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Octubre de 1979.
Una mujer que viajaba en un pequeño barco atendía a un joven de cabellera azabache, estaba muy mal herido y a nada de haber muerto si es que tardaba más en llegar a su rescate, en ese momento lo llevaba a la ciudad más cercana para que recibiera ayuda médica más avanzada y así el pobre no muriese.
— Uhm...— Jadeó quejándose el muchacho mientras trataba de moverse pero no logró el cometido por el severo dolor en todo su cuerpo.
— Nononono, cariño. Quédate ahí o te abrirás las heridas — Exclamó rápidamente la mujer para evitar una tragedia.
— ¿M...Mamá? — Logró articular el azabache mientras trataba de tocar su mejilla.
— Sh sh shhhh, sigue durmiendo — Acarició suavemente su frente hasta que el chico cerró los ojos para continuar su siesta.
No pasó mucho tiempo y ya estaban en el hospital atendiendo al dichoso joven desconocido. Estaba herido de gravedad y gracias a la mujer que lo encontró pudo salvarse.
Los doctores no sabían reconocer a qué tipo de animal pertenecían las marcas en su cuerpo, era un caso simplemente extraño y ajeno para los médicos.
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— El chico ya no está bajo ningún riesgo, señora...? — Alargó dudoso ya que no sabía el nombre de la mujer.
— Wonka...Aubrey Wonka — Respondió la mujer tosiendo un poco.
— Un gusto, señora Wonka — El doctor sonrió mientras examinaba unos papeles —. Pude notar que no ha registrado al joven, necesito saber su nombre
— Ou...sobre eso — Susurró por lo bajo, ella no tenía ni idea de cómo se llamaba pero si le contaba no le dejarían saber cómo se encontraba el chico —. William, William Wonka
"Tiene cara de William" pensó Aubrey e intentó tranquilizarse para que el doctor no sospechase.
— Excelente, gracias — Anotó en su libreta el nombre y volvió a dirigir su mirada a Aubrey —. Ya puede pasar a ver a su hijo, está en la habitación 104
Comentó sonriendo y sin más se alejó. Aubrey estaba festejando internamente de que se lo haya creído, sin darle más vueltas al asunto, entró a la habitación que le asignaron.
"William" estaba dormido en la camilla, su pecho subía y bajaba al respirar, ya no estaba cubierto de sangre y Aubrey pudo entonces notar que era atractivo y con facciones finas y dignas de algún príncipe heredero quizá.
— Uhm...¿Eres tú mamá...? — Había empezado a despertar y fue entonces que pudo mirar mejor a su acompañante.
— Será mejor que duermas, hablaremos cuando te encuentres mejor — Le dijo con una voz dulce y ciertamente maternal en ella.
William no dijo nada más y volvió a dormir.
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Aubrey había dormido en el pequeño sillón que se encontraba a un lado de la camilla y fue despertada por la voz del doctor. Al parecer le estaban haciendo una revisión a William.
— ¿Todo en orden doctor? — Preguntó aún algo dormida.
— Pues...haciendo la revisión nos hemos dado cuenta que William ha perdido parte de su memoria, tanto así que ha olvidado como leer — Comentó el doctor algo apenado y empatizado con la situación —. Su hijo requerirá mucho apoyo por su parte, ¿Es conciente, cierto?

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𝙻𝚊 𝚖𝚊𝚐𝚒𝚊 𝚍𝚎𝚕 𝚌𝚑𝚘𝚌𝚘𝚕𝚊𝚝𝚎
Fanfiction𝚄𝚗 𝚛𝚘𝚖𝚊𝚗𝚌𝚎 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚍𝚘𝚜 𝚑𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚍𝚒𝚎𝚛𝚘𝚗 𝚎𝚜𝚝á𝚛 𝚓𝚞𝚗𝚝𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚜𝚞 𝚊𝚍𝚘𝚕𝚎𝚜𝚌𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚙𝚘𝚛 𝚝𝚎𝚛𝚌𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚜. 𝚄𝚗 𝚖𝚊𝚐𝚘 𝚢 𝚞𝚗 𝚌𝚑𝚘𝚌𝚘𝚕𝚊𝚝𝚎𝚛𝚘 𝚜𝚎 𝚝𝚎𝚗𝚍𝚛á𝚗 𝚚...