« Boku no Hero • One Shots »

• Dabi: ❛Danza Conmigo❜

– Toga, tú eres quien debe hacer que esta misión salga bien, todo está en tus manos. Dabi, tú eres el encargado de vigilar que esta mujer no se vuelva loca cuando vea a Midoriya y Uraraka.

Estábamos toda la panda de idiotas tras el gimnasio de la U.A, esperando a que nos dejaran entrar a Toga y a mí de una vez por todas.

– Si dejas que Toga se salga de sus cabales, te diré de una vez, que no salgas, porque te mato. – Kurogiri nos extendió unas máscaras, en mi caso que cubra por completo mi rostro, solo dejando libre mis ojos.

– Relájate, capitán. Me tienes harto. – Me puse la máscara sobre mi rostro, y puedo decir sin miedo que es la sensación más incomoda que he sentido en mi vida – ¿Ya podemos entrar? Quiero dejar de escuchar esa música de mierda rápido.

Shigaraki suspiro y empezó a rascarse el cuello compulsivamente.

– Envíanos un mensaje cuando salgan, tienen que estar aquí. Kurogiri les pondrá un portal para que lleguen al bar. – Shigaraki se metió con Kurogiri dentro de uno de sus portales, dejándonos solos a Toga y a mí.

Toga se puso su mascara y empezamos a caminar hasta llegar a la puerta principal del gimnasio. Logramos camuflarnos con un grupo de alumnos que estaban entrando al mismo tiempo que nosotros, y la verdad, no pudimos tener más suerte con nuestro grupo elegido.

Con solo ver el cabello que estaba caminando frente a mi empecé a sentir como mis manos se empezaron a calentar por sí mismas, mientras Toga está en su burbuja de felicidad por la suerte que tuvimos.

– ¡Todoroki, tu corbata esta desacomodada! ¡Debes volver a atártela! – Ya estaba odiando a Shigaraki por elegirme a mi entre todos los idiotas de la liga para venir aquí.

Aunque claro, si traes a un lagarto enorme, y a un idiota que no es capaz de mantener una personalidad estable; claro que soy una de las mejores opciones. Pero mientras a mi lado hay un hombre con complejo de mago, que nunca le he visto quitarse la máscara de su maldita cara, me rompe un poco los huevos tener que estar yo aquí, al lado de una rubia enana que no es capaz de controlar sus hormonas por un brócoli andante y un globo con cara de Kirby.

– ¡Kami, Kiri! – Escuché una voz que reconocí en cuestión de segundos, una chica que paso por mi lado, y que no pude evitar fijar mi mirada en ella – ¡No me dejen sola hoy! Que no tengo con quien más bailar.

La pequeña joven se pegó a los brazos de sus dos amigos para no perderse entre el tumulto de gente, aunque creo, que aun con la gran falta de estatura que tiene, a mí no se me podría perder en ningún momento.

Claro que ella estaría aquí, mierda. Es parte del mismo grupo de idiotas que mi adorable hermano menor. Y justo cuando tengo una oportunidad de poder admirarla más de cerca, aquí me tienes, atado a una loca que si no vigilo es capaz de armar una masacre con tal de tener un pequeño botecito de sangre de sus amados.

En toda mi vida volveré a odiar tanto a Shigaraki como lo haré toda esta maldita noche.

– Pss, tu. – Mire hacia la rubia que tengo al lado, que no se le ocurrió una mejor idea de llamar mi atención que hablarme como si fuera un maldito gato – ¿No serás tu quien se termine saliendo de su misión por una chica?

– No soy tan hormonal como tú, pss pss.

– Mira, gato, – Sin duda, a partir de ahora, ese sería mi apodo de mierda de parte de la rubia y su mejor amigo bipolar – Yo he tenido muchas oportunidades de ser feliz y estar cerca de la hermosa sangre de mis amados, tú nunca has sentido lo que es estar en esa posición.

– ¿Quieres presumir un poco más, pss pss?

Toga golpeo mi brazo. Tampoco me arrepiento mucho de haber tenido que trabajar con ella, durante las noches era divertido hablar y pasar el tiempo con Toga. Parece que su personalidad se relaja y puedes convivir con una persona normal durante unas cuantas horas.