Han Jisung padece de autismo, un transtorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.
Cuando acude a una preparatoria complet...
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Jisung estaba en una habitación oscura, desnudo, mientras un hombre chupaba sin cesar y con sonidos morbosos su pene, temblaba, mientras el hombre tocaba cada rincón de sus zonas más íntimas, hacia marcas en todos lados de su hermosa piel suave y blanca, como la de un bebé.
El señor gemía mientras le azotaba el culo de manera dolorosa, sus estocadas cada vez más fuertes e insoportables, sus ganas de llorar se hacían cada vez más fuertes, pero no podía, sabía que eso solo empeoraría las cosas. El hombre finalizó, el caliente líquido blanco por toda su rosa y maltratada entrada, se quedó inmóvil mientras el señor le repetía una y otra vez: -Tu eres mío, ardillita, tu precioso culo también lo es, bonito, mi maldita perra sucia...
Jisung despertó sudado, tenía los brazos rasguñados y la ansiedad se hizo presente, le faltaba el aire y tenía las mejillas llenas de lágrimas, como pudo agarró su teléfono y marcó el número de su hyung, sonaron los primero tres tonos y su voz se escuchó.
-¿Hannie?, es muy tarde, ¿ocurrió algo?-
-Minho hyung.... Estoy solo en casa, lo necesito... Por favor venga.. - Su voz apenas un susurro, temblorosa, necesitada, asustada.
-¿Dónde estás?, esperame, llegaré en cinco minutos-
Y la llamada se colgó, Jisung se hizo bolita en su cama, se jalaba el cabello con mucha ansiedad, los brazos comenzaron a sangrarle. Sintió como su cama se hundía con el peso de alguién.
-¿Hannie?- Una voz reconocida se escuchó, era Minho, ahora agradecía que sus madres le dieran una copia de las llaves de su casa aquella vez que lo avergonzaron en el hospital, después de todo, no había sido tan mala idea.
-Hannie... Necesito que mires al frente, mirame a mi, respira hondo cierra los ojos y concéntrate en que estoy aquí, en que estás a salvo-
Dijo un Minho preocupado al notar como Jisung no paraba de golpearse a sí mismo hecho un ovillo, notaba como su pecho subía y bajaba con desesperación, como si no pudiese respirar, había vivido ataques de ansiedad con su hermana menor, pero jamás tan fuertes como aquellos, al notar como Han no se calmaba atrajo su cuerpo a su pecho, dónde se quedó inmóvil por unos instantes antes de aferrarse a Minho, quien solo pudo sostenerlo y dar suaves caricias a su espalda.
-L-lo sie-siento Min-Minho hyung.... Yo no acostumbrado tener ataques tan fuertes- Jisung se escuchaba apenas en un susurro, pero algo que tranquilizó a Minho es que ya no sonaba histérico.