[XIII] ÚLTIMA OPORTUNIDAD.

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Chan acariciaba la espalda de un desconsolado Hyunjin, mientras que Minho estaba sentado un poco más apartado, manteniendo una expresión pensativa en el rostro.

—P-pensé que t-tendría la oportunidad de estar juntos —habló el rubio entre hipidos—. Fui un iluso, él no se acordaba de nada.

—No te sientas mal, Hyunjinnie. Cualquiera pudo ilusionarse con lo que pasó.

—¡Es que soy un tonto! —exclamó y limpió sus mejillas llenas de lágrimas—. ¡Jeongin nunca me corresponderá, y aún así sigo con la idea de que algún día lo hará! Me lo ha repetido un millón de veces, y sus acciones se delatan solas, pero sigo siendo el mismo idiota de siempre que se ilusiona por lo más mínimo y espera que todo cambie repentinamente.

Bajó la cabeza derrotado, tapando su rostro con ambas manos. "Si estoy sufriendo es por mi culpa y solo mía. Sé que nada sucederá entre ambos y aún así mi mente se encarga de darme falsas ilusiones.

Chan hizo una mueca con los labios, sintiéndose horrible al ver a su amigo y primo de esa manera. Hyunjin era como su hermano menor, y le dolía ver que estaba sufriendo por todo esto de un amor no correspondido.

Miró a Minho y ladeó la cabeza curioso, —¿Qué tanto piensas? Has estado así desde que Hyunjin nos contó todo lo que sucedió.

Minho lo miró unos segundos y luego desvió su mirada a Hyunjin, manteniéndola en él por unos cuantos segundos. Dudando entre si decir lo que pensaba o no.

Su cabeza tenía miles de pensamientos e ideas sobre la situación Hyunjin/Jeongin, y lo que menos quería era darle falsas esperanzas a su amigo.

—Es que todo es... confuso —dijo luego de una rato en silencio—. Siento que Jeongin no está siendo del todo sincero.

Hyunjin levantó la mirada, en sus ojos denotando curiosidad, —¿A qué te refieres?

Minho chasqueó la lengua y se levantó de su asiento para acercarse más a Hyunjin. El mayor de todos también se acercó, interesado de lo que pudiese decir Minho. Se encontraban en un salón vacío y abandonado del instituto, y ya habían perdido las dos primeras clases, pero les importaba muy poco; debían ayudar a Hyunjin.

—Piénsalo bien —comenzó a hablar Minho—. Las personas cuando están tomadas, suelen ser demasiado sinceras, y creo que todo lo que dijo e hizo Jeongin fue completamente genuino. Jinyoung nunca fue de su agrado, y nunca supimos la razón de eso hasta ahora que te lo dijo. Quizá siempre sintió celos de él, pero no lo quería aceptar.

Chan mantenía una expresión seria en el rostro, analizando las palabras de Minho y asintió, —Jeongin siempre ha sigo muy celoso contigo, pero ahora es diferente. Él no tendría que enojarse si quieres estar con alguien más. Incluso, le aterraba la idea de que Jinyoung tuviese todo de ti antes que él.

—¿Y eso qué? —replicó Hyunjin—. Ustedes lo han dicho; Jeongin es celoso. Le preocupa que nuestra amistad quede en el olvido.

—Ese es el problema, Hyunjin —siguió Minho—. Esta vez es diferente. Él no tiene miedo de que olvides su amistad, él tiene miedo de que lo olvides. Que deje de gustarte.

"Jeongin es extremadamente orgulloso, y nunca aceptará perder. Siento que tiene miedo de decir que tú le gustas después de tanto que lo negó. Hyunjin, no estoy afirmando nada, pero creo que existe la mínima posibilidad de que Jeongin te corresponda y ni él mismo lo ve.

—O lo ve, pero no quiere aceptarlo —dijo Chan—. Caer por ti, es como perder en un juego que él solo se impuso. Se repitió demasiadas veces que no le gustabas que no puede ver más allá de lo que ha estado sucediendo consigo mismo. Ha pasado más de un mes, ha estado consiente de tus sentimientos y has estado ahí en todo momento, ¿Cómo no podría comenzar a sentir algo por ti?

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