09| ¿Donde?

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Entramos al hotel de paso corriendo, la lluvia nos había alcanzado y estábamos algo mojados.

Nos acercamos a la recepcionista que miraba una revista de chismes acerca de harry Styles o algo así.

— Una habitación doble — Pidió.

— Solo nos quedan suites — Respondió ella sonriente.

— Entonces dame una de esas.

Después de pagáramos (lo que resultó algo sospechosamente barato) nos entregaron las llaves.

Salimos hacia el pasillo en donde buscamos la habitación con número 17.

Al entrar trague saliva nerviosamente, solo había una cama enorme en medio de la habitación, encima parecía haber esposas y en la esquina un tubo usado para el deporte Pool dance.

— Al menos la televisión es grande — Murmuré.

— Demonios, creí que iba a haber al menos un sillón, iré a pedirle otra habitación.

— Espera — Le pare cuando quiso irse — No me molesta.

Aldo asintió levemente y pasó a la habitación sin verme mucho, me sentía mal por ponerlo en esta situación y temía que se sintiera incómodo por lo que había pasado.

Suspire. Me dirigí hacia el enorme ventanal, retire la cortina y descubrí que había un patio enorme que conectaba con las demás habitaciones y en el medio una piscina y en la esquina había un jacuzzi.

Eso me recordaba que debía bañarme si no quería resfriarme por la lluvia, mire el cielo, despejado, la noche había caído permitiéndome ver las estrellas.

Fui al baño rápidamente, cerré con pestillo y me deshice de mis prendas, dejaría que mi ropa se secara pues se encontraban húmedas por las gotas que me habían alcanzado.

Afortunadamente el hotel incluía un traje de baño desechable y lo que parecía ser una pijama, tenía ropa suficiente para la mañana siguiente.

Salí con una bata de baño enrollando mi cuerpo. Aldo estaba sobre la cama, al parecer había descubierto que la tele tenía Netflix y comenzaba a ver alguna película que había encontrado. Pase de largo para llegar al Jacuzzi.

Deslice la puerta corrediza y salí al patio, dejé mi bata de baño en una silla cerca y sin perder mucho el tiempo me metí en el jacuzzi.

Deje que el agua caliente me invadiera y me relajara, suspiré, mi mente no me dejaba tranquila no un solo segundo y Aldo era el protagonista de todo, tal vez había sido un error lo de hace rato y yo solo estaba empeorando las cosas entre nosotros.

Me sumergí unos segundos y coloqué agua en mi cara y cabello para callar todas esas voces internas.

— ¿Hay espacio para mi? — Escuche que dijeron.

Levante la cabeza y vi a Aldo, al parecer había encontrado su propio traje de baño en el baño también.

Asentí sin querer hablar mucho con el, lo mejor era ya no involucrarnos.

El ambiente se volvió silencioso, solo unos pequeños bostezos de Aldo de escuchaban de vez en cuando.

— Deberías descansar, tu eres el que manejará en la mañana — Le recordé.

El chico se acercó lentamente a mi, mi corazón se aceleró de nuevo, lo pude sentir cuando su aliento chocó con el mío.

— Estoy bien aquí — Me dijo — No iré a ninguna parte.

Y entonces se inclinó para besarme, le correspondí casi inmediatamente y enrollé mis manos en su cuello para tenerlo cerca, realmente no solo yo estaba sintiendo esto.

Era mutuo.

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Trataba de llenarle, pero no respondía ¿Que se supone que estaba haciendo?

—Gregorio, ¿Todo en orden? ¿Vendrá, ___?

— Ah, sí, madre — Respondí inmediatamente — Me acaba de decir que tiene un proyecto así que creo que no vendrá.

— Oh, que pena, esta lista la cena, ven a comer.

Me dirigí al comedor, mi familia comenzó hablando de la boda y me preguntaron cosas que no supe responder, mierda para eso estaba ___ ¿En donde diablos se pudo haber metido?

Pensando bien no me había mandado ningún mensaje contándome de su día, es decir, yo nunca le respondía pero ella siempre estaba allí queriendo saber como estaba y lo que hacía ¿Por qué ya no?

— Creo que algo malo le paso a mi novia — Le murmure por lo bajo a mi primo favorito y padrino de bodas, Mitchel.

— ¿Hablaste con sus padres o su hermana?

Mi cara se ruborizó de vergüenza al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

— Cielos debes involucrarte más en la vida de tu futura esposa, tal vez solo se cansó.

Trague saliva sintiéndome un completo tarado, pero tenía razón, me levante de la mesa abruptamente, mi familia me miró confundida.

— Si me disculpan, tengo que ir a un lugar.

Salí de la casa y pedí un taxi, debía ir a verla, no podía perderla, mientras eso pasaba decidí ingresar a twitter, el lugar más confiable para saber qué hacía mi novia pues ella amaba subir todo allí, o al menos eso era lo que recordaba.

Un montón de twitts nuevos aparecieron en su perfil.

"Día de parque" se leía seguido de una foto en un parque de atracciones, no es que fuera el FBI pero claramente en la esquina parecía haber un pie de un hombre.

"¿Quien no ama las hamburguesas?" Decía otro la foto mostraba su plato, pero aún lado había otro.

Habían demasiados twitts que parecía hablar de una persona, y en algunas otros fotos se lograba ver que estaba con alguien y estaba seguro que todo eso no era para mi, comenzaba a molestarme.

Al llegar a su casa camino decidido a buscar una explicación toque el timbre y me cruce de brazos esperando a que mi novia abriera la puerta, pero en cambio Teresa, su hermana, estaba del otro lado.

— Goyo — Dijo ella apenas me vio, sus ojos delataban que no esperaba verme ahí, ¿por que estaba nerviosa? — ¿Que te trae por aquí?

No iba a permitir que pensaran que era un idiota, fruncí el ceño y solo pregunte algo simple y consiso, pero con demasiado enojo en la voz.

— ¿Donde esta?

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2023 ⏰

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