Cap. 11: Duo 1/2

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Mike

Eran las dos de la tarde, me había vestido con una playera negra holgada, unos pantalones blancos igual de holgados y los tenis de siempre.

Era sábado y era el día donde haría con Trollino aquel proyecto, un día antes Trolli me había avisado que lo esperará en la entrada de afuera de la universidad.

Que era en donde ahora me encontraba, estaba esperando pacientemente a Trollino, revisaba mi celular para ver la hora y a los minutos una limosina llegó.

Me sorprendí bastante y por un momento pensé que no podría ser Trolli, hasta que el conductor bajo la ventana y me habló.

—¿Disculpe, es usted es Mike?— me agachó un poco y miro al conductor.

—si soy yo, ¿Por qué pregunta?— desconfiado dije.

—el señorito Trollino me pidió que lo recogiera, así que por favor suba— yo con los ojos abiertos de la sorpresa entro a la limosina, y cuando cierro la puerta el conductor empieza a conducir.

Yo pensaba que Trolli viniera por mi, pero en cambio envío a alguien a qué fuera por mi.

—¿Es su primera vez en una limosina?— pregunto amable el conductor al ver qué estaba sonriendo mientras miraba cada rincón que podía de la limosina.

—si, jamás he visto una, ni mucho menos montado una— estaba algo feliz por lo que estaba experimentando, los asientos eran tan cómodos, que podría dormir ahí mismo.

—en la mesa enfrente tuyo en los cajones de abajo traen algunos bocadillos, puedes tomarlos si quieres— emocionado abro los cajones y veo que están llenos de dulces y todo tipo de chatarra.

—increíble— tome una PS galletas que había y las abrí para comer un poco —muchas gracias— hable un poco con la boca llena, el conductor río.

—disculpe si solo hay dulces, el señorito Trollino le encantan los dulces, por lo que siempre tenemos dulces ahí— los dulces y cualquier tipo de chatarra me encantaba, por lo que esto en vez de ser molesto era como un sueño echo realidad.

—no se preocupe, a mi también me encantan los dulces— dije con felicidad y el conductor río otra vez.

—eso es bueno de escuchar— luego seguí comiendo aquellas galletas.

Cuando acabe seguí con otros dulces, así durante todo el camino mientras miraba el exterior desde la ventana de la limo.

Después de unos minutos de viaje visualice una reja blanca como puerta, está se abrió cuando el conductor de la limo apretó el botón de un control que tenía.

Al abrirse paso y la reja se cerró, la subida estaba un poco inclinada y cuando llegó a suelo plano vi una mansión enorme de color blanco y negro.

Baje la ventana de la limo y con emoción contemple toda la mansión, que se veía tan lujosa.

La limo paro y yo me baje de la limo junto al conductor.

También pude fijarme que en medio había una fuente.

—acompañame señorito Mike— ambos subimos las escaleras y el abrió la puerta, me dejó entrar a mi primero y después el entro.

Yo me quedé aún más sorprendido, el estiló tan elegante de la mansión era tan hipnotizante, las escaleras en el medio de la entrada que llevaban al segundo piso, había tanto espacio que se cualquier ruido se escuchaba en eco, el suelo era de azulejo blanco, que estaba tan limpio que me podía reflejar en el suelo, y en el techo colgaba un candelabro.

Amor Cliché[•MIKELLINO•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora