus social, aunque no lo admitan. Y dado a mis antecedentes familiares no la tengo fácil. Mi madre perteneció a Ravenclaw, por parte de mi familia paterna siempre han sido Slytherin, a excepción de mi padre, él terminó en Griffindor. Al igual que mi padre también hay ovejas negras de la familia que terminan en Hufflepuff o relacionado con ello. ¿Ya dedujeron de que familia vengo?

Hablando de mi padre y su familia... Ser una Black en Hogwarts te complica todo aún más. Para bien o para mal mis familiares establecieron una vara muy alta con la que me juzgarían. Cada paso que dé, cada cosa que haga o no haga, piense o no piense será juzgada por ambas caras de la moneda.

Y tercero. Se supone que mi existencia era un secreto, uno que solo los amigos más cercanos a mis padres sabían, por mi propia seguridad. Por esa razón mis dos primeros años los pasé en Rusia, ¿Por qué ahí? Sorpresa, soy un revoltijo de culturas, mi madre era rusa.

Y mi padre y su familia tienen ascendencia francesa, pero fue criado en Londres y estudió en Hogwarts, al igual que Lupin, así que por mucho tiempo luché y rogué por el cambio de colegio.

Claro que todo se complicó cuando se dio a conocer la noticia de que Sirius Black había escapado de Azkaban y lo que iba a ser una entrada "tranquila" se convirtió en algo más complejo, ya que Dumbledore y Remus tuvieron que informarle al ministerio de magia mi existencia, porque podía ser una causa en potencia de su fuga...

—Te recomiendo que controles tus nervios

La voz del tío Remus me obligó a volver al presente.

—No estoy nerviosa.

Me miró con una ceja arqueada, enfocando su vista a mis manos que jugueteaban con el collar en mi cuello. Me obligué a bajar mis manos a mis piernas que se movían impacientes.

Snakes' SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora