-Okkotsu Yuta, estudiante de la escuela de hechicería de Tokio, es considerado clase especial. Su poder no tiene un límite y es muy poderoso, tendrá que aprender a dominarlo con la ayuda de cierta chica que tomara un gran significado en su vida.
-U...
Es inevitable sentirse solo, saber que no hay nadie a quien le puedas contar tus problemas y que ese alguien te ayude a salir adelante. Es difícil, pero no imposible encontrar alguien así, es cierto que no se ganará nuestra confianza al inicio de esa amistad. Pero pronto te das cuenta que vale la pena.
¿Tu ya encontraste la tuya? ¿No? Lastima.
Yo ya la encontré, y se llama...
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Mitsuya: YUTAAAAAA
El chico/maldición corrió hasta el, se tiró encima de el mientras lloraba falsamente por volver a ver a aquel pelinegro.
Yuta: ¡Mitsuya-San! Que bueno que regresaron, ¿Cómo les fue?
Le respondió el pelinegro mientras le regresaba el abrazo en el suelo.
Mitsuya: ¡Fue un horror! La loca esa me exprimió como limón y ni hablar de Satoru, sus entrenamientos nos dejaron así!- Volvió a abrazarlo después de acusar a la chica y al maestro, era cierto que los entrenamientos del albino podrían llegar a ser muy exigentes.
_____: Eres un llorón Mitsuya- Hablo por primera vez la pequeña, llevaba su mano vendada y un collarín.
Yuta: ¡______-San! ¿Está bien? ¿Le duele algo?- El pelinegro la inspeccionó de pies a cabeza mientras la tomaba por los hombros.
El peliblanco, yacía en el suelo, los miro con una ceja alzada ¿El no contaba? ¡Tenía una uña rota!
Panda: ¡Bueno chicos, Maki, Toge, Mitsuya y yo nos vamos!
El panda empujó a los chicos lejos de ahí, quería darles espacio a ellos dos, si bien sus sospechas eran ciertas debían terminar como una pareja perfecta... Claro, según el.
_____: ¿Que diablos harán sin nosotros?- Habló la pelinegra mientras los veía irse.
Panda: ¡Haremos una pijamada en el cuarto de Mitsuya!- ¿Acaso no sabían una excusa mejor?
Mitsuya ni siquiera tenía cuarto.
Cuando por fin sus compañeros desaparecieron de su vista ella dirigió su mirada a su compañero, el cual, parecía demasiado nervioso ante su mirada. Podría atreverse a decir que incluso parecía sumiso.
_____: Bien, ¿Te quedas?- Comenzó a caminar.
Yuta: ¿A d-dónde vamos?- Pregunto con un nerviosismo, su cuerpo simplemente la siguió sin su autorización, era como si su cuerpo reaccionara de inmediato ante cualquier petición de ella.
_____: ¿No es obvio? ¡Haremos nuestra propia pijamada!
Que gran error... Pero para ellos, que gran idea.
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Satoru estaba en el cuarto de la chica, estaba esperando ansioso por su llegada. Quería disculparse por su actitud tan mala en el entrenamiento, gracias a su distracción la chica ahora tenía aquel collarín. No podía pensar en otra cosa más que en el momento que paso entre ellos dos. ____________________________________________
