Thiago y Taylor 🔥💖

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—¿Y tu hermano?

—Duerme.

Taylor se acercó a su novio quien estaba sentado al lado de la enorme chimenea de aquella cabaña que habían rentado para navidad en el norte de Estados Unidos cerca de la frontera con Canadá. La nieve caía sobre las ventanas, y el viento soplaba con fuerza. El clima se iba endureciendo a cada segundo.

—¿Estás bien?—preguntó Thiago al notar preocupación en los ojos de su amor. La abrazó y la trajo más cerca de él. El fuego crepitaba despacio. Era como si el tiempo se detuviera.

—Me preocupa Max—dijo Taylor con una profunda tristeza.

—Lo sé.

—¿ Por qué nos enamoramos de personas que nunca van a elegirnos?

—¿Así lo creías tú?—preguntó Thiago, y Taylor tragó saliva. Hablaban tan poco de los años separados, de toda el agua que pasó por debajo del puente.

—Cuando abandoné el orfanato decidí enterrar tu recuerdo—argumentó Taylor—. Nunca más volvería a verte. Me iba del país, no había posibilidad de que volviera a encontrarte. Te deseé felicidad, pero...

—No pudiste olvidarme.

En este momento, Thiago se sintió un imbécil de la peor calaña, por la sencilla razón que esa declaración implícita le dio felicidad.

Diablos, ¡le encantó! Su cavernícola posesivo estaba muy contento de que ella jamás lo hubiera podido sacar de su cabeza. Sí, era una locura, pero Thiago frente a ella era incapaz de actuar de otra manera. Fue en ese momento en que se dio cuenta en que la vida que había llevado después del orfanato lejos de su amor no había valido la pena. Ninguna mujer había estado a la altura de Taylor.

—Yo tampoco pude.

—¿Qué?

—Es la verdad.—Thiago se encogió de hombros, con una vergüenza que ponía rubor a sus mejillas—. Fui un tonto al querer negar lo inevitable. Siempre fuiste lo mejor que me pasó en la vida. El día que apareciste en mi estudio, Dios, los nervios me siguen afectando de la misma manera que ese día.

—Nunca lo he notado—aseguró Taylor.

—Entonces, soy un gran actor.—Thiago comenzó a reír—.Porque es la verdad. Ese día en el estudio cuando me enfoqué en tus ojos, en tu cuerpo, en ese vestido que dejaba tan poco a la imaginación. Lo entendí, me costó, pero lo entendí. Eres el único lugar en el que quiero pasar mi vida.

—Me vas a hacer llorar.—Taylor necesitaba ese tipo de afirmaciones.

—No es el objetivo, pero sí es de felicidad me parece bien. Te amo Taylor, y de verdad me gustaría decir que Max en algún momento será correspondido, pero no siempre sucede, a veces debemos comenzar de nuevo, como si se tratara de pedazos de un hermoso jarrón, el cual se rompió. Siempre faltarán partes, sin embargo, debemos seguir. Nos lo debemos a nosotros mismos, y a aquellos que nos aman.

—Max siempre ha pensado que nadie lo ama.

—Pues demuéstrale que está equivocado, que forma parte de tu vida, y también de la mía.

—Es difícil enamorarte de un hombre que decidió hacer la vida al lado de una mujer por más de quince años.

—Piensa también que para ese hombre debe ser duro renunciar a Max por un prejuicio o porque jamás tuvo las pelotas para enfrentarse a su familia, a la sociedad, y luchar por él.

Taylor abrazó a su novio, su camisa negra estaba cálida al igual que su piel. El calor del fuego los arropaba, les brindaba contención, y les permitía tener una charla amena, aunque nadie podría dudar que también era muy triste.

Sueños de amor - Relatos (Romance gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora