Se acercó a mí y me cogió. Entrelacé mis piernas alrededor de su cintura y me llevó rápidamente a la habitación. Cerró con pestillo, me tumbó en la cama y habló.
_Duncan: Si esto quieres solo tienes que pedirlo -dijo poniéndose sobre mi en la cama- porque sabes que no tengo problema alguno en complacerte todo lo que quieras. Entonces. ¿Esto quieres? -dijo pegándose más a mi-
_Yo: Sí -dije en un pequeño jadeo al sentir su miembro duro presionando contra mis vaqueros-
Rápidamente nos quitamos la parte de arriba mutuamente. Mientras se quitaba los vaqueros yo me quité los míos. Sin quitarle la vista.
_Duncan: No te quites el tanga. Quiero hacerlo yo -dijo completamente desnudo caminando hacia mi-
Se puso sobre mi y empezó a lamer cada rincón de mi cuerpo. Lamida por el cuello, mordida en una costilla, pellizcos por mis pechos, mordidas en las caras interiores de mis muslos.
_Yo: Duncan -pedí-
_Duncan: ¿Qué quieres, pequeña? -dijo dejando un camino de besos de mis muslos hasta detrás de mi oreja-
_Yo: Métemela -le exigí-
_Duncan: Así no se piden las cosas, tendré que enseñarte modales a tí también -dijo mordiendo con fuerza debajo de mis costillas-
_Yo: Aghh -gemí con una mezcla de placer y dolor- métemela, por favor. Te quiero dentro ya.
_Duncan: No tengas prisa -dijo introduciendo uno de sus dedos en mí moviendo a un lado mi tanga rojo-
_Yo: Quiero tu polla, no tus dedos.
_Duncan: Tendrás que esperar -dijo sacando su dedo-
Volvió a dar besos y se quedó jugando con el tanga. Lo bajó mordiendo los elásticos poco a poco hasta sacarlo. Me dió la vuelta y me puso en cuatro. Me dió una nalgada mientras pegaba su boca a mí sexo. Metió dos de sus dedos a la vez haciéndome gemir más alto. Con su mano libre pegó mi cabeza a la almohada para que callara los gemidos y no despertara a los niños. Poco después se separó y se colocó detrás mía.
_Yo: ¿Ya me vas a follar? -pregunté con desesperación-
_Duncan: Si -dijo girándome-
Introdució su miembro y yo me agarré a su espalda. Muchos gemidos reprimidos en su hombro y algún arañazo nos corrimos.
_Duncan: Corre a ducharte. Tengo que estar en tu casa en veinte minutos.
Asentí y me metí rápido a la ducha. Al salir de esta a los cinco minutos Duncan ya había cambiado las sábanas y ventilado el cuarto. El entró a la ducha y salió con unos pantalones de chándal largos.
_Damon: Papá tiene heridas en la espalda -dijo al verlo salir sin camisa-
Duncan se miró en el espejo comprobando que aparte de rajas con sangre también tenía la espalda llena de rallones rojos. Me miró y habló.
_Duncan: Es que me corté con un cristal en el baño, cariño. No lo vi -dijo poniéndose la camisa y los zapatos-
_Katherina: Estás viejo ya, papá. Como no vas a verlo.
_Yo: Papá no está viejo. Sólo que yo me duché antes y estaba con vapor y no lo vió.
Salimos todos juntos de la habitación y fuimos a los coches, Duncan se metió a su coche y nosotros al mío.
Pusimos rumbo al supermercado. Al llegar cogí un carrito grande subí a uno a la sillita del carrito y el otro dentro de este. Empecé a hacer la compra.
_Yo: ¿Leche?
_Damon: Si -dijo mirando lo que había en el carrito-
_Yo: ¿Fruta?
_Katherina: Si.
_Yo: ¿Carne?
_Katherina: No. Papá compra esa -dijo señalando el pollo- y esa -señalo la ternera- y se esa también -señalo el pavo-
Cogí todas esas carnes en distintos cortes y las puse al carrito.
_Yo: Esa es el pollo. Ves que es clarita. La otra un poco más rosita es el pavo. Y la roja es la ternera -dije al ver que las cogía- me falta el pescado, la verdura y la pasta.
_Katherina: No. Papá no compra la pasta. La hacemos todos juntos.
_Yo: Cierto. Se me olvidaba que era italiano -dije mirando la pescaderia-
_Damon: Su pasta es más buena que la del supermercado.
_Yo: Si. La recuerdo -le dije- buenas tardes, me podrías dejar rodajas de salmón.
_Pescadera: ¿Cuantas?
_Yo: Yo le voy diciendo.
Finalmente cortó unas ocho rodajas grandes de salmón.
_Pescadera: ¿Algo más? -dijo cuando terminó-
_Yo: Si. Otras ocho rodajas de atún.
Al terminar de cortarlas volví a hablar.
_Yo: Dos calamares.
_Pescadera: ¿Los limpio?
_Yo: Si, por favor. Me dejas los rejos enteros y me los cortas en anillas, ni muy gordas ni muy finas.
_Pescadera: Algo más -dijo pesándolos-
_Yo: Déjame un lomo de merluza. Y eso es todo.
Al terminar, me dió el pedido y lo puse al carrito. Fuimos a la verdura y empecé a coger las que más consumíamos. Pimientos, zanahorias, ajos, cebollas, calabacín, papas, brócoli, apio, puerro, batata dulce, champiñones, tomate, lechuga, canónigos, calabaza y alcachofas.
Fuimos a las neveras y cogí yogures naturales y embutidos, en el pasillo de enfrente los zumos. Cogí zumos en pequeños bricks para el colegio y fuimos a la panadería. Cogí el pan de molde, pan de perrito y pan normal.
_Yo: ¿Nos falta algo?
_Damon: Papá compra arroz, bolitas marrones, aceite, papel.
_Yo: Cierto. El arroz y legumbres.
Fui a ese pasillo y cogí lentejas, garbanzos, quinoa, soja texturizada, arroz integral y cuscús. Fui al pasillo de frutos secos y cogí almendras, nueces, anacardos, pistachos y dos paquetes de mix. Fui al pasillo del aceite y cogí una botella de aceite de oliva y fui por último al pasillo de higiene. Cogí papel higiénico y servilletas, champús, geles, desodorantes y colonias para los niños, cogí bolsas de basura y nos fuimos a pagar.
_?: Muy lindos tus niños.
_Yo: Gracias. Son iguales que el padre.
_?: Siempre pasa. Una aguanta el embarazo y los pare y ellos se parecen al padre y su primera palabra es "papá".
_Katherina: Papá te llama -dijo mirando mi móvil, ya que estaba viendo los dibujos-
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Entre aulas y secretos
РазноеEn esta cautivadora historia, la protagonista desempeña el papel de niñera de los hijos del director de la universidad, ocultando astutamente la verdad de que esos gemelos son sus propios hijos. Con la necesidad de preservar las apariencias en el ex...