¿Otra vez? ¿En serio?

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Esa noche fue larga. Estuve pensando demasiado. Era muy raro, me vi demasiados vídeos y estaba como aturdida. Era como que había encontrado la persona que siempre hubiese querido tener al lado pero si embargo estaba ahí, colgada en Internet, sin "ser" de nadie, sin ser "material" de alguna manera, siendo una voz y un rostro que susurraba en mi ordenador, desordenándome las ideas. Porque no sé... quizás sentía indicios de cosas. Y no me gustaba mucho, por no decir nada. Me dormí sobre las 3 y pico de la mañana... por suerte al día siguiente no tenía que madrugar mucho.

- ¡Buenos días dormilona! -gritó mi padre- Ya va siendo hora de despertar, ¿no?

- Pffffgfdgdf -estaba chafada-.

Aún así me levanté. Mi padre salió dirección a Gràcia y Sant Andreu, dos barrios de Barcelona, a volver a probar suerte; hoy había quedado con un amigo para ver si le interesaba un proyecto en el que estaba trabajando. Me quedé sola en casa, a las nueve de la mañana, habiendo dormido poco y mal. Al acabar de desayunar, fue instantánea mi reacción; corrí hacia el ordenador, me puse los cascos y conecté YouTube. Estaba enganchada...

Fui mirando desde vídeos antiguos a más nuevos. ¡Cómo cambia la gente! Y cada vez más... empecé a sentir cosas, empecé a pillarme a lo mejor... ¿Estaba enamorada de alguien que no me conoce... y de una chica?

- ¡¿Otra vez una chica?! -me grité a mis adentros-.

Sí, ya había sentido algo por una chica anteriormente... y fue lo más bonito que me pasó. Nunca había sentido el amor de la manera que lo sentía con ella. Era un amor más puro, más sincero, más cariñoso. Ella me quería y yo a ella... aunque tuviera algunos años más. Nunca había querido, nunca había amado... hasta que la encontré. Y no veo mal el hecho de las personas gays, mas conozco a muchas y yo soy, en parte, una de ellas, ya que me considero bisexual... pero si hay algún tipo de rechazo es por mi padre. Bueno, más que rechazo es miedo. Todo lo que conlleva salir del armario con una persona que vivió con Franco... Jodido. En este caso no hay fusil, pero sí mirada de odio y palabras necias. A veces me deja ir comentarios tipo:

- No quiero que te juntes con *añadir nombre* porque es gay/lesbiana y no quiero "malentendidos".

Muy fuerte. Cosas así me quitan las ganas de expresarme y supongo que en parte sale esa vergüenza, ese muro que no me dejaba avanzar. Es jodido, pero es real. Quería esperar a independizarme y poder ser libre con todo, ya que me cansaba de mentir, quedar a escondidas y temer lo peor al llegar a casa. Y ¿otra vez me pasa? Hay que decir que el amor que he sentido por las mujeres ha sido más puro que por los hombres... Y en parte me jode, pero por otra me alivia. Me alivia poder sentir lo que quiero sentir. Y es que aquí y en Europa se supone que hay mucha aceptación por los gays... hasta que le toca a tu familia vivirlo.

Estuve reflexionando un buen rato... Pensé que a lo mejor ella no era gay y por tanto ya no tendría ni esperanzas. Pero mi radar nunca falla... y yo sabía que ella ocultaba algo, aunque lo hizo público desde el principio. Efectivamente, era lesbiana. Una sensación extraña invadió mi cuerpo; el horror a la vez que la ilusión recorrieron mis venas provocándome escalofríos. Me había enamorado de esa personita. Estaba loca por acariciar esos labios con los míos, suave y lentamente, por palpar esos brazos llenos de tinta de tatuajes preciosos, de apartar su pelo con mis dedos para verle los ojos a menos de un centímetro de mí, pudiendo ver su alma en ellos, y decirle luego al oído, susurrando, que la quería, y que quería compartir todas mis locuras, mis momentos, mis recuerdos futuros... todo con ella.

Estaba loca. ¿O no?

Conozco a Melo (YellowMellow.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora