Capítulo Quince - Evelyn Walker

27 5 42
                                    

Evangeline James

Ha pasado solo una semana desde que decidí que quiero irme de este lugar.

No he encontrado a dónde ir, sabía que esto no sería nada fácil, pero también sabía que no sería imposible.

No he sabido nada de mi familia en estos días, y esta bien. Me duele y todo, pero entiendo que quizá esto sea lo mejor, después de todo solo había causado molestias y no quería ser un estorbo en sus vidas.

-Ahí estas- me sobresalto de manera notoria al oír la voz de Jack.

Me encontraba en la cocina del refugio preparándome un café, estos días han sido grises y fríos y no hablo solamente por todo lo que he pasado, me refiero al clima, ha estado loco últimamente, o hace un calor desértico o un frío invernal, odiaba eso.

-¿Te asusté?- pregunta el hombre mientras entra a la cocina.

-No, para nada- miento y me acerco a la barra para estar frente a él. -¿Qué sucede?

-¿Aún quieres irte?- asiento con la cabeza. -¿A dónde?

-Lejos.

-¿Qué tanto?

-Lo más que se pueda.

El asiente y saca del bolsillo interno de su chaqueta un sobre blanco, lo miro confundida.

-¿Qué?- me encuentro preguntando.

-¿New York te parece lo suficientemente lejos?- abro mis ojos con sorpresa.

-¿New York?- pregunto nuevamente.

-Si, New York. Estados Unidos.

-Es perfecto, pero ¿Qué haré allá?

Él medio sonríe.

-Conozco a alguien- comienza. -un amigo me ha dicho que necesita un reemplazo temporal de secretaria, la suya esta enferma y necesita a alguien de suma confianza. Le hablé de ti, y dijo que le gustaría conocerte.

-Sería maravilloso- respondo feliz, pero luego lo recuerdo. -hay un problema.

-¿Cuál?

-No tengo mi identificación y mucho menos pasaporte o dinero- respondo frustrada. -cuando robaron mi bolso se llevaron todo lo de adentro.

-Por el dinero no te preocupes, yo te prestare- asegura con firmeza.

-Aunque me des el dinero, necesito una identificación- respondo. -tramitar una nueva podría tardar meses.

Jack se pierde en sus pensamientos por un momento, mientras que yo solo espero a que salga de su trance.

-O no- susurra.

-¿Qué?

-Conozco a alguien- dice con simpleza.

-Me he dado cuenta de que conoces a muchas personas.

-En efecto- responde sonriente. -a lo que se dedica mi amigo no es muy legal que digamos, pero se que no dudara en ayudarnos.

-¿Hablas en serio?- me es imposible preguntar.

MarcasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora