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POV. Manuel:

A la mañana siguiente me levante relativamente temprano para hacerles el desayuno a los pequeños.

Nunca pensé ni en mis más locos sueños, y eso que he tenido varios, decirle así a Leo pero ahora cada que lo veo solo aparecen dos palabras en mi mente: amable y adorable... tres si contamos atractivo pero ese no es el punto.

Aún tenía vigente el recuerdo de ayer en su cuarto, pero como buen confidente y persona hice lo que creo será mejor para Leo, actuar como si nada hubiera pasado. Tal vez alterar mis recuerdos y tratar de convertir mentalmente su pull up en unos bóxer Calvin Klein tal vez solo para disfrute personal en unos calzoncillos de osito como los que usaba Gohan en Dragon Ball.

No quería avergonzarlo o que hubiera tensión entre nosotros así que en cuanto a mi, nada ha pasado.

-¡Panqueques!- gritó emocionado Ty en la entrada de la cocina.

-Me alegra que te gusten, estaba preocupado sobre si comían panqueques ¿quieres una carita feliz o un gatito?

-No soy un bebé, una circular está bien- dijo un poco indignado.

-Está bien, grandulón, por cierto ¿despertaste seco? ¿ya te cambiaste el pañal? - le dije bromeando logrando sonrojarlo.

-Seco- dijo rápidamente avergonzado.

-Tu mamá me dijo que me cerciorara personalmente pero voy a confiar en ti así que solo te pido que seas honesto, ¿de acuerdo?

-Sí, nana Fine- dijo burlón.

-Aw bebé Ty está hablando igual que su hermanito- le arrulle abrazándole con un brazo mientras con el otro lo despeinaba para molestarlo.

-Okey okey, perdón. Ya no te digo así- insistía Ty un tanto arrepentido.

-No me molesta si eso te preocupa, mientras tú o tu hermano no lo digan en la escuela todo okey.

Apenas había una buena cantidad les di unos cuantos a Ty y me preocupe un poco porque Leo no bajaba.

Era sábado por lo que bien podía dormir hasta tarde pero ya iban a ser las 11 y mi instinto de niñero se preocupaba por su abdominales...digo su estomago.

Fui a su habitación y esta vez tuve la educación (o más bien precaución) de tocar antes.

-Vete- fue la respuesta que obtuve.

-Tienes que comer algo.

-Tu trabajo es cuidar de Ty, no de mi.

-Técnicamente me pidió cuidar de su hijo en pañales- bromee sin pensarlo y luego me dio un golpe mental, las habilidades sociales pueden no ser mi fuerte.

La puerta se abrió de golpe y no pude reaccionar a tiempo cuando la puerta se abrió de golpe y fui capturado para terminar atrapado entre el puño de Leo y la pared de su habitación.

-¿Te crees muy gracioso? Podría romperte la cara fácilmente, una niñera menos no haría diferencia- dijo furico pero podía sentir cierto temblor en su habla.

-Golpéame si eso te tranquiliza, pero no cambiara nada.

-Debes estar eufórico, el chico malo de la escuela no es más que un niño en pañales, seguro irás a contarles a todos en la escuela.

-Ya te dije ayer que no lo haría.

-Ya he escuchado eso antes.

-Pero no de mi... si te cuento un secreto, me creerías?

-Depende que tan grande sea.

-Hago drag.

-¿Qué cosa?

Molestando al niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora