Eddie entró en la casa, encontrándose a Buck dormido con la televisión encendida, sonrió, encaminándose a la habitación de su hijo, viendo que el pequeño estaba completamente dormido, besó su frente y cerró la puerta.
-Oh, ya llegaste-murmuró el rubio frotándose los ojos.
Díaz le observó con anhelo, estaba perfecto, había preparado la cena, dormido a Cristopher y estaba casi seguro de que se había duchado y perfumado, podía oler su after shave desde la puerta del salón.
-¿Qué tal? ¿Cómo ha ido el día?-preguntó con una leve sonrisa.
Eddie se tumbó en el sofá, cayendo sobre el rubio y apoyando su rostro en el pecho del otro.
-Oye, deberías...
-Shhh, sólo un rato, necesito recargar energía.
-¿Tan malo ha sido el día? Chris y yo os vimos en la tele, ese complejo de casas que salió ardiendo fue...peligroso pero increíble, lo hicisteis genial.
El moreno inhaló el aroma del menor, le volvía loco y le tranquilizaba a partes iguales.
-Deberías ir a dormir a la cama, aquí debes estar incómodo, ¿no?
Eddie podía oír a la perfección el corazón acelerado de Buck, lo que le hacía inmensamente feliz.
-Para nada, es el lugar más cómodo en el que he estado jamás.
Entonces lo abrazó con más fuerza.
-De verdad te lo digo, es el mejor lugar para recobrar fuerzas.
El moreno levantó la cabeza, encontrándose el rostro del otro a pocos centímetros del suyo, dios, qué ojos tan bonitos tiene, pensó.
Eddie pasó su lengua por su labio superior, conteniendo el impulso de besarle.
-¿Qué pasa?
Buck notó que Eddie le miraba expectante. El deseo salía por sus ojos. Tiró suavemente del pelo del otro y sonrió.
-No me provoques Díaz, no creo que puedas soportar las consecuencias.
-Ponme a prueba entonces, veamos qui....
De un sólo movimiento se encontraba bajo el cuerpo de Evan, que apresaba sus muñecas contra el sofá. Los labios del rubio descendieron por su cuello. Podía notar la erección contra su pierna.
Buck continuó su descenso. Llegó al ombligo, podía notar la respiración agitada del otro, eso le estaba volviendo loco.
Bajó del sofá, liberando al mayor de los pantalones y los bóxers, arrodillándose le tomó de los tobillos y separó sus piernas. Comenzó a lamer sus muslos, para luego morderlos suavemente, Eddie se tapó la boca, gimiendo contra la palma de su propia mano.
-Evan....
Y sin más preámbulos, se la mete en la boca, por completo, de un sólo movimiento.
-Joder-exclama el mayor, aún con la boca tapada.
La lengua de Buck subía y bajaba, completamente intensa. El rubio sujetó con fuerza sus muslos. Dejando las marcas de sus dedos junto a las de sus propias mordidas.
-Si quieres que pare sólo dilo, no te fuerces a nada, ¿entiendes?
Eddie asintió desesperado.
-Bien, disfruta de esto entonces-dijo con una sonrisa mientras continuaba masturbando a su amante.
Continuó con el movimiento de su lengua, alrededor de toda la extensión de su miembro, escupió en su propio dedo y, luego, lo introdujo despacio en el trasero del otro.
Eddie gimió, tal vez de placer, tal ves de incomodidad, sin embargo no le pidió que parase.
-Shhh, tranquilo, ya casi lo encuentro, dame un momento...-murmuró mientras seguía lamiéndole.
Y entonces, sucedió, Buck presionó el punto exacto en el interior del moreno, provocándole una corriente de electricidad en todo su cuerpo.
-¡Ah!-gritó contra su mano.
Buck se ciñó sobre él de nuevo, besando su boca salvajemente, chocando sus propias lenguas mientras continuaba metiendo y sacando su dedo, añadiendo uno más cuando lo notó dilatado.
-Buck....
El menor tapó la boca del otro, continuando con su obra.
-¿Te gusta que te folle con mis dedos, eh?-sonrió.
Eddie pudo divisar sus pupilas, estaban totalmente dilatadas, como las de un depredador mirando a su presa. Sólo pudo asentir.
-Hoy sólo lo haremos así, iremos despacio, quiero que ruegues por esto-susurró rozando su erección contra el estómago del otro.
-Buck creo que voy a....
-Hazlo, córrete-murmuró lamiendo su boca-pídeme que te haga correrte.
-Haz que me corra....por favor....
Eddie se moría de vergüenza y frustración, pero estaba tan excitado que le daba igual.
Y entonces, llegó al climax.
Buck sacó los dedos de su interior y se los llevó a la boca.
-¡No hagas eso, debe estar asqueroso!-le riñó.
Pero el otro sólo sonrió.
-Todo lo que venga de ti es delicioso, Díaz-ayudó a Eddie a vestirse y le levantó.
-¿Ya está? ¿No quieres que lo hagamos?
Buck acarició el rostro del otro.
-Tomémoslo con calma, ¿tú estás bien?
Eddie sonrió.
-Más que bien.
-Vayamos a dormir entonces, debes estar cansado-dijo y acto seguido le dió una palmada en el trasero.
-Voy a matarte Buckley.
-Que sea a besos entonces-sonrió.
No lo sabían en aquel momento, pero aquello era el comienzo de una historia que perduraría hasta la eternidad.
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Ojos de ángel (buddie)
FanfictionEvan Buckley, un joven de 28 años al que le han roto el corazón más de una vez, Edmundo Díaz, un hombre al que todos los que ha querido le han decepcionado o mentido. -Tienes los ojos más bonitos que he visto en mi vida. -¿Ah, si? -Sí, cómo los de u...