Capítulo XI: ¿Qué diablos me pasa?

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Minho no dejaba de pensar en lo que Jisung había dicho en la cafetería, estaba colorado, agitado y excitado mientras se masturbaba sin parar, claro, ya llevaba horas así.

No era la primera vez que Minho se masturbaba, claramente lo había hecho más de lo normal, todas sus veces fueron pensando en mujeres, así es, ese era su mayor dilema, el hecho de que se masturbara pensando en Jisung, un chico.

𝐃𝐞𝐛𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐥𝐨𝐜𝐨 Pensaba una y otra vez, después de todo, jamás había dudado tanto de su sexualidad como en aquel momento. Lee Minho, también conocido como el domador de mujeres, obviamente estaba confundido, después de todo no demostraba su heterosexualidad mientras se masturbaba pensando en Jisung. Está bien, era el chico que lo salvó, no dudaba que era muy atractivo, incluso la primera vez que lo vió, cuando su mayordomo le mostró la foto después de localizarlo, incluso ahora le parecía jodidamente atractivo, aunque, a lo que se refería con hacerlo suyo, según él, solo era como muestra de agradecimiento por salvarlo, claro, esto tampoco se lo creía él mismo.

No se había puesto a pensar cuando se peleó con Tae, ni cuando le dijo que Han sería suyo y que se alejara, se estaba volviendo loco, era raro, no es que fuese homofóbico o algo así pero el no se considera ni por asomo gay, ni pensó serio jamás, ¿Qué demonios le causaba ese chiquillo que cada vez que lo veía se ponía nervioso?, ¿Que era tan jodidamente atractivo en él que hacía que ahora mismo se estuviese masturbando sin control alguno solo con pensar en esa cara de mejillas tiernas, y esa cinturita que lo volvía malditamente caliente y ni hablar de su culo, porque ya lo había observado como un acosador?.

Finalmente, y después de que su polla se pusiera roja, se vistió y salió de la habitación, ese día tenía una cena con sus padres, se había olvidado de eso, rápidamente se ducho y vistió formalmente, para salir y comenzar a conducir hacia la casa de sus progenitores.

𝙻𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝙻𝚎𝚎 𝚗𝚘 𝚜𝚊𝚋𝚒́𝚊 𝚎𝚛𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚛𝚎 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚛𝚒́𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚒𝚎𝚓𝚊 𝚊𝚖𝚒𝚐𝚊.

꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚૮꒰˵•ᵜ•˵꒱ა‧₊˚꒷︶꒷꒥꒷꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚૮꒰

Jisung se encontraba en su habitación ordenando el poco desorden que había, así aprovechaba para escuchar música y bailar a su gusto, algo que solía hacer cuando estaba especialmente confundido, hacía fluir sus ideas.

El día anterior, en la cafetería después de pedirle amablemente a Minho hyung que follaran, y recibir como respuesta una explicación extensa del porque no podían había quedado con más dudas que con respuestas, sinceramente no había entendido nada de lo que su hyung decía, hablaba tan rápido y estaba tan rojo que solo se concentró en no reír. Como a Jisung no le gustaba quedarse con dudas, le preguntó a Jungkook sobre el tema, ya que el sabía bastante sobre eso, este le contó sobre posiciones y métodos anticonceptivos, además de informarle sobre el placer que las personas sentían y algo llamado "orgasmo" además del líquido preseminal, que era color blanco y tenían buen sabor, según Jungkook hyung mencionó. Sí, Han ya estaba bastante informado sobre aquel tema que sin saber había obsesionado a la ardillita, y sin lugar a dudas era algo que el muchacho quería experimentar.

Se sentó en la cama, ya con todo ordenado, y prendió su teléfono, regalo que sus madres le habían hecho recientemente, sí, Jisung tenía teléfono antes, pero lamentablemente, y después de ver en Instagram una publicación con su nombre y leer aquel contenido repugnante sus ganas de tenerlo se esfumaron, así que Rose Y Jisoo optaron por quitárselo. Claro, ahora que de verdad tenía amigos buenos, y que se preocupaban por él la necesidad de ese aparato volvió hacerse presente, por lo que le habían comprado uno nuevo, y de muy alta gama por cierto.

Abrió whatsapp, en dónde estaba su grupo de amigos, de nuevo, solo había memes y videos de tiktok que Hyunjin y Felix mandaban, aunque sin mensajes de su hyung Minho, ni uno solo en su contacto personal, nada, y eso era raro, ya que normalmente se mensajeaban diario, hablaban de cosas sin sentido, además de preguntarse el uno al otro sobre su día y el cómo estaban. De quién si tenía mensajes era de Tae hyung, quien lo invitaba a comer algo en un restaurante a solas, como una cita de amigos, así que eso le parecía bien a Jisung, quién le prometió pedir permiso a sus madres y no dudaba que lo dejasen, aún así no tenía demasiadas ganas de ir, porque quería ver a Minho hyung, quién le había prometido ir a una heladería, aunque viendo su repentina desaparición eso no se iba a poder, así que sus ánimos habían bajado un poco, por no decir mucho.

Decidió intentar dormir un poco, tenía sueño, así que dejó su teléfono a su lado, mientras sus ojitos se cerraban con pesadez, iniciando un sueño profundo y para nada reconfortante.

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-Hola cariño, siéntate, vinieron unos antiguos amigos cielo, saluda- Habló la madre de Minho, quién ya estaba sentada a la mesa, mientras las sirvientas servían la elegante cena de aquel día.

-¿Por qué llegaste tarde?, no haces nada de provecho y aún así sales con tus irresponsabilidades- Dijo su padre, un señor de cabello color negro, con muchas canas, orbes tan oscuros como los de Minho pero sin un solo rastro de humanidad, cruel hasta la médula.

A regañadientes, y sin ver quiénes eran sus invitados se sentó, justo al lado de una hermosa muchacha de cabello castaño y sonrisa de conejito, Minho palideció en ese momento, era una antigua amiga a quién no sólo había arrebatado su inocencia y confianza, si no también su virginidad, alguién que por muchos años consideró familia, que lo entendía y amaba tal como era, alguién que sufrió a su lado pero que se mantuvo firme y con una sonrisa.

-Nayeon y sus padres regresaron esta mañana de Japón y querían verte Minho- Su padre había hablado, logrando que este saliera de su trance.

-Minhonnie hyung, lo extrañé mucho- Allí estaba ella, con esa dulce e inocente sonrisa de conejito que volvía loco a cualquiera. -Espero que acepte mi petición de matrimonio, me haría la mujer más feliz del mundo-

Y esas fueron las palabras que dejaron a Minho en trance total.

-¿Có-Cómo dijiste?-

-Minho, nuestras familias han decidido unirse, y ya es hora que nos entregues un heredero, así que, te casarás con la señorita Nayeon.

-Sabemos la química que ustedes tienen y como les dolió separarse, así que decidimos hacer esto por ambas familias Minho- Habló la madre de Nayeon.

-Además, los beneficios que obtendremos de esto es bastante, así que todos ganamos, además, Nayeon, ¿no querías decirle algo a Minho?-

Minhonnie hyung, recuerdas aquella vez en tu casa, un día antes de irme a Japón, me dijiste que me amabas y yo correspondí y una cosa llevó a la otra, Minho, eres padre de un hermoso niño-

Y por fin cayó en cuenta del bebé que dormía plácidamente en una esquina.

Minho estaba perdido.

ᰔTe hice una promesa, y la cumplí hasta mis últimos díasᰔDonde viven las historias. Descúbrelo ahora