Amor Correspondido

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Antes que nada; cambiará un poco el arco de shibuya ya que tenemos que meter a la protagonista de este libro.
Poco a poco se explicara el porque de su resurrección.

Sin más, ya 2k de vistas, gracias 😭💗.

Aquel dúo estaba descansando después de una misión ajetreada. Muchos los conocían como cazarrecompensas, pues se dedicaban a asesinar maldiciones y ancianos que abusaban de su poder, eran temidos ya que hacian un gran equipo.

Una llamada interrumpió el descanso de la pelinegra, contesto cuando miro el nombre en la pantalla.

"Ijichi"

____: ¿Qué sucede?

Tiro lo sobrante de la colilla de cigarro en un charco.

Ijichi: señorita ____... Su presencia fue solicitada en Shibuya... Necesitamos a todos los categorías especiales, la misión se salio de control y sellaron al señor Gojo.

La pelinegra sobo su entrecejo, tenía que regresar, era un problema muy grande que sellaran al más fuerte.

____: bien, ocúpate de que Itadori no muera... Y no le digas a Nanami.

Ijichi: señorita... El señor Nanami mu-

Colgó el teléfono sin dejarlo terminar, debían ajustar todo antes de irse y necesitaban irse lo más rápido.

____: nos vamos a Shibuya.

Sin mirarlo se levantó de donde estaba sentada y camino hacia la salida.

____: parece que la misión fue ascendida a otro rango, necesitan a los hechiceros más fuertes.

Hizo a un lado el cuerpo de un hombre aproximadamente unos 50 años le calculaba, era una rata, como le gustaba llamarlos, qué se dedicaba a matar mujeres con ayuda de maldiciones, se lo merecía.

Miró al chico que estaba recargado en la pared con un cigarrillo en la mano. Este mismo se llamaba Miko, un chico alto de cabello negro y todo su cuello lleno de tatuajes, básicamente el tipo de muchas chicas.

Miko : deberíamos de irnos lo antes posible ¿No?. Todos tus compañeros estarán felices de verte de nuevo.

No sabia si estarían felices, saber que tu compañera que creían muerta durante todo un año realmente estaba vivita y coleando.

Le preocupaba más Nanami, ¿Como reaccionaria?.

____: apresúrate, tenemos que salir esta misma noche a Shibuya.

Volvió a retomar su camino mientras miraba como otros hechiceros pasaban a la escena.

Había cambiado, era una persona más seria y fuerte, su cuerpo había obtenido músculos debido a todo el entrenamiento qué había realizado durante los últimos meses de rehabilitación. Tenía el pelo a los hombros, lo ataba en una media coleta, un tatuaje apareció en su brazo izquierdo, recorría desde su ante brazo hasta la muñeca.

Le gustaba su nuevo yo pero extrañaba a su anterior versión. Aquella niña que era molestada por un par de albinos adictos a los dulces, ahora uno estaba sellado y el otro muerto.

Había cambiado su uniforme, no tenía mangas y el cuello de la camisa era largo, llevaba un pantalón holgado y unos tenis para su comodidad.

Satoru se había enterado unos días después del milagro que había sucedido (todo siendo plan de el y Mitsuya) y se encargo de sacarla de los límites de los altos mandos, la había mandado a estados unidos y unos meses a México, había aprendido de más chamanes y volvió a obtener el categoría especial.