Extra 2

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Se limpió las lágrimas de su rostro para después llevarse otra cucharada de helado. Helado de menta —el cual había odiado toda su vida, cabe resaltar pero ahora simplemente lo amaba—. El gusto seguramente gracias al ser humano que llevaba dentro desde hace siete meses. Este era su tercer embarazo y estaba siendo muy diferente a comparación de los otros dos. Ah, y por si se lo preguntaban, estaba viendo Bajo La Misma Estrella. Por lo que si, estaba llorando.

Le dieron el doble de ganas de llorar cuando recordó que había acordado con Louis que irían a la plaza a comprar las cosas que hacían falta para la decoración del nuevo cuarto de sus pequeños. Ni siquiera quería verse al espejo, estaba seguro que sus ojos estaban hinchados y rojos. Horrible.

Se paró del sofá con mucho cuidado y caminó hacia la cocina. Devolvió el helado al congelador. Camino hacia su cuarto y con calma comenzó a elegir la ropa que se pondría. Después de cambiarse, salió hacia la sala y se quedó mirando, estaba limpia, por un día después de años su sala estaba limpia, más bien su casa en general. Eso era porque los padres de Louis habían decidido llevarlos a su casa por un par de horas, así que Harry y Louis aprovecharían esas horas libres.

Aunque muy en el fondo, extrañaba a sus dos niños. A sus bebés.

La voz de Louis lo sacó de sus pensamientos.

—Omega, ya llegué.

Harry respiró hondo sintiendo el aroma del alfa llegar a sus fosas nasales y a su omega sentir el cálido sentimiento en su pecho de tener a su alfa tan cerca.

—Hola, Alfa.

—¿Qué tienes? —preguntó Louis. Inmediatamente se acercó hasta el omega y lo atrajo a sus brazos.

—¿Eh? Ah, no nada. Que estaba viendo una película —Se encogió de hombros— ¿Ya nos vamos? Ya quiero salir.

Louis asintió— Si, solo déjame cambiarme. No tardó.

El alfa planeaba que lo esperara ahí mientras él iba a cambiarse, pero Harry lo siguió.

—Pero, no me dejes aquí.

Louis solo río.

[...]

Caminaban agarrados de la mano por la plaza. Veían las tiendas que les parecían interesantes y que quizás tenían lo que buscaban y no lo pensaban dos veces antes de meterse a dicha tienda.

—Ay, mira, Lou —el omega tomó una ropita de bebé que traía estampados de animales en el centro— ¡Y hay de muchas tallas! —medio grito— llevémosle uno a los niños. Busca las tallas.

Y Louis comenzó a hacerlo, pero no encontraba la talla para su hija más grande, Lena.

—Déjame ir a preguntar si no tienen tallas más grandes ¿Si? —Le dijo Louis a Harry.

—Si. Seguiré revisando a ver si encuentro.

Louis tomó una de las ropitas para así mostrarla al personal que se topará.

—Eh, hola, buenas tardes. Disculpa, de casualidad ¿Tendrán esta en una talla más grande? —preguntó el Alfa a una chica que vio que iba vestida igual que muchos otros.

La chica volteó, plantó una sonrisa inmediatamente en su rostro. Era un poco más baja que Louis, delgada, con cabello largo y castaño. Tenía los ojos cafés y su piel era blanca. Muy blanca, pensó Louis.

—Hola, buenas tardes —respondió— ¿De este modelo? Acompáñeme seguramente tenemos en la bodega.

La chica se dio vuelta y su cabello casi le pega en el rostro a Louis. De repente la esencia le llegó de golpe. Olía a sandía y fresa. Louis arrugó la nariz porque era casi obvio que la chica había dejado salir su esencia, pues de lo contrario, ya habría notado el aroma desde antes. No dijo nada y la siguió.

Like The First Time || LS › OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora