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[VII] CELOS SIN SENTIDO.

—¿¡Dónde está Jeongin!? ¡Se suponía que debía de estar aquí hace quince minutos! —se quejó Jisung, buscando con la mirada al menor del grupo.

Habían decidido ir al parque de diversiones y ya todos se encontraban en el lugar... excepto Jeongin.

—¿Jinnie, no sabes dónde se encuentra Jeongin?

Hyunjin negó y miró su teléfono a esperas de que llegase un mensaje o algo que anunciara el paradero de su amigo.

—No, Channie. Le envié un mensaje y nada, no me responde.

—Chicos, ahí viene Jeongin —comentó Chan, llamando la atención de todos—. ¿Alguien conoce al alto que viene con él?

Buscaron con la mirada a Jeongin, y en efecto, el menor venía riendo y jugueteando con un chico un poco más alto que él.

Un malestar burbujeó en el pecho de Hyunjin y desvió la mirada a otro lado que no fuese Jeongin y su nuevo amigo. ¿Quién era ese tipo? No lo había visto antes y no le gustaba la manera tan confianzuda con la que se trataban.

Una mano se posó en su hombro y miró al dueño, encontrándose a Minho con una clara expresión de preocupación, —Hey, ¿Estás bien?

Hizo una mueca con los labios y bufó, —Sí, es sólo que nunca había visto a Jeongin con ese chico... no me gusta.

—Celoso~ —bromeó Minho y Hyunjin rodó los ojos. El de menor estatura comenzó a reír y a hacerles cosquillas a su amigo—. Ya, no te pongas así, eh. Solo es un amigo de Jeongin.

Los labios de Hyunjin se abultaron inconforme y asintió lentamente, mirando a los dos recién llegados.

—Disculpen la tardanza, pero este tonto se perdió y tuve que buscarlo —habló Jeongin una vez llegó, riendo y empujando al alto.

El chico sonrió apenado e hizo una reverencia para los demás, —Disculpen mi torpeza. Aún no me acostumbro a este nuevo lugar. Soy Choi Beomgyu.

¡Vaya, pero si es otro Kim! Hyunjin estaba irritado e intentar esconder eso lo empeoraría todo, pero no, debía controlarse.

—¿Eres nuevo aquí? ¿También estudias en nuestros instituto? —preguntó Jisung con amabilidad y Hyunjin lo miró mal. ¿Acaso iba a ser amigable con el enemigo?

—Vengo de Namjangju y me mudé hace poco a Seul, y sí, también estudio ahí.

—Con Beom hablamos y nos llevamos genial, y como no conoce a nadie aquí, pensé que era buena idea traerlo.

—Oh, no hay problema. Eres bienvenido —dijo Félix y sonrió.

Traidor.

Jeongin comenzó a presentarlos uno a uno, dejándolo a él de último, cosa que Hyunjin agradeció, ya que aprovechó ese corto tiempo para intentar cambiar su seria cara por una más amigable

—Y este es Hyunjin, mi mejor amigo —presentó el castaño, sonriendo contento.

—Hola.

Ok, había fallado en su intento de ser amigable, ¿Pero cómo serlo cuando Jeongin sostenía del brazo a Beomgyu con tanta familiaridad? Sentía la sangre hervirle por las venas y quería alejar a su amigo a diez metros del chico nuevo.

—Uh, h-hola —saludó Beomgyu, visiblemente incómodo por la forma tan tosca en que Hyunjin le habló.

Jeongin frunció el ceño y miró mal a Hyunjin, —No seas tan odioso, Hyunjin. Ash, no le hagas caso, parece que tiene un mal día.