- Heridas -

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La gente tiende a ser muy bulliciosa, grita cosas de las cuales ni ellos son capaces, ¿qué acaso ellos eran los que iban a salir e iban a rezar por sus vidas tratando de que aquel titan no te ponga entre sus dientes?

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La gente tiende a ser muy bulliciosa, grita cosas de las cuales ni ellos son capaces, ¿qué acaso ellos eran los que iban a salir e iban a rezar por sus vidas tratando de que aquel titan no te ponga entre sus dientes?

Creo que lo único gratificante era ver a los niños apoyándonos desde las ventanas de sus hogares, ver esos ojitos brillar al observar las capas de la legión de reconocimiento y que cerraban sus puños hacia arriba.

Ya había pasado por varias expediciones, había visto a mis compañeros morir ante mis ojos siendo desgarrados por los titanes, jamás me acostumabraria a eso, me preocupaba más por los otros que por mí misma, y más aún cuando todas la personas que quería estaban formadas en fila a mis alrededores.

- No hay razón para que estés nerviosa - escuché la voz del capitán, el cual estaba al lado -

- / - lo miré pero, solo agaché mi cabeza -

- Me encargaré de mantenerte a salvo, ningún titan será capaz de tocarte ni un pelo

- Creí que me conocías lo suficiente como para saber que lo que menos me importa es mi bienestar

- No vuelvas a decir eso... Y claro que lo sé, es por eso que te protegeré... - suspiró - cuidate por favor...

Las puertas empezaron a abrirse. El viento estaba pegando fuerte, sentía la brisa en mi pelo y oía las hojas deslizarse por el suelo con rapidez.

Erwin pegó un gran grito alentador y dio la señal para partir.

Era la misión de siempre, conseguir información, saber la situación de la muralla maría y shinganshina, averiguar más acerca del exterior, nada relativamente bueno. Cada vez que teniamos una expedición, deseaba que hubiera un plan que resolvería todo, pero simplemente la situación se volvió cotidiana.

- ( vi que ya la bengala roja había sido lanzada a la derecha) - saque mi bengala he igualmente la lancé -

La dirección fue cambiada y seguimos, hasta entonces las cosas iban bien, no había todavía muertos.

- Capitán, tres titanes se aproximan, alrededor de cinco y diez metros - Gritó Erd -

- No han habido interrupciones en ésta ruta, tal vez sean los únicos por acá, sería mejor acabar con ellos - sugerí -

- Está bien, ¿puedes encargarte de ellos sola? - volteó a verme -

- Por supuesto que puedo - sonreí y me dirigí a ellos -

Me paré en mi caballo y salté hacia ellos, no había árboles, sin embargo el titan de diez metros no parecía muy rápido así que me apoyé en él y acabé con los dos pequeños, para luego engarsar el equipo de maniobras en su cuello y cortarlo.

Caí al suelo y llamé a mi caballo, me subí a el, pero me sorprendió ver al cielo y observar una bengala negra de donde se encontraban Francis y Alex, Mia estaba un poco más abajo.

Hojas De Té | Levi Ackerman X ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora