•Don't let me go•

Capítulo 3 "El Instituto"

Llegamos, a pesar de sobre volar demasiado. Me bajé del avión, me dieron las maletas y esperé a Kamila.

(...)

Estábamos ahora en el hotel, terminando de acomodar las cosas. Cuándo terminé, fui con Kamila a su habitación, ella estaba aún acomodando.

-Kamila, iré a conocer... Creo que si vas conmigo nunca acabarás-dije riendo.

-Bah-bufó- ni me lo digas, está bien.

-Okay...

Salí de su habitación, mirando el living, apreciándolo. La verdad es que estaba muy linda la penthouse, el edificio de departamentos era muy bueno, era de 5 estrellas y tenía piscina, jardín, bar y cafetería, dónde al mismo tiempo se ponía restaurante. Abrí la puerta para salir y salí.

Comencé a caminar por las 7 penthouse que habían en los pasillos, fui al elevador y apreté el botón. Las puertas metálicas se abrieron, dándome paso; apreté ahora el botón del piso bajo, ya que yo estaba en el de más arriba. Gracias a Dios, iba sola.

Hasta que desafortunadamente se paró, se abrieron las puertas metálicas y me dejaron ver a un chico rizado, tes blanca y técnicamente no vi sus ojos, ya que traía lentes de sol.

-Hola-dijo y apretó el botón a dónde justamente íba yo.

-hola-dije con desinterés, pero la verdad quería verlo- Amh...¿tú eres de aquí?-pregunté.

Él sólo rió, luego se recargó en el espejo.

-Soy Harry Styles.-se presentó.

-Allison Miller.-le dije- Pero no te pregunté tu nombre, si no que ¿eres de aquí?-volví a preguntar.

Ciertamente, no se veía de aquí.

-Nop.-negó-Soy deHolmes Chapel.-dijo poniendo las manos en sus bolsillos- ¿Y tú?

-Yo de Doncaster...

Hubo un silencio, en ese momento las puertas metálicas se abrieron, salí apresuradamente, pero él me jaló del brazo.

-¿A dónde vas?-preguntó, quitándose los lentes. Sus ojos eran esmeralda, me debilité un poco, pero hable.

-¿Te importa a dónde voy? Vete por tu camino y listo.-me encogí de hombros y me safe de su agarre.

-¡Sí me importa!-me alcanzó- ¿Nos vamos juntos?

-¡No! No sabes a dónde voy, déjame en paz ya.-caminé más rápido-, ¡QUE YA!-dije al ver que me seguía con una sonrisa divertida.

-Nop, ¿vamos ya?

-Hey, déjame. Estoy a punto de hablarle a la policía.

-¿Enserio?-preguntó, con diversión-¿Y dónde?- señalé al judicial que estaba ahí, y se quedó callado.

-¡Más te vale que me dejes en paz!-bufé, dejó de seguirme y yo agradecí en mi mente.

No sé por qué, pero pensaba que había agarrado conexión conmigo muy rápido, al sólo decirle mi nombre y de dónde era. Aunque, ciertamente, yo le pregunté. Comencé a ver la gran piscina que había ahí, pues Hollywood era una parte muy linda y había muchos edificios de departamentos que contenían mucho comercio. Aparentemente, seguí mirando, el bar estaba completamente solo, pero sabía que en la noche se llenaría, era Viernes y era obvio. Continué, para después encontrarme con la cafetería, estaba mas ó menos llena, gente conversando, comiendo, peleando, etc.