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-¿Me ayudas, Leo?- preguntaba Manuel con un pull up en la mano, listo para cumplir con la apuesta, él sabe como poner uno, no era nada del otro mundo, incluso podría si fuera un pañal convencional ya lo ha hecho con varios de los niños que ha cuidado, pero le encanta ver como Leo era totalmente opuesto a su faceta de chico rudo en la escuela, se sonrojaba y se ponía nervioso tan fácil que resultaba tan malditamente adorable ante su corazoncito que incluso si lo hacia sentir mal por molestarlo un poco no podía evitarlo.

-¿Yo? Ehm... digo ¡Con gusto! O sea no con gusto- dijo tartamudeando una poco y cambiando de frases cada dos por tres tratando de buscar una que ocultara su vergüenza aunque más que nada tratando de ocultar su emoción. - mejor dicho. Sí, yo me encargo- dijo tratando de sonar "cool" al final.

Como Manuel pensaba, su reacción no lo decepciono ni un poco.

-¿Por qué estás rojo, Leo?- preguntó Tyler confundido.

-Por nada enano, ve a jugar con tus muñecos.

-¡Que son figuras de acción!- reclamó.

-Como sea, solo ve a otro lado- mandó autoritariamente.

-Que mandón estás, si quieres estar solo con Manu para darle besitos solo dilo.

-¡Tyler!- exclamó avergonzado girando su cabeza hacia Manuel con la esperanza de que no haya oído las burradas de su hermano, pero su linda risa evidenciaba que habia escuchado perfectamente.

Braulio se contuvo lo más que pudo de no abrir su boca, sabia que si decía algo seguro la terminaría fregando aún más.

-Ty, nos dejas solo, estoy seguro que ese juego de zombies que vi encima de la play será divertidísimo- animó Manuel sabiendo que Leo está haciendo lo imposible para no hablar de más, aunque era tan obvio que hasta daba un poco de risa.

-¿Me dejarás jugarlo? Mamá me lo prohibió.

-Estoy seguro que un chico valiente como tú no tendrá problemas, pero si te da pesadillas igual tenemos tiempo para solucionarlas antes de que llegue tu mamá, solo no le digas nada y yo tampoco lo haré, ¿promesa?- le dijo extendiendo el meñique en señal de juramento.

Tyler no tardo en entrelazar los meñiques y correr a la sala en busca del videojuego.

-Listo, así se convence a alguien- presumió Manuel ante Braulio sacándole la lengua un poco.

-Genial, ahora tendré que dormir con él cuando tenga pesadillas- criticó Leo evitando decir lo fantástico que habia estado Manuel.

-Si quieres podemos dormir los tres juntos, técnicamente estamos jugando a la casita desde que llegué- ofreció Manuel.

-Ehm...pues no me importaría dormir contigo.

-Y con Ty- aclaró.

-Sí, con ese también- respondió Leo algo decepcionado.

Pasaron unos minutos en los que Leo estaba tratando de hacer tiempo con Manuel hablando de cualquier tema que se le ocurriera pero llego el momento que tanto avergonzaba a Leo.

Ambos fueron a la habitación de Leo, en donde este abrió un cajón de su armario y tras retirar unas cuantas cosas saco un nuevo pull up.

-Quítate el pantalón- pidió Leo sonrojándose en el acto.

-¿Así nomás? Ni siquiera me invitarás al cine primero- bromeó Manuel retirándose el pantalón revelando unos calzoncillos simples azules que se retiro poco después.

-¿Y me vas a ayudar o me contemplarás otro rato?- cuestionaba Manuel después de que tras varios minutos de estar desnudo por la parte de abajo, Leo solo se le haya quedado viendo, sin intenciones aparentes de querer hacer otra cosa.

-Sí, perdón es que eres hermoso...quiero decir que hermoso el pull up, no por que no seas hermoso pero el pull up tiene a spiderman y...- se detuvo Leo abruptamente, casi mordiéndose la lengua, intentando no seguir haciendo el ridículo.

-Bueno es que contra Andrew Garfield nadie puede competir.

-Soy más de Tobey- dijo Leo aliviado de que Manuel relajara el ambiente, y sobre todo que no lo juzgara por sus constantes enredos verbales.

Manuel se acerco sonriendo un poco con el sonrojo de Leo, apoyo sus manos en los hombros del contrario y levantó un pie.

-¿Me ayudas? Creo que mi cintura me duele un poco tras el partido- dijo como excusa para seguir haciendo sonrojar a Leo.

La mano de Leo se posó en la fina curvatura de la cintura de Manuel, casi inconscientemente la acarició un poco, logrando invertir el asunto y que Manuel fuera ahora el sonrojado.

-Eres más atrevido de lo que pensé- dijo Manuel aún sonrojado, en su mente pensó que Leo seguiría divagando de manera tierna y se negaría al final, no espero...bueno nunca pensó ni remotamente en el pequeño manoseo que le dio.

-¿Eh? Ah sí claro, puedo ser atrevido a veces - dijo Leo confundido al menos hasta que se dio cuenta de la situación y  de que su mano seguía en la misma posición y quitándola tan rápidamente como si la piel de Manuel quemara, digamos que eso hizo sonreír un poco al mencionado.

Leo finalmente agarró finalmente el pull up de las manos de Manuel y le pidió con un poco de nerviosismo que volviera a alzar la pierna, se arrodillo y permitió que Manuel volviera a poner sus manos en sus hombros, se tenso un poco por el toque pero trato de que no fuera muy evidente, tenía la oportunidad de revertir la situación y ahora ser el "chico genial" por al menos un momento.

Comenzó a alzar el pull up por las piernas de Manuel, sintiendo la tersa piel lampiña sonrojando aún más al contrario, levantándose de poco a poco junto al pull up hasta que lo ajusto bien, se levantó completamente quedando demasiado al rostro de Manuel, al punto de que sus narices se rozaban y sus alientos chocaban.

-Te ves lindo- soltó lo más relajado que su autocontrol logró sin titubear, e incluso se atrevió a darle un pequeño beso...en la mejilla, sus agallas no dieron para más.

-Gra...gracias- dijo Manuel avergonzándose por su repentino tartamudeo.

-Puedes ir cambiando a Ty, yo iré en un rato.

-De acuerdo, te espero abajo en la sala. 

Manuel salió de la habitación con la cara aún sonrojada, encantándole la nueva faceta de Leo casi tanto como la tímida y adorable.

Una vez la puerta cerrada, Leo se lanzó a su cama girando de un lado a otro por un rato con los pensamientos hechos un completo lío, y tal vez con un ligero problemita en su pull up.

Por fin sentía que le había ganado un round a Manuel, había logrado ponerlo nervioso y ahora es él quien tiene el "poder".

Se fue al baño a ocuparse de un asunto, para luego ponerse otro pull up y bajar a reunirse con los otros dos chicos con la confianza muy en alto.

Molestando al niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora