︎𝗥𝗼𝗺𝗮nce 𝗔𝗹 𝗧𝗿𝗶𝗻𝗼mio ── CHANGINMIN

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Changbin y Chan estaban pensando en cómo un chico de dieciocho años le estaba ganando en una partida de uno, ni hablar de Felix que se comió la mitad del mazo por no tener como defenderse de los ataques de los demás. Jeongin colocó la última carta, la cual era un más cuatro y que iba dirigida al pobre de Felix.

—Ya no juego más, ¿quien jodido mezcló las cartas? —mostró sus cartas las cuales eran solo de dos colores.

—Lix, ¿estás seguro que tomaste las cartas que estaban mezcladas? —quiso saber Changbin apuntando el mazo que estaba a su lado y no las que estaban al lado de Chan.

—Mierda —exclamo haciendo que los presentes rieran.

—Yo me pregunto ¿cómo pasamos de ganar en apuestas ilegales a que nos ganara un niño en el uno? —exclamó riendo Chan mientras negaba.

Changbin carcajeo a recordar esos tiempos, unos adolescentes sin control, carreras clandestinas, peleas clandestinas y una alta variedad de cosas más ilegales, nunca cayeron presos, un milagro, pero sí se ganaron sus enemigos al igual que ganó a un omega o el omega se lo ganó a él.

—Jeongin, ¿Sabes dónde está Seungmin? No recuerdo haberlo visto por la tarde —le pregunto al menor, viendo como volteaba a ver a Felix y viceversa.

—Es verdad, HyunJin tampoco ha estado revoloteando por acá y jugando con nosotros, ni hablar de Han y Minho… —añadió Chan mirando seriamente a los chicos que estaban al frente de él, seguramente le estaban ocultando algo, estaba por hablar pero unos brazos acariciando sus hombros hasta llegar a su pecho lo interrumpió.

—¿Qué hacen? —sonrió el beta a los chicos apoyando su barbilla en la cabeza del alfa, sacando de un apuro a los menores.

—Jugábamos a las cartas Hyung —respondió con una sonrisa el pelinegro con pecas.

La puerta trasera abierta llamó la atención de los chicos que estaban en el comedor, en solo unos segundos vieron a Seungmin entrar al comedor todo agitado buscando algo con su mirada, llegando así a unir su mirada con la de su alfa.

—Chan y Bin debemos hablar…

El beta mayor sabía lo que pasaba, nunca se veía al mismísimo Kim Seungmin con un rostro de preocupación, y el alfa de este sabía que algo andaba mal, y que debían hablarlo. Jeongin sentía a su lobo gimotear por algo, pero no sabía con exactitud qué ocurría, solo lo ignoró jugando con el mazo de las cartas revolviendo de ellas, para evitar sentir el aire tenso que se había formado.

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Chan estaba de pie en la recamara que utilizaba como oficina, y Changbin estaba recargado en su escritorio esperando que Seungmin hablara de una vez por todas, WooJin lo notaba bastante nervioso y no sabía el porqué, pero debía de ser por lo mismo de que quería hablar el omega.

—El alfa que tomaron como rehén reveló que no estamos seguros acá —soltó de la nada, sintiendo como la mirada de Changbin era más fuerte que antes.

—Espera un momento —detuvo bajando su mano la cual utilizó en señal a que el omega no hablará más —. ¿Fueron a donde el alfa, que claramente le dijimos que no se acercaran?

—Si.

La risa irónica que salió de Changbin fue todo para revelar que estaba más que molesto.

—¿Pero lo que te dije no te preocupa? —quiso saber el omega, olvidando que no estaban solos en la recamara.

—¿Cómo esperas a que te crea si no sabemos si ese maldito hombre dice la puta verdad? —exclamó molesto.

—Mierda, entonces esperemos que nos den la maldita emboscada, y quien sabe si nos pueden superar en hombres y se lleven al chico que nos ordenaron cuidar… ¿Woosung estará contento de ver a su cachorro junto con él en ese estado?¿Estará feliz de ver que ni siquiera lo pudieron cuidar como él lo hizo con ustedes? —reveló enfadado.

—Entonces… ¿Dime cómo se enteraron de que nuestra localización fue revelada? —se cruzó de brazos aún apoyado en el escritorio.

—Minho vio que dicho alfa tenía algo extraño detrás de su cuello cubierto por su cabello, y se percató que era un GPS que llevaba rastreando todo desde que lo trajimos acá —explicó mordiendo su labio, la recámara era un lío de feromonas mezcladas de un omega dominante molesto junto a un alfa dominante de la misma forma.

Chan se acercó a WooJin al saber que este puede percibir bastante más que otro beta las feromonas de cualquier casta, lo atrajo a él, sintiendo la respiración agitada y errática que tenía el beta.

—Espera afuera, será mejor para que te tranquilices, ¿Okey? —habló suavemente, viendo como el beta se negaba y se apegaba más a él.

Changbin camino de un lado a otro por la habitación, llegando a una pared para golpearla, apoyando su frente en la pared al igual que ambos codos para pasar sus manos por su cabello. Kim se quedó parado mirando a su novio, la frustración para Changbin era bastante alta por saber que su omega puro haber estado en peligro y el ni en cuenta, también por saber que habían revelado por ellos mismos su ubicación.

—Nos iremos ahora mismo a ver a D6, allí empezamos a tomarnos esto más en serio, todo por nuestra seguridad y la seguridad del cachorro de WooSung, ante esto, Seungmin tiene razón, sea verdad o no, debemos movernos lo más rápido posible antes de que sea demasiado tardé —al fin optó por entrometerse Bang, aún abrazando a WooJin que estaba bien pero no del todo.

Seungmin se acercó al beta mayor para verlo, algo no pintaba bien y eso lo hablaría con WooJin más tarde.

—Lo llevaré a su habitación —informó Seungmin a Chan tomando delicadamente del brazo del beta.

Chan quedó solo junto a Changbin en la oficina, se quedó mirando a su Hermanastro por unos segundos antes de hablar.

—¿Tú lobo te está recalcando lo mal que lo has hecho o me equivoco? —encaró cruzado de brazos al ver que el menor no había hablado.

Seo se recompuso para salir de allí, pero Chan lo detuvo tomándolo de su brazo.

—Debes controlarte, Seungmin es alguien quien vale la pena, no debes de andar golpeando lo más mínimo cuando algo se te va de las manos… él se dará cuenta de ello y podrá tomar sus cosas e irse. Tienes suerte de que sea un omega dominante, porque si fuera un omega como Minho, lo asustarias y huiría inmediatamente de ti —advirtió soltando al pelinegro, para empezar a tomar los papeles importantes de su escritorio.

Changbin pasó su lengua por sus labios, Chan tenía razón y era lo menos que quería. Saliendo al pasillo escuchó la dulce risa de Seungmin proveniente de la habitación asignada del Sub Alfa. Se acercó a ella pero no entró, solo observó a lo lejos como el Sub alfa recibía mimos por parte del omega o algunas veces cosquillas. Dándole un pequeño revoltijo a su lobo, que a pesar de estar frustrado por lo ocurrido, se alegró al ver a ambos chicos, cosa que extrañó a Changbin.

[...]

El siguiente capítulo me dio penita...