La gran noche

395 32 2
                                    

La tarde se hizo demasiado larga. Fui a casa, que estaba a unos minutos en metro. La gente del metro me miraba cual bicho raro, y es que no dejaba de lucir una sonrisa en el rostro. Supongo que no es normal ser feliz y exhibirlo... a partir de ese día me fijé en que en el metro o por la calle la gente siempre está seria, y los pocos que están riendo son tomados por locos. En fin, supongo que estaba loca. Loca de felicidad. 

Llegué a casa, saludé y le di un beso a mi madre, que estaba en el sofá tranquilamente, y le conté que tenía una cena con gente muy importante. Su respuesta:

- No vas a salir.

- ¿¡Quéee!?-me quedé muerta- Mamá, ¡te acabo de decir que es gente famosa y de súper buen rollo! ¡Es la oportunidad de mi vida!, porque... -me puse seria- me he echo youtuber. 

- ¿Youtu-qué?

- Que grabo vídeos, los cuelgo y tengo seguidores... ¿Te acuerdas que te dije que me molaría grabar los videojuegos a los que juego y tal? Pues lo hice, y tengo bastantes seguidores...


Últimamente se me daba bien mentir. A veces siento como que es un don con el que nací. 

- Pf... no me gusta ni un pelo, y menos que no me lo dijeras... pero esque la razón por la que no saldrás es porque: primera, no has recogido tu habitación, parece una pocilga. Segunda: tienes que estudiar para el examen de recuperación de física. 

- Me da tiempo a recoger la habitación; la dejaré impoluta. Y en cuanto al examen, hay tiempo y como es recuperación me va a sonar todo. Mamá, es súper importante... es como una cena de negocios. 

- Aún no me comformo... si te dejo salir, además, tendrás que ayudar más en casa, sin escaqueos como siempre para ir a dar una vuelta y volver a la hora de cenar con la mesa ya puesta.


Me gusta bastante escaparme algunas tardes, yo sola, y pasear por el barrio, acogedor y cálido, para pensar sobre mis cosas...

- Hecho. Lo juro. Nunca más. O almenos no tan habitualmente... Por favor...

- Anda, ves. No vuelvas muy tarde.

- ¡Vale! ¡Muchas gracias! -le di un beso y corrí hacia la ducha; había que arreglar un poquillo esos pelos, quitarme el sudor de toda la tarde, perfumarme... estar perfecta, más para ella que para ellos-. 


Salí de casa con las llaves, cartera, móvil... y un regalito que le tenía guardado a Melo desde que me contestó el email... ¡Qué tarde! ¡Con la tontería se me pasó el tiempo volando! Cogí el metro hacia el hotel donde estaba Melo; me envió la ubicación mientras me arreglaba. 

¡Llegué con unos minutos de antelación y todo al hotel! Mientras esperaba, me retoqué un poquito el pelo en el cristal de un coche. Me remiré también la cara, la cual maquillé un poco. Me maquillé para estar más guapita y a parte... para intentar esconder un grano que se manifestó tras la ducha... Pasada media hora después de ducharme, merecía tener nombre propio y todo de lo grande que era. Justo mientras lo miraba, alguien me tocó la espalda:

- Va, que seguro que estás muy guapa ya. No hace falta que te retoques más y me distraigas al conductor anónimo de este coche con tu irresistible encanto.

Me giré de golpe al reconocer esa voz de ángel; apareció Melo. Me la miré, embobada, de arriba a abajo. Iba con una camisa a cuadros de colores y unos tejanos oscuros y apretaditos, "casual" pero formales. El pelo mojado, fresquito. Olía a algo muy dulce, algo que no me cansaría de oler nunca, un olor intenso a la vez que elegante. Me mostraba una sonrisa en su rostro muy jocosa pero sincera a la vez, de esas que te sonrojas, giras la cabeza y cierras los ojitos. Me di cuenta del por qué sonreía así al girarme de nuevo...; ¡había gente en el coche!

- ¡Ayyy! ¡Perdón! -exhaltada, me disculpé al conductor con cara de poco espabilada-.

- ¿Eres así siempre? Hahaha -se reía de mí, pero en verdad, después de pensar tierra trágame, a mí también me resultó gracioso-.

- Aix... ¡qué vergüenza! Soy peor de lo que imaginas. Súper torpe, empanada, inocente... Soy un caso grave hahaha

- ¡Bienvenida al club entonces! -hizo una pausa para reír-. Eres muy grande -acabó de decir medio llorando de la risa-.

Nos quedamos mirando unos instantes y el silencio se volvió incómodo y violento. Decidimos, erróniamente, romperlo a la vez:

- Y buen... -le dije-.

- Pues nad... -me dijo-.

Volvimos a quedarnos calladas, nos miramos unos segundos y volvimos a reírnos como tontas. Esta vez la dejé proseguir:

- ¿Te llevo hacia el restaurante o te vas con tu amigo del coche? Haha 

- Anda tiraa, tira... -le dije sonriendo-. Aunque, antes de nada, quería darte esto- le dí el detallito que le tenía guardado-. Ábrelo.

- Uau... como te lo curras -despedazó el papel, curosamente e intrigada a su vez. Sonriente, me dijo:- ¿Qué es esto...? 

- Es una canción. Tenía la melodía pero necesitaba a alguien a quien dedicársela. No hace ni un año que te conozco, pero a partir de conocerte... el planteamiento de todo ha cambiado; has sido un ejemplo a seguir, me diste fuerzas y motivación para seguir en YouTube, a quererme y valorarme a mí misma, a que no me afecte lo que digan, a coger confianza en mí misma y creer que cualquier cosa es posible, a querer hacer cosas y buscar retos, a echarle siempre una sonrisa a la vida, a aceptar a ser quien soy... No sé, toda mi gente importante tiene una canción mía dedicada. No podías faltar tú. Espero que no te parezca raro... hahaha pero no sé, quería hacerte un detallito y me dió por escribir, que es como me expreso mejor. 

- Estoy flipando.... Me encanta... Nadie, ningún fan y si algun amigo me hizo alguna ahora no caigo, nunca me habían regalado algo así, una canción de verdad, nada así en plan... No sé, eres muy jefa. Ahora, prefiero oírtela tocar primero a ti y ¡luego aprenderme la partitura yo! -me guiñó un ojo- Qué crack.

- Me gusta hacer regalos que me salgan del corazón -le afirmé, vergonzosa, temblando de la emoción-. Gracias por todo, de nuevo. Sin ti no estaría aquí hoy -nos fundimos en un bonito y largo abrazo-.

- Te equivocas; sin tu talento no estarías aquí hoy. No te lo había dicho, pero viene un crítico de Youtube. Te voy a recomendar a él. Que mire tus vídeos antiguos y que decida si te quiere en su "equipo".


En verdad eso me asustó. Creo que tendría que plantearme hacerme youtuber de verdad... Pero seguía teniendo claro por qué iba a esa cena ese día. Quise seguir adelante... por lo que le pedí de ponernos en marcha hasta el restaurante. 

- Pues entonces... Vamos allá, ¿no? -le dije, sonriendo como pude-.

- ¡Vamosss!

Conozco a Melo (YellowMellow.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora