Capitulo 26

382 33 7
                                    


El Gobernador ataca

Los hermanos Dixon discutían sobre él cómo habían ayudado anteriormente a una familia apunto de ser comida para caminantes. Merle, quién se molestó por el acto, y por además haberlos dejado ir sin quitarles nada, alegaba lo puritano que se había vuelto Daryl. Aun que este sólo seguía caminando por el bosque con su hermano por detrás.

— Nos deben gratitud.

— No nos deben nada. —contestó el de la ballesta

— ¿Ayudas a la gente sólo por que eres de buen corazón? ¿Aún que puedas morir por hacerlo? ¿Es algo que tu Sheriff Rick te enseñó?

— ¡Tenían un bebé!

— Ah, ¿entonces hubiesen sido comida de los mordedores? —cuestionó, haciendo énfasis en qué él también estuvo apunto de serlo, en el tejado de aquel edificio de Atlanta.

— ¡Volví a buscarte, no estabas ahí! —bramó Daryl— ¡Y tampoco te corté la mano! ¡Tú lo hiciste! ¡Te lo buscaste!

— ¿Sabes qué encuentro gracioso? Tú y él Sheriff Rick parecen cercanos. Apuesto lo que quieras y algo más a que no le contaste que estábamos pensando robar el campamento

— Eso no pasó

— Si, por que no estaba ahí para ayudarte —respondió Merle

Daryl lo miraba furioso, pero más decepcionado que nada.

— Todo este tiempo te has escondido. —empezó a decirle Merle— Jugando a la casita con esa niña. A la familia feliz. ¡Pues déjame decirte, hermano, qué te engañas a ti mismo!

— ¡Cállate!

— Ambos sabemos que sólo es cuestión de tiempo para que huyas y la dejes, justo como hiciste hace tan poco. —le gritó Merle

— ¡¿Cómo tú huiste?! ¡¿Cómo tú me dejaste?! —entonces se dió la vuelta. Pero Merle lo tomó del cuello de la camisa, jalándolo.

— ¡Tú no sabes...! —lo jaló fuerte, provocando que cayera de frente y la playera se rompiese de atrás, mostrando la espalda de Daryl.

Entonces Merle vió su espalda, las cicatrices en ella. Y por primera vez se quedó sin decir nada.

El mismo maltrato que había recibido el mayor de los Dixon por parte de su padre cuando era joven, lo recibió de igual manera Daryl.

— Yo...yo no sabía que él... —empezó Merle.

— Si, lo hizo. Te hizo lo mismo a ti. —dijo con un nudo en la garganta— Por eso te fuiste primero.

— Tuve que hacerlo. Si no, lo hubiera matado. —contestó, viendo a su hermano alejarse— ¿A dónde vas?

— A donde pertenezco. —contestó

— ¿Con la niña?

— Ella no es cómo tú ni cómo yo. —saltó Daryl

— ¿Ah, no?

— Es joven, todavía le falta mucho que recorrer —Daryl la recordó cómo era— Es terca y testaruda..

— Entonces no es tan diferente a nosotros cómo dices —murmuró Merle, interrumpiéndolo

— Va a crecer —volvió a hablar—, y quiero estar ahí cuando lo haga.

— Cómo papá no estuvo para nosotros, ¿tú quieres estar para ella? —se mofó Dixon.

Pero Daryl ya estaba caminando lejos de Merle.

— ¡No puedo ir contigo! Intenté...Intenté matar a esa perra. Y también al chino.

THE WALKING DEAD - Blake 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora