¿Comprendes?

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"Oigan, ¿quién es esa señora que a veces las recoge en la escuela?" Angie, una de sus compañeras de clase y una total chismosa, preguntó durante el recreo un día.

Cassidy miró a su gemela y le pidió en silencio que respondiera porque odiaba hablar mientras comía. Caroline, que no tuvo problemas para hablar con la boca llena de comida, a pesar de que su madre le pedía que no lo hiciera, se encogió de hombros. "Es Andy."

Angie frunció el ceño, claramente decepcionada por la falta de información, y miró su manzana durante un par de segundos. Las vacaciones terminarían pronto y tenía que elegir sabiamente las preguntas más importantes. "¿Quién es Andy?"

Caroline puso los ojos en blanco porque, sinceramente, ¿a quién le importa? "Ella es Andy, eso es todo".

Y era verdad. Andy era Andy y eso fue todo.

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"Entonces..." Angie estaba comiendo un plátano la siguiente vez que tocó el tema. "Esta Andy... ¿trabaja con tu mamá? Porque un día la vi hablando con Roy".

"Ella trabaja en The New Yorker".  Caroline estaba comiendo un pastel de fresa y no levantó la vista mientras respondía.

"Está bien, pero ¿por qué te recoge a veces?" Angie no iba a dejarlo pasar.

Caroline la miró como si estuviera loca o como si se estuviera perdiendo algo obvio, y Cassidy las miraba confundida, como si no pudiera entender por qué les hacían esa pregunta. "Porque mamá dijo que podía". Podría haber terminado con un 'duh' por el tono de su voz.

Y era verdad. Andy vino a recogerlas, generalmente los jueves y martes, muy raramente los viernes, porque su mamá dijo que estaba bien y luego comenzó a hacerlo.

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"¿Tu mamá vendrá al recital?" No fue Angie quien preguntó, sino una chica bastante simpática, que tocaba el violonchelo en su orquesta, llamada Janete - Janie, para las amigas.

"Sí." Caroline asintió y Cassidy copió su movimiento muy emocionada a su lado.  "Dijo que estará aquí a las 7 en punto".

"Oh." Janie frunció el ceño. "¿Pero no va a ayudarles a ustedes dos a prepararse? ¿Con su cabello?"

Cassidy negó con la cabeza y, como no estaba comiendo, fue quien respondió a su amiga. "Andy le pidió a Serena que le enseñara a trenzarnos el cabello, así que ella lo hará".

Janie parecía satisfecha con eso, sabiendo que sus dos compañeras de orquesta no aparecerían luciendo diferentes a las demás o llegarían tarde al espectáculo, pero Angie, que intentó tocar el triángulo pero nunca lo logró, volvió a sentir curiosidad. "¿Quién es Serena?"

"Ella trabaja para mamá". Caroline empezó a guardar sus libros en su mochila.

"Oh." Angie esperó un total de diez segundos antes de preguntar. "¿Y por qué esa Andy te está peinando?"

Caroline y Cassidy intercambiaron una mirada, luciendo una mezcla de molestia y confusión, antes de que Cassidy se encogiera de hombros. "Porque mamá tiene una reunión hasta las 6 y nos encontrará aquí a las 7".

"Honestamente, Angie, ¿no prestas atención?" Caroline puso los ojos en blanco dramáticamente mientras se alejaba.

Y era verdad. No es que Angie no prestara atención a las conversaciones; de hecho, lo hacía con bastante frecuencia. Pero Andy les peina. Serena le había enseñado cómo hacerlo y dijo que había muchos videos que se lo dejaban aún más claro y que estaba segura de poder hacerlo. Tendrían que confiar en ella.

Mirandy One Shot - Segunda EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora