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El fuego da luz y calor, cuando está controlado y vigilado. Pero es caprichoso, solo falta un descuido en el momento menos esperado y toda esa calidez se transforma en una desgracia.

Desde esa visita de Dumbledore, Snape supo que todo podría terminar muy mal para todos...

—Es cierto Severus, Sirius ha escapado —dijo Dumbledore.

Severus se vio tentado a golpear la mesa con ambos puños, sin embargo se limitó a apretarlos detrás de él.

—Supongo que planea hacer algo al respecto. ¿No es así?

—Estás en lo correcto, y necesitaremos que pongas de tu parte para ello.

El pelinegro suspiró, sea lo que sea iba a ser algo difícil para él.

—Estoy a ti servicio, Dumbledore.

—Perfecto —el director esbozó una gran sonrisa —Necesito que vigiles a la hija de Sirius este año.

Severus dejó de respirar. Seguro había escuchado mal, seguro que Dumbledore no pudo haber dicho aquello. Era imposible que...

—¿Sirius Black tuvo una hija?

—La tiene. Una joven hermosa, el vivo retrato de su tío.

El hombre se enderezó, siendo consciente de lo que eso significaba.

—Una trampa... ¿La utilizarán como señuelo?

Dumbledore dio media vuelta, con la vista fija en el fuego de la chimenea.

—La joven llega para empezar el tercer año, quiero que la vigiles para evitar accidente. Eso es todo, nos vemos pronto.

[...]

Severus pov...

Presente...

—Sabes que te confié esta tarea porque confío en ti, ¿Cierto Severus?

Mi mirada seguía perdida en el fuego de la chimenea, con la mirada de Dumbledore sobre mí.

—Lo sé...

—Sin embargo temo que los problemas personales que tuviste con el padre de la chica te lleven a nublar tu juicio respecto a ella.

Suspiró al no recibir una contestación de mi parte.

—Sé que estás nervioso, al igual que todos por los recientes sucesos; Sirius se infiltró al castillo, Harry casi sufre un grave accidente, pero hay que recordar que la chica aún es muy pequeña, y que según Lupin jamás ha tenido contacto con su padre.

—¿Quieres que deje de vigilarla?

—Por el contrario.

Eso me obligó a mirarlo.

—La joven está en medio del caos por el simple hecho de ser hija de Sirius, y como todo padre querrá ver que sucede con su hija...

—¿Sirius tiene instinto paterno? —me burlé.

—Según Fudge, cuando lo visitó insinuó algo que no entendió hasta que supo de la señorita Black. Según él, preguntó que si "hubiera" tenido un hijo, en que casa de este colegio se imagina que podría haber terminado.

—¿Y eso qué? Eso no nos asegura el interés por su... "hija"

—Tienes razón Severus, al menos desde la perspectiva que tienes de Sirius.

—¿Disculpe?

Dumbledore se puso de pie, emprendiendo un camino misterioso alrededor de su oficina.

—Como yo lo veo, podría ser que por su pasado familiar, la mala relación que tuvo con sus padres, lo lleve a querer ser diferente con su hija. Puede ser que el tiempo en Azkaban le causara curiosidad por ese lado de la paternidad que nunca experimentó. Puede ser que su soledad lo orille a buscar la última compañía que le queda. Puede ser que como seguidor de quien-tú-sabes necesite un ayudante, y si ese es el caso, bien sabemos que Irina no es lo único importante para él que se encuentra aquí. El caso es, Severus... —se giró bruscamente para mirarme —que con o sin instinto paterno, casi todos los caminos la llevan a ella.

Me obligué a mirar a otro lado, analizando el lado de la moneda que no había visto.

—Así que por ahora, dejaremos que los rumores de la participación de la joven en el accidente del partido se expandan.

El movimiento brusco que hice con la cabeza para mirar al director pudo haberme costado la vida.

—¿Qué? Dumbledore, se la comerán viva.

Las palabras salieron antes de analizarlas.

—La joven es fuerte Severus, y es de las tuyas; una Slytherin. Además...— a pesar no decirlo abiertamente, sabía que bajo esas gafas de medialuna estaba estudiándome centímetro a centímetro — es curios que te preocupes por ella justo después de haber estado convencido de su culpabilidad.

—No me preocupo por ella.

La sonrisa del hombre dijo todo por él.

—Es todo Severus, puedes retirarte.

Salí de la oficina por segunda vez en el día lo más rápido que pude.

Dumbledore tenía razón. Hasta esa tarde estaba convencido que ella había sido culpable, incluso cuando lo había negado estando bajo efectos del Veritaserum. ¿Qué me pasaba? ¿Algo había cambiado?

"Nada ha cambiado"

Me obligué a pensar.

Nada ha cambiado y nada va a cambiar. Puede que no ahora mismo no fuera igual a Sirius, pero las personas cambian, ella crecerá, y como su hija... Algo de esa escoria debió heredar. Y si en algún momento ella se convertía lo único que me separe de detener a Sirius... No iba a dudar en usarla para lograrlo.

Snakes' SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora