Me gusta gustarte ❁ HyunIn

[XVII] NO CREO QUE ME GUSTES.

A Jeongin no le gusta estar solo. Por eso Hyunjin tenía que ir a buscarlo al salir de clases para ir juntos al receso. O, si veía clases con algún amigo, Jeongin se iba en compañía de él.

Todos sabían eso, al castaño nunca se le veía caminar solo, por eso era raro verlo ir sin acompañante hasta el salón de música, para apoyarse en la pared y esperar ahí.

Jeongin ignoraba las miradas que los demás posaban en él. Pellizcaba su brazo a modo de distracción y rogaba para que el timbre de salida sonase de una vez por todas.

Como si sus plegarias fuesen escuchadas, el estridente sonido avisó de que la jornada de clases había acabado, así que se paró derecho y alisó su cabello con ambas manos, en busca de verse decente. La puerta del salón se abrió y varios estudiantes comenzaron a salir por ella. Jeongin se levantó en las puntas de sus pies, buscando con la mirada esa melena rubia que poseía el mayor.

—¡Hyunjin! —llamó en cuanto lo vio y corrió hasta él.

El nombrado frunció el ceño cuando vio a Jeongin, pero aún así aguardó en el lugar a esperarlo. El pasillo se había descongestionado un poco, así que solo que se encontraban ellos y un par de chicos más que no les estaban prestando atención.

—¿Viniste solo? —cuestionó una vez tuvo al castaño al frente. Jeongin asintió—. Pero a ti no te gusta estar solo.

—Quise venir a buscarte yo esta vez, Hyunjin —respondió el chico con una linda sonrisa en el rostro.

Puede que el corazón de Hyunjin se acelerara solo un poco. Apretó los labios y asintió lento, —Ya estás aquí, ¿Querías decirme algo?

—Mhm, sí, pero no aquí. ¿Podemos ir a casa? —preguntó Jeongin, mirando a Hyunjin con interés—. Te debo una respuesta de la última vez que hablamos. Acompáñame a casa, como en los viejos tiempos.

Viejos tiempos. Si era sincero, eso le generó un poco de inseguridad a Hyunjin. Los viejos tiempos era cuando solo eran mejores amigos, viejos tiempos era cuando ninguno tenía sentimientos por el otro, viejos tiempos es volver a lo que eran antes.

Tenía la conversación con Jinyoung presente, pero su mente y corazón se encontraban predispuestos ante lo que Jeongin podría hacerle, queriendo evitarle otro sufrimiento.

—¿Entonces? ¿Me acompañarás?

La voz de Jeongin hizo que volviese a la realidad, y dejase de lado todo pensamiento de lo que pudiese ocurrir esa misma tarde, pero como siempre, los bonitos ojos de Jeongin fueron su perdición.

Esos lindos ojos color chocolate que amaba demasiado. ¡A él le gustaba mucho el chocolate!

—Vamos —accedió sin más.

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Ambos caminaban al lado del otro de manera tranquila. A comparación de antes, en donde corrían y se empujaban por el camino, los dos solo se dedicaban a hacerse compañía, en una calma que les llenaba el alma, pero que también hacía que sus nervios creciesen.

—Es extraño —comentó Jeongin, rompiendo el silencio que había entre él y Hyunjin, llamando su atención con esa accción—. Caminar en silencio contigo se siente extraño.

—¿A qué te refieres?

—Es como si estuviese solo, pero también siento que me haces compañía. Como si solo necesitara saber que estás aquí conmigo.

Hyunjin analizó sus palabras y asintió, dándole la razón, —Estamos solos en este mundo, Innie, incluso teniendo familia, amigos o pareja, seguiremos estando solos.