OCATIS

CAPÍTULO SEIS

"Banderines robados"
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-Aquella mañana de Febrero, Einar gritaba con demasiado dolor, desgarrando su garganta e intentando quitarse aquella máquina que tenía en los ojos.

Karen Gurh, su tía y la Jefa de los Intrépidos, solo veía su computadora la cual mostraba qué tan adecuada era la muestra de aquel proyecto en el que trabajaban.

Los científicos miraban a la mujer con preocupación, los gritos de Einar era demasiados desgarradores; esta vez no habían chistes oscuros, no habían risas, sólo habían gritos, dolor, sufrimiento.

Y Hana, quien ya no soportaba ver y escuchar aquello, corrió hacía la mujer que no cedía a los gritos de su propia sobrina-

Einar: ¡Por favor, para esto! -gritó con dolor- ¡Jefa! ¡Vamos, me duele!

Hana: Karen, vamos. Hazle caso a Einar, no está soportando. -la reprendió con angustia-

Karen: No, aún no, falta poco para que los resultados estén listos. -la miró con seriedad-

Hana: La estas lastimando, Karen. -la miró mal-

Karen: Einar nunca se ha quejado, solo es un poco de dolor. Entenderá que se hace por el bien de Ocatis y de los Intrépidos.

Hana: Por Ocatis, Karen. Es tu sobrina...

Einar: ¡Por favor, saquenme de aquí! -gritó con la voz entrecortada- ¡Me arde, por favor!

Hana: Karen. -la miró desesperada-

Karen: Te recuerdo que sigo siendo tu superior, Williams. -la miró-

Dimitri: Mi señora. -murmuró angustiado por los gritos-

Karen: Vamos, solo es Einar. Puede soportar más, debe aprender a hacerlo. -miró a todos los científicos-

Hana: Es un persona.

Karen: No, es un híbrido. -sonrió- El mejor y único que tenemos. Un super soldado.

Hana: ¡Solo es mi pequeña niña! -gritó con los ojos cristalizados-

Karen: Oh, mi querida Hana. -sonrió con falsedad- Te has convertido en una blanda mujer.

Hana: Y tú te has convertido en todo menos humano. -la miró mal- Solo escucha a tu sobrina. Pon su salud y vida antes que un tonto experimento.

-Karen regreso su vista a la computadora, y sonrió feliz, a pesar de escuchar los gritos desgarradores de Einar, al ver completada la prueba de su nuevo proyecto.

En ese momento, Karen por fin presionó el botón de apagado, y las máquinas que tenían aquellas agujas que estaban literalmente en los ojos de Einar, se alzaron, saliendo de su objetivo.

La rubia jadeo sintiendo el peor dolor que nunca en su vida sintió, intentaba ver con sus ojos ahora que ya no tenía nada, pero después de pestañear e intentar enfocar, solo veía oscuro. Sintió las lágrimas recorrer sus mejillas, sentía su cuerpo temblando en aquella cápsula donde siempre la metían cada que de experimentar con su cuerpo se trataba, y al momento de querer hablar, sintió dolor de tanto gritar-