Confeccionando

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Sentía que sus ojos caerían de sus cuencas en cualquier momento, o tal vez sus parpados perdían movilidad, estaba tan cansado que solo esperaba que cualquiera de las dos pasase para tener una excusa y ir a su cama. Los reyes habían advertido que necesitaba una revisión completa de su libro de modales, ayudar con toda la preparación de la comida principal donde las dos familias se conocerían como futura unión por primera vez, practicar y perfeccionar su baile de salón y todo eso añadido a sus clases particulares.

Ahora eran las 3 de la mañana, y honestamente agradecía que el viaje fuese largo y la familia Tantum llegase mañana pasado. Por que si no verían a un príncipe con las ojeras más profundas que jamás se han visto o directamente sería la cosa menos presente en esa maldita comida real. 

Mientras cabeceaba algo hizo que se agitase y alertase de la nada. Una aguja había pinchado su brazo derecho. Luego del shock se giró con disgusto a la chica causante de esto. Estaba haciendo su ultima tarea de hoy, preparar un traje nuevo para el y dar la mejor imagen ¿Por que no lo hacían mañana? Fácil, por que haría la misma rutina que hoy pero empezando bien entrada la mañana, así podía dormir y verse presentable.

Error: No seas un quejica de mierda y ponte firme, así es imposible hacer mi trabajo- Una chica de edad parecida a la del príncipe estaba hilando los perfeccionados y detalles de una de las mangas, al otra ya estaba completa-

Error era la hija de los costureros de la familia real, solo era cuestión de tiempo que se uniese al negocio que los mantenía a flote siendo la que confeccionaba personalmente todos los trajes de los príncipes. De pequeña siempre se interesó en coser pequeños peluches y muñecas, ahora de mayor tenía una cosa clara. Si pudiese deshacerse de uno de los dos idiotas de los príncipes para tener menos trabajo, lo haría sin dudarlo y de paso se quedaba con alguno de los pudientes lujos exagerados que tenían en sus cuartos. Ese mismo traje que creaba debía costar más que todas sus pertenencias juntas.

Nightmare: No es mi culpa que sean las 3 de la puta madrugada- Gruñó con pesadez. Algunos dicen que se ponen de mal humor cuando tienen hambre, para Nightmare definitivamente era tener sueño. Odiaba no dormir, su rutina no le permitía estar cansado, debía mostrar el 100% de el mismo en cada clase, en cada sonrisa o cada saludo-

Error: Te recuerdo que soy yo quien está trabajando en la madrugada para que dos principitos tengan sus trajecitos de cuna bien bonitos para darse besos con otros privilegiados- Objetó con bastante más energía de la que su cuerpo podía permitirse-

Nightmare: Por que estar aquí de pie con los brazos alzados después de pasarte todo el día sin poder descansar es tan agradable- Si hubiese podido moverse, seguramente la hubiese mirado mal, y se hubiese sentado, pero eso es secundario-

Dream: Por favor no es momento de peleas, es tarde y solo malgastáis energía- Se añadió a la conversación de forma pacifica. Estaba sentado en la silla del escritorio de la habitación de Nightmare. Ya le habían confeccionado su traje pero seguía ahí- Cada uno a pasado su día duro a su manera, no hay por que comparar.

Nightmare: Cada vez tu positivismo es más vomitivo- Con su mal humor al tope, cualquier persona cerca suyo sería bombardeado con ofensas-

Error: Aunque me joda, pienso lo mismo que principito negro- Cuando la manga estuvo lista puso su espalda por fin recta y estiró sus brazos- Aparte, te he dicho que cuando terminase tu traje estuvieses quietecito ¿Por que sigues aquí?

Dream: Prefería quedarme con ambos, no creo que un moratón en la cara de ambos quede bien  para la familia Tantum- Alguno iba a defenderse, pero no sería la primera vez que pasaba. Un par de golpes nunca iban mal para quitar el estrés. Y quisiesen o no, no se odiaban, así que esas pequeñas peleas no afectaban a su "amistad"-

Nightmare: Como sea, todos a sus cuartos, estoy harto de ver sus caras- Señaló la puerta de salida, esperando que saliesen tan rápido como el lo haría en su situación-

Error: No me lo digas dos veces- Ella por supuesto cumplió sus expectativas, huyendo a la velocidad que sus pasos le dejaban-

Dream: Buenas noches hermano, por favor descansa bien y ten dulces sueños- Por supuesto, principito de oro debía despedirse cordialmente y caminar más lento que una abuela con artritis. Quedándose unos segundos en el marco de la puerta y sonreír antes de cerrarla-

Cuando por fin quedó a solas tomó un largo y profundo suspiro, ya era hora. En su cabeza aún retumbaban las voces de todo el mundo con quien había hablado hoy, sentía que su cerebro explotaría. Con cuidado se quitó su traje nuevo y lo dejó colgando en su habitación armario, cerca de la entrada para tenerlo a la vista.

Finalmente se puso su pijama y se lanzó a la cama, estaba exhausto, hasta lo más profundo de cada una de sus células le pedía que dejara de ir de un lado a otro sin sentido aparente, y por fin podía hacerles caso.

Se estiró en su cama y miró hacía el techo. Estaba algo irritado, pero también curioso. No sabía muy bien como tomarse el estar prometido y en un futuro casarse, nadie le había enseñado a como actuar ante una situación así.

Lo único que sabía es que le molestaba un poco, ya que tendría que dejar su afición. Algunas noches iba a las afueras del reino con ropas más bien mediocres, algo de maquillaje y un estilo poco reconocible en el. Algunas veces entraba a bares y cuando quería asegurarse una buena noche iba a un burdel, pero siempre terminaba en lo mismo, sexo. Sabía que estaba mal hacerlo de forma tan casual siendo quien era, pero no le importaba. Podía hacerlo con hijas de nobles o algo parecido, pero prefería ir a las calles. No quería sentirse aún pegado a su vida, esas noches solo quería ser un hombre en busca de diversión, prometiendo lo mismo a la chica suertuda de ese día. Solo se aislaba de su riqueza, y despojaba todo ese estrés y irritación que se acumulaba en su mente en su ahogante rutina.

Pero ahora no podría, al fin y al cabo la fidelidad es importante, por lo menos lo suele ser en matrimonios normales, en los arreglados no tanto. Aún así, no quería sentirse un mala persona, no quería ser visto así.

No quería ser malo, pero su mente pocas veces le daba las indicaciones para ser bueno. De alguna forma, esa empatía y sentimentalismo de su hermano despertaba una leve envidia en el.

Quería ser un buen esposo, así que daría lo mejor de el para satisfacer a su prometida.

Prometida, su prometida. Era extraño pensar que ahora tenía una.

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Me acuerdo que una de las cosas que más me desanimaba a la hora de escribir fue esa extraña enfermedad que le puse a Nightmare. "Necesita sexo". ¿Que mierda de enfermedad es esa Sunflower? Wattpad en su máximo esplendor sin duda. En fin, esa excusa que apenas se puede llamar conflicto en la trama se va, y no vuelve...nunca.

Dicho esto, hasta la próxima.

Compromiso concertado (Reescripción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora