"Ganadora de los 68 juegos del hambre, amada Por el Capitolio y sumamente hermosa, pero no dejes que esa belleza te ciegue podría destrozarte en segundos si se lo propone. Sumamente hábil pero su especialidad son los cuchillos, hazla enojar y en cue...
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Al día siguiente durante el desayuno compartí unas cuantas miradas con Finnick, después de lo del tren no habíamos hablado mucho lo cual era raro entre nosotros, siempre estábamos juntos compartiendo momentos lo cual el no hablarnos era frustrante para ambos. {Si había algo que hanni odiara más que a snow era que tomaran decisiones por ella misma, y si había algo que Finnick odiará de hanni era que la castaña no se dejara ayudar lo cual en múltiples ocasiones eso había sido producto de varias peleas entre ambos, Finnick conocía perfectamente a Hanni, tal vez más del que ella se conocía así misma, por esta razón él sabía lo terca que ella podía llegar a ser; algo que siempre le molestó de ella. Llevaban más de seis años de amistad, ambos se conocían perfectamente, compartían los mismos sueños, los mismos traumas, los mismos temores. Por esto mismo Finnick sabía lo impulsiva que podía llegar a ser hanni, lo mucho que odiaba que le mintieran, lo mucho que odiaba que le dijeran que hacer, y lo tan terca que ella podía llegar a ser.} Después del desayuno ambos habíamos tenido que ir con nuestros estilistas que nos prepararían para el desfile de tributos. Me encontraba esperando pacientemente acostada en una camilla con solo una bata cubriéndome. - ¡Mi hermosa Hanini está aquí! - un chillido se escucho e inmediatamente supe de quien era. - Hola espenc - la salude mientras espencer me daba un fuerte abrazo. - Dios mío, no sabes cuanto extrañaba trabajar contigo, desde hace seis años no me había vuelto a tocar a otra tributo como tú, con esa cara y ese cuerpo. - dijo entusiasmada mientras me admiraba con admiración como si fuera la chica más hermosa de todo panem. reí - pues yo esperaba que fuera en otras circunstancias y no en donde estuviera de vuelta hacia mi muerte. Espencer hizo un leve puchero - bueno bueno, yo también esperaría que fuera en otras circunstancias, pero.. que podemos hacer. Realmente te extrañe hanini -dijo abrazandome -aunque claro, eso no significa que quisiera verte aquí, en este lugar espantoso, esto ya no es digno de ti, cuando vi esa transmisión deje caer el plato de cereal que estaba comiendo y todos mis pensamientos iban hacia ti. le di una sonrisa sincera mientras le correspondía el abrazo - yo también te extrañe espenc.. ¡Pero ya! Mejor muéstrame tus hermosos diseños y dime que me pondrás. - ¡Pero claro que si! vamos, vamos que se acaba el tiempo y tienes que lucir hermosa para opacar a todos - una entusiasmada espencer me dirigió a una silla de tocador mientras entraban las demás que se encargarían de maquillarme, peinarme y vestirme. - Hola, emily - salude con una sonrisa a la chica que estaba frente a mi. - por Dios, cuanto tiempo sin ver a esta dulzura. - emily con una sonrisa me abrazo. - Es hora de hacerte lucir hermosa. -hablo espencer mientras preparaba todas las brochas de maquillaje que usaría en mi. Durante las siguientes dos horas que estuve sentada enfrente de ese gran tocador podía sentir demasiadas manos estar tocándome mientras pasaban brochas por mis cachetes, por mis ojos y pequeños estiramientos en mi cabello. Finalmente cuando acabaron mi maquillaje me dejaron verme en el espejo. El maquillaje lucia realmente hermoso, no lucia cargado pero lucia fabuloso; era de color celeste con brillos, y un delineado no tan largo pero notable, en los labios habían puesto un poco de brillo para darle color. - es hermoso, emily - dijo sincera. - es momento del ponerte el vestuario, hanini - espencer realmente parecía que estaba esperando este momento toda su vida. Con una sonrisa me dirigió al probador donde me ayudaban a colocármelo. El vestuario aunque era corto y me hacía lucir incómoda tenía que admitir que era hermoso, pero muy revelador para mi gusto. Aun así no quise mostrar mi incomodidad y decidí mostrar una sonrisa mientras me miraba al espejo. - que te parece - pregunto espencer con una sonrisa de oreja a oreja. - es.. hermoso espenc, de verdad - dije volteando a verlas a ambas chicas con una sonrisa. El vestuario consistía en una pequeña red haciendo referencia a mi distrito, para cubrir la parte de mis pechos usaba un brasiers blanco que estaba ordenado con perlas y conchas en la parte de arriba y por un lado caía la pequeña red, también colgaban un par de perlas por mi cintura; Para la parte de abajo era un short falda que estaba mucho más arriba de mis rodillas, igual de color blanco y al igual caía una red por un lado. Mi cabeza la adornaba una corona de flores blancas con plumas y perlas y de ella colgaba un collar con bolitas azules por mi frente, los tacones eran altos, blancos y plateados que lo decoraban unas mariposas.