Un rubio explosivo ¿Enamorado?
Una chica divertida y alegre llamada Mina Ashido ella le robo el corazon pero su orgullo no lo dejara aceptarlo...
Una guerra con su mente y su corazon hara que se de cuenta de lo que siente.
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Un buen tiempo paso después de todo, tres años y medio no es mucho, ¿O si?.
Después de la ruptura de nuestros protagonistas nada volvió a ser igual, el bakusquad se quedó sin su única chica, Ashido comenzó a volver a ser la misma con el tiempo, su carisma volvió, no igual, pero lo hizo.
Bakugo comenzó a superar poco a poco la ruptura con Ashido, ahora se le notaba más calmado y cada que sacaban el tema de Ashido se sentía confiado de decir que habían roto, borro sus fotos y trato de comenzar de nuevo, era el héroe número uno, como se lo dijo a ella el día de la última pijama que tuvo el bakusquad completo, cumplió sus metas, tenía una agencia muy reconocida y todo iba bien, o al menos eso parecía.
En cambio, Ashido, ella también tuvo un buen destino, su agencia era reconocida y nunca bajaba del Top 5 de heroínas, estaba feliz con su vida, sus fanáticos si tenían idea de su amistad con todoroki, al igual que con toru y kirishima, era reconocida por siempre portar una sonrisa tranquila, no era tan carismática como lo hubiera sido sin todos los eventos que pasó en su vida, pero trato de ser la misma, se volvió a cortar el cabello y se veía como en la UA, pero le hizo unos cuantos cambios al diseño de su traje.
—¡No seas estúpido, él necesita que yo lo ayude!.—Hablo una chica joven de cabello castaño claro y largo, ella peleaba y jaloneaba unos papeles con un chico muy parecido a ella, su gemelo.
—Estupida tu, ¡Yo lo ayudaré!.—Exclamó egocéntricamente mientras luchaba por quedarse con los papeles.
De pronto los dos recibieron una palmada en la cabeza.
—Denme eso, no necesito ayuda de ninguno de los dos.—Esta vez hablo un hombre alto, cabello esponjado de color rubio cenizo, iris rojos y una boca que jamás la habían visto doblarse en una sonrisa, Bakugo Katsuki.
Él agarro los papeles de las manos de los jóvenes, y los leyó, luego bajo su mirada a ellos otra vez, ellos hacían sus prácticas de la UA en su agencia, era gemelos, Aiko y Haruki.
—Casi rompen esto, ¿Se dan cuenta? Dejen de pelar o los pondré a limpiar los baños, que por cierto, están tapados.—El camino hacia la ventana donde se veía cada parte de la ciudad, se quedó observando mientras los chicos detrás de él se quedaban en silencio dándose codazos.—Hoy es su cumpleaños, como podría olvidarlo.—Sus palabras fueron un murmuró, mientras miraba los grandes anuncios que habia puestos en la calle, era algo que las personas hacían en honor a los cumpleaños de sus salvadores y queridos héroes, “¡Feliz cumpleaños, Pinky!”.
—¡Claro, señor! Hoy cumple años Pinky, es una gran heroína realmente la admiro, es tan linda, pero ni siquiera la conozco en persona.—Hablo un hombre de la edad de Katsuki, portaba un traje formal y unos lentes, era el asistente de Katsuki, su tono de voz era decepcionado, mientras su mano se pegaba a la ventana y ponía una cara triste en exageración, solo ocasionando una mirada molesta por parte del rubio.
—Callate ya, seguramente traes debajo del traje una camiseta que diga Pinky.—Contesto sarcásticamente, él no le había contado a nadie de aquí la anterior relación que tuvo con esa linda heroína, por eso debía soportar comentarios como esos cada día y noche.
—De hecho, señor, soy gran admirador, funde su página de fans y ella sabe de mi existencia, un día me sonrió mientras me salvaba de un perro, ella iba de paso y yo estaba huyendo de...—Sus palabras fueron cortadas por un golpe, Katsuki se fue caminando a su oficina mientras que hacía una seña a los jóvenes para que lo acompañaran.
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