OCATIS

CAPÍTULO CUATRO

"Entrenamiento de novatos"
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—Día nublado, frío helado con una brisa que congelaba hasta los huesos dentro de la carne de cada humano en la localización de los Intrépidos.

Y aquella tarde, Sacha, Dina y Armida llegaban por primera vez al campo de entrenamiento, donde Einar Anders ya estaba esperando. Los novatos junto a aquellas tres nuevas amigas se encontraban todos con nuevas vestimentas, esas eran negras, de cuero, pantalones e incluso guantes.

Sacha y Dina habían dicho que usar guantes de cuero era raro y confuso, incluso chistoso; creían que era mejor usar guantes de lana para protegerse del frío, y no aquellos que tenían averturas para los dedos. Pero claro que Armida Wintson, al nacer en Intrépidos, tuvo que decirle a ambas las razones especiales e importantes para aquello.

Y ya que todos estaban presentes, fue la rubia de ojos misteriosos, quien por fin llamó la atención de todos. Einar estaba con un porte de respeto, miedo, incluso misterioso. Los que no la conocían, creían que era rara, y los que sí, creían que era alguien a quien admirar-

Dina: Bien, parece que la Capitana Arrogante por fin hablara. -susurró a sus amigas-

-Armida frunció el ceño al escuchar aquello, pero Einar tenía un super oído gracias a los experimentos, podía escuchar todo aunque no quisiera. Así que se acercó sin dudarlo a la morena de ojos azules, quien al verla de frente, trago saliva-

Einar: ¿Cuál es tu nombre? -preguntó seria-

Dina: Dina Kouh, nacida en Trabajadores. -murmuró nerviosa-

Einar: Solo te pregunte tu nombre. -frunció el ceño- Pero ahora veo por qué la falta de respeto y los comentarios ignorantes que salen de tu asquerosa boca. -se giró, dándole la espalda a la morena y alzando la voz- Para los novatos que acaban de llegar a los Intrépidos, les advierto. -llegó nuevamente al frente, mirando con enojo a todos debajo de aquellos lentes de sol- Ningún Intrépido se comporta como la Ignorante de Kouh, así que más les vale que aprendan a medir sus palabras a sus superiores... si es que no quieren una sanción.

-Sacha asintió, y Dina sintió demasiada vergüenza al saber que estaba siendo reprendida su primer día. Jamás había sido regañada, siempre fue alguien impecable en los Trabajadores-

Einar: Hay una tabla, pueden verla detrás de mi. -comentó a todos- Pensaba ser menos ruda con ustedes, pero viendo que han llegado con la mentalidad de ser mejores que sus superiores, los novatos no nacidos en Intrépidos tendrán que pelear, entrenarse y medir sus habilidades junto a los nacidos de aquí.

Sacha: Eso no es justo. -se quejo-

-y Einar una vez más se acercó a aquel pequeño grupo, aunque esta vez en lugar de mirar a la morena, miró a la pelirroja-

Einar: Aprenderán lo que es justo aquí. -expresó entre dientes-

Sacha: En los Trabajadores no se trataba así. -le miró mal-

Einar: Entonces puedes regresar a ese campamento. Si no crees ser capaz de cerrar tu maldita boca como tu amiga, ambas pueden regresar, quizá aún las acepten.

-la pelirroja no dijo nada, aunque trato de hablar, ningún otro argumento se le ocurrió en ese momento-

Einar: Ya no son de los otros campamentos, ahora son Intrépidos, aprendanselo. -miró mal a todos- Aquí, si uno comete un error, todos pagan. -volvió a regresar al frente- Deben aprender que todos somos uno, si no están hechos para acatar las reglas de este campamento mejor váyanse, porque no queremos a alguien débil, inepto e ignorante. En los Intrépidos formamos líderes, seguidores, gente que sepa seguir ordenes y mantener la compostura. No somos animales, ni mucho menos mediocres.