★La tortuga de NY★ (Miles Morales x Mikey 2018)

Capítulo 9: Miedo

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Advertencia:

Este capítulo contiene menciones +18 por favor leer bajo su propia responsabilidad y con discreción

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Miles se encontraba en su habitación y estaba con...Gwen, ella se encontraba sobre su regazo dándole un beso tras otro mientras ambos susurraban pequeñas palabras.

"Te amo"

"Te extraño"

Eran algunas de ellas mientras las manos de ambos pasaban por el cuerpo del otro dando caricias inseguras, hasta que las manos de Miles se deslizaron bajo el brasier de su acompañante y comenzó acariciar con cuidado sus pechos mientras la escuchaba jadear con ciertos nervios.

— Enserio te extraño...

Murmuró el pelinegro cerrando sus ojos mientras se escondía en el cuello de Gwen y aspiraba su aroma.

Que era...naranja con panqueques?

Volvió abrir los ojos y ya no era Gwen quien estaba en su regazo, si no MJ en su forma humana con su cara sonrojada aferrado a su cuello con vergüenza.

— Por qué me extrañarias? Estoy aquí contigo cariño...

Escucho decir al menor y el pelinegro no se molesto por este cambio, solo sonrió y beso a su nuevo acompañante con amor.

— Si...estás conmigo.

Respondió y los besos volvieron mientras Miles deslizaba sus manos por la espalda de Mikey acariciando cada pequeña parte de su ser.

Sentía a Mikey contraerse en su puesto pero no lo apartaba para nada, así que paso a su cuello y comenzó a darle pequeños besos y mordidas a su paso, provocando chupetones en su morena piel.

— M-Miles...

Murmuró Mikey entre jadeos pero el humano continuo con su labor, sus manos apartaron el saco naranja de su acompañante y aprecio con deleite como hasta los hombros de Mikey se encontraban sonrojados como su cara.

— MJ...

Susurró el humano solo enfocado en el.

¿Gwen? ¿Quien era Gwen en ese momento?

Poco después las manos de Miles se encontraban en la parte baja de su acompañante y sus piernas, pellizcaba sus esponjosos muslos llenos de pecas, se deslizaba con delicadeza por su interior mientras Mikey suspiraba nervioso en su oído.

Su mano había tomado valor y ahora daba placer a Mikey acariciando de manera tortuosa encima de la ropa interior del menor a la par que subía y bajaba su mano mientras el menor lloraba de placer en su hombro y susurraba pequeñas palabras inentendibles.

El naranja también había comenzado a proporcionar placer a su pareja y acariciaba su miembro sobre la tela de su interior de manera juguetona, provocando que de la voz de Miles comenzará a escaparse gemidos igual de sucios y lamentables que los suyos.

Para acallarlos ambos se besaban de manera hambrienta tomando casi nulos segundos para respirar y volver a ese contacto tan deseado.

Pronto Miles había unido sus cuerpos con delicadeza, Mikey tiraba su cadera para adelante buscando contacto mientras Miles no dejaba de besar su piel, Migue necesitaba soporte así que nuevamente se aferró a su compañero está vez rasguñando su espalda entre gemidos.

— M-Mas rápido, cariño, por favor ~

Suplico el menor al sentirse tan cerca y el pelinegro obedeció la petición mientras lo besaba y dejaba marca en su piel.