CAPÍTULO CINCO.
12PM.Las semanas pasan como si estuvieran volando y antes de siquiera notarlo todo se había vuelto como una rutina que comenzaba a ser repetitiva.
Sexo, un par de días siendo amable y después tratándola como a un inservible juguete, ella no lo entendía.
El apego que sentía por Lalisa nunca se disipo e incluso podría decirse que aumento con el cariño al pasar del tiempo, convirtiéndose casi en una especie de enamoramiento qué no podía relevar por más que quisiera.
Los sentimientos era algo que Lalisa había especificado que no deberían involucrarse por nada, que solo era sexo por conveniencia de ambas.
¿Pero como podría explicarle eso a su corazón? No podía hacerlo.
A medida de que ambas se conocían un poco más esa atracción creció, ese cariño se convirtió en algo un poco más influyente que terminó por consumirla.
Y una vez más estaban metidas en aquel papel de nuevo.
Lalisa de nuevo se había ido, y ella no podía reclamarle por más que quisiera ya que después de todo era ella quien estaba equivocando las cosas.
En los pequeños momentos de dulzura qué Jennie aprendió a atesorar pensaba fielmente qué quizás todo cambiaría, pero eso no era cierto, ya que una vez más terminaba recordarle su propósito en ese lugar.
Follar y recibir dinero como una especie de prostituta de cuarto nivel.
Pensó en dejar el trabajo pero, ¿Volver a lo que había estado haciendo antes? Ni loca podría hacerlo, y además, mientras leía el artículo en su celular se daba de cuenta de que quizás ir con sus padres tampoco sería buena idea.
Habían asistido a una cita médica juntas, esto se debía al chequeo que Lalisa había querido hacerle a Jennie tras algo de sangrado por la brutalidad en la que tuvieron relaciones sexuales.
Lo que no esperaban era que tomarán una foto de ellas en lo que podía ser algo "romántico" según lo que las prensas intentaron tergiversar.
Lisa había tomando su brazo cuando tropezó, intentando ayudarla por un segundo y fue suficiente para que todos los medios explotaran diciendo que había un posible disgusto entre ambas.
Los rumores falsos recorriendo cada canal de críticos de Viewtube.
Todos apuntaban a que a Lalisa había fingido una relación con Jennie todo este tiempo por conveniencia propia, algo acertado pero algo que no debía saberse en un primer lugar.
Fue entonces cuando la puerta se abrió, una sería Lisa entrando en el cuarto con sus manos hechas puños, cargandose inmediatamente con Jennie.
—Tienes suerte de que está porquería pueda quitarse. —Ella gruño entre dientes enojada—. ¿Fingir una relación? Te pago para que luzcas lo más convencible posible frente a las cámaras, esto es absurdo.
Todos se quejaban desde el primer lugar de las expresiones y el lenguaje corporal algo nervioso de Jennie, alegando también muestras de uno o dos moretones que habían provocado en sus prácticas sexuales como muestras de abuso domésticas.
Ellos ya estaban diciendo lo que querían y mucho peor muchos creían qué esto era verdad.
—No es mi culpa. —Intento defenderse Jennie—. No me sentía nada bien en esa foto, también tengo mis problemas ¿Lo sabes? No puedo actuar cien porciento feliz todo el día.
—¡Pues deberías hacerlo! Tus supuestos problemas me han traído a mi problemas verdaderos.
Ella la miro ofendida, poniéndose de pie con indignación. El como degradaba sus problemas la enfermaba.
—¡Yo no soy un puto robot! —Grito, cansada de su tono de voz grosero.
—Entonces es mejor terminar con esta mierda de una puta vez.
Todo se quedó en silencio por unos segundos, las facciones de indignación de Jennie transformándose en sorpresa pura y divina.
—¿Que? —Pregunto ilusa, sin poder creer que le estaba haciendo eso.
—Como lo escuchaste, quiero terminar con el estúpido contrato, no has cumplido con lo que necesito de ti.
Lalisa evitó su mirada, cruzando sus brazos sobre su pecho.
—No creas que no he notado la manera en que me miras, y seguiré dándote dinero pero no puedo permitirme estar con alguien que siente afecto por mí, como dije, yo no busco nada serio con nadie y eso no cambiara.
Su cuerpo completo se tenso mientras su mente se ponía en blanco, reaccionando ya cuando las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.
—Bien. —Expresó, molesta—. Vete a la Neira tu y tu jodido contrato pero no esperes conseguir a una imbecil como yo que haga caso a todo lo que digas.
Ella fue al cuarto y tomo todas sus pertenencias, tirándolas dentro de una mochila junto con todo lo que pudo llevar. Camino hacia la puerta y la miro por unos segundos, antes de murmurar.
—Vete a la mierda Lalisa Manobal.
Porque Lalisa no volvió a verla después de eso.
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Money | Jenlisa
Fiksi Penggemar¿Buena vida? ¡Adiós! ¿Tarjetas de crédito? ¡Adiós! Todo se fue cuesta abajo en el momento en que los padres de Jennie la echaron de casa gracias a sus singulares preferencias por las comodidades que tenía su hija. Toda una vida viviendo con todo tip...