Manuel se encontraba frente a la casa de la señora Raquel, su padre no había tenido mayor inconveniente, por lo que se iba a quedar al menos semana y media y para su suerte la casa estaba más cerca de su escuela, lo cual se traducía en unos minutos más de sueño.
Toco la puerta y fue recibido cortésmente por Raquel- había aprendido a llegar unos minutos antes de la hora pactada para que los padres tuvieran una buena opinión de él.
-Si que eres puntual, buena primera impresión.
Después me dejo entrar, llamo a Tyler y me dejo esperando en la sala.
Poco después trajo tres pedazos de pastel y tres tazas de te para luego sentarse en frente de mi.
-Sírvete, en un rato baja Tyler.
-Gracias.
Agradecía el pastel, ser débil ante los dulces es mi pasión.
No paso mucho para que bajara Tyler y se sentara al lado de su madre, era un niño alto para tener 10 años, cabello castaño y contextura delgada, me recordó un poco a mi en mi niñez.
-Hola Tyler, soy Manuel, es un gusto conocerte- le extendí la mano la cual estrechó con algo de duda.
-Es tu nuevo niñero, se quedara contigo y Braulio durante mi viaje de negocios.
-¿Entonces Brau también necesita niñero? - dijo burlón el niño, al parecer tan tímido no es.
-No, pero con sus actividades extracurriculares no tendrá mucho tiempo para cuidarte, por eso llame a Manuel, Miriam me hablo muy bien de él y dice que Jimmy y Timmy lo quieren como a un hermano mayor.
Los gemelos Juan y Tomás, llevo cuidándolos casi cuatro años, desde que tienen 6, son un caos andante aunque siempre solapo sus travesuras con la señora Rodríguez, ella igual se termina enterando pero no le importa mientras no sea nada grave.
Ante la sola mención de los gemelos la cara de Tyler se ilumino con una sonrisa, es raro no recuerdo que ellos hayan mencionado en alguna ocasión a Tyler, aunque bueno aunque tenemos ciertas conversaciones casi siempre andamos jugando y haciéndonos los tontos, sin embargo, sus madres son amigas así que seguro ellas quisieron pasar ese lazo a la siguiente generación.
Después de unas cuantas conversaciones más, Raquel le pidió a Tyler que llevara los servicios a la cocina, lo cual acepto aunque de mala gana.
-Tyler aun usa pañales por la noche- soltó de frente.
-Entiendo, respecto a ello no se preocupe ya tengo experiencia con niños con el mismo problema, no es ninguna molestia.
-Es genial, escucharlo, Tyler se avergüenza por ello; sin embargo, hay otro detallito, como castigo por mojar la cama lo dejamos en pañales también al día siguiente, solo en la casa no en la escuela, entiendo que pueda ser molesto tratar con esas reglas, de hecho muchas niñeras renunciaron después de unos días por lo mismo.
Me molesto un poco eso, porque lo consideraba un tanto como humillación adrede, pero quien era yo para criticar su forma de crianza.
- No habría problema, ya tuve que lidiar con otro niño con el que tenia que hacer algo parecido- aunque ese niño tenia 5.
Después de unos minutos ella fue por su equipaje y se despidió de Tyler, y me entrego los números de emergencia y dinero extra para cualquier eventualidad.
- ¿Qué quieres hacer ahora, Tyler?
- ¡Nintendo!
Pasamos el rato jugando y contando anécdotas, Tyler había mencionado varias veces a su hermano en la conversación, se podía notar en el aire lo mucho que lo admiraba. Me conto que siempre que tienen tiempo realizan diversos juegos y hasta llegan a apostar cualquier sobre cualquier tonteria que se les acurra en el momento, también me dijo que casi nunca gana pero que hace un año logro su primera victoria contra Braulio, en medio de risas conto como había había logrado encestar más veces en una competencia de tiros libres que hicieron en su patio.
Después de hacerme prometer no contarle a nadie, me conto que el castigo de su hermano fue usar uno de sus pañales por la noche, tuvieron una pijamada y se sintió feliz de no sentirse avergonzado de tener que usar uno. Me dijo que en el fondo piensa que Braulio se dejo ganar pero desde ese día no ha vuelto a poder ganarle en otro juego. La verdad se me hizo muy dulce ese acto que tuvo con su hermano pequeño, me dio algo de celos ya que soy hijo único y tener un hermano mayor suena lindo (aunque luego veo Kick Buttowski y se me pasa, incluso con su lejano crush en Brad) pero de verdad que ya tenia muchas ganas de conocerlo,.
Ya tras un buen tiempo de juego me puse manos a la obra en la cocina, Tyler me dijo que su hermano llegaría en una hora así que pensé que una pizza casera de cena y unas galletas recién horneadas de postre romperían el hielo, además que serian un buen premio para Ty quien se había comportado muy bien hasta el momento.
Mi pequeño asistente ayudaba en lo que podía, nada que necesitara cosas filudas, solo amasar la masa y al final le dejaría la decoración.
Al ver que sacaba mermelada, chispas de chocolate, manjar blanco, jarabe de chocolate y hasta gomitas para las galletas me dije que no habría dulces en buen tiempo, pero que se divierta hoy y ya me dedicare de la buena alimentación en los días venideros.
Debo decir que los astros se alinearon o alguna fuerza sobrenatural se puso de nuestra parte, porque solo un momento después de haber terminado la preparación de los alimentos apareció Braulio.
Mi sorpresa fue grande al verlo, jamás hubiera pensado que Leo, el chico malo de la escuela, quien tenia fama de que podía romperte los dientes tan solo por verlo seria el famoso Braulio de quien Tyler me hablaba tan alegremente.
-¿Leo?- pronuncie sorprendido.
-Vaya así que la Nana Fine es el niñero de mi hermanito- dijo llamándome por el apodo "cariñoso" que la señora Rodríguez me puso, seguro lo había escuchado en alguna conversación que tuvo con su mamá- te ves mejor que en la escuela, sin duda el uniforme no te hace ningún favor- espera...¿me conoce? No sabia si preocuparme de probablemente estar en su radar o alegrarme por que aparentemente gozo de cierta popularidad.

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Molestando al niñero
Fiksi UmumManuel trabaja de niñero de los chicos de su barrio, todo era tranquilo hasta que le toca un trabajo por el que le pagarían una paga absurda pero con una inusual tal vez hasta ridícula solicitud.