capitulo 20

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POV t/n

el corazón se me hizo pequeño y no pude hablar, la boca se me secó y mi cuerpo me pedía a gritos que saliera de ahí, pero cuando traté de pararme un tipo grande llevó una silla y me bloqueo el paso

x: es mejor que no se mueva señorita t/n, su madre quiere hablar con usted después de esta reunión

les juro que prefiero enfrentarme a Douma que a esa mujer

mis manos empezaron a temblar y lo único que pude hacer fue agachar la cabeza y esperar mirando mi teléfono para que le enviara señales por telepatía a Tomioka y que viniera a rescatarme otra vez.

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mamá: estás… linda -me tomó la cara con desprecio, ella compró la flor y luego el tipo que se sentó a mi lado me trajo a rastras a un cuarto privado- ¿que has estado haciendo todos estos años? -no contesté, desvié la mirada, no podía soportar ver sus ojos- supongo que te ha ido bien si estabas en esa subasta -esperó mi respuesta, me negué a contestar, mi cara ardió cuando me llegó su cachetada- respondele a tu madre

t/n: muérete -le dije con los dientes apretados-

mamá: ¿esos son los deseos para tu madre? ¿La mujer que te dió la vida?

t/n: son para la zorra que me quitó la vida, y la de mi hermana

mamá: no hables de esa manera de Mia, lo de ella fue un accidente -reí para que las lágrimas que querían salir de mis ojos no lo hicieran- ¿donde te habías escondido tan bien?

t/n: en el infierno

mamá: pues claro, es la única parte en donde te aceptarían ¿verdad?, pero tranquila, me has ahorrado un montón de dinero -la miré, no pude esconder el miedo que crecía en mis ojos- yo misma te mataré, no tendré que pagar por que otra persona lo haga, aunque la información para saber en dónde estabas me costó bastante -la miré frunciendo el ceño- no deberías confiar en ese amigo tuyo…

Max… lo voy a matar

antes de poder discutir el tipo grandote me tomó y me llevó a rastras para fuera del club, todos miraron, nadie hizo nada.

me entraron a un vehículo, me ataron de manos y me pusieron una bolsa en la cabeza que casi me quita el aire, tuve que tratar de regular mi respiración o caería desmayada o peor, muerta.

fue un viaje largo, ni siquiera sabía a donde me dirija, en lo único que podía pensar en que no me podía despedir de Tomioka, que no podría decirle que me gustaba, que me hubiera encantado intentarlo, dejar las bromas que ocupaba para esconder mis sentimientos de lado y hablarle con sinceridad.

que hace tiempo un hombre no me miraba de la manera en la que lo hacía él, como una persona.

pero mi peor demonio se hizo presente, y yo no tenía las fuerzas para luchar contra ella.

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el vehículo se detuvo, pasaron unos segundos, escuché unos ruidos y unos movimientos, esperé y esperé hasta que me tomaron del brazo y me sacaron la bolsa de la cabeza, pude ver a unos jóvenes de traje

x: ¿está bien señorita t/n?

traté de alejarme, pero me dí cuenta que traían katanas, eran tres

t/n: ¿ustedes son…?

x: el patrón nos envió a cuidarla, vámonos de vuelta -me desataron las manos, yo miré atrás- su madre aun no llega, pero es mejor irnos, viene con varios hombres más y tenemos prohibido matar a humanos

t/n: pero la flor…

x: nuestras órdenes en mantenerla a salvo, no obtener la flor, nos tenemos que ir

caminé aún atónita por el encuentro con mi madre y con los sentimientos destrozados, pero me contuve, me contuve de hablar, de llorar, de derrumbarme.

nos escondimos por unos días en un hotel para salir y que todo estuviera en orden, mi madre al ver que no estaba en el lugar de encuentro mandó a sus hombres a todos los aeropuertos a vigilar, cuando encontramos una brecha en la seguridad que había montado nos fuimos en un avión privado.

llegamos a la casa de kagaya cinco días después, me enteré de todo lo que había sucedido, la lucha con los demonios, que la chica de Rengoku había perdido la memoria y que estaba en riesgo vital y no tuve corazón de ir donde Tomioka, debía estar frustrado por no haber matado a ninguna Luna, a Douma, de haber dejado que murieran tantas personas y no haber podido hacer nada y yo era la menos indicada para estar con él en estos momentos

tomé mi motocicleta de la casa de kagaya y me fui lejos a sanar mis heridas.
a espantar los fantasmas que me persiguen, porque justo el día que mi madre me había intentado matar, era el aniversario de la muerte de mi hermana, y estaba segura que ella no lo recordaba.

odio parecer vulnerable, y siempre me escondo detrás de una broma, pero estaba cansada y necesitaba estar sola.

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decisiones 2 (Tomioka x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora