Capítulo 16.

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Se acercó a mí y me cogió. Entrelacé mis piernas alrededor de su cintura y me llevó rápidamente a la habitación. Cerró con pestillo, me tumbó en la cama y habló.

_Duncan: Si esto quieres solo tienes que pedirlo -dijo poniéndose sobre mi en la cama- porque sabes que no tengo problema alguno en complacerte todo lo que quieras. Entonces. ¿Esto quieres? -dijo pegándose más a mi-

_Yo: Sí -dije en un pequeño jadeo al sentir su miembro duro presionando contra mis vaqueros-

Rápidamente nos quitamos la parte de arriba mutuamente. Mientras se quitaba los vaqueros yo me quité los míos. Sin quitarle la vista.

_Duncan: No te quites el tanga. Quiero hacerlo yo -dijo completamente desnudo caminando hacia mi-

Se puso sobre mi y empezó a lamer cada rincón de mi cuerpo. Lamida por el cuello, mordida en una costilla, pellizcos por mis pechos, mordidas en las caras interiores de mis muslos.

_Yo: Duncan -pedí-

_Duncan: ¿Qué quieres, pequeña? -dijo dejando un camino de besos de mis muslos hasta detrás de mi oreja-

_Yo: Métemela -le exigí-

_Duncan: Así no se piden las cosas, tendré que enseñarte modales a tí también -dijo mordiendo con fuerza debajo de mis costillas-

_Yo: Aghh -gemí con una mezcla de placer y dolor- métemela, por favor. Te quiero dentro ya.

_Duncan: No tengas prisa -dijo introduciendo uno de sus dedos en mí moviendo a un lado mi tanga rojo-

_Yo: Quiero tu polla, no tus dedos.

_Duncan: Tendrás que esperar -dijo sacando su dedo-

Volvió a dar besos y se quedó jugando con el tanga. Lo bajó mordiendo los elásticos poco a poco hasta sacarlo. Me dió la vuelta y me puso en cuatro. Me dió una nalgada mientras pegaba su boca a mí sexo. Metió dos de sus dedos a la vez haciéndome gemir más alto. Con su mano libre pegó mi cabeza a la almohada para que callara los gemidos y no despertara a los niños. Poco después se separó y se colocó detrás mía.

_Yo: ¿Ya me vas a follar? -pregunté con desesperación-

_Duncan: Si -dijo girándome-

Introdució su miembro y yo me agarré a su espalda. Muchos gemidos reprimidos en su hombro y algún arañazo nos corrimos.

_Duncan: Corre a ducharte. Tengo que estar en tu casa en veinte minutos.

Asentí y me metí rápido a la ducha. Al salir de esta a los cinco minutos Duncan ya había cambiado las sábanas y ventilado el cuarto. El entró a la ducha y salió con unos pantalones de chándal largos.

_Damon: Papá tiene heridas en la espalda -dijo al verlo salir sin camisa-

Duncan se miró en el espejo comprobando que aparte de rajas con sangre también tenía la espalda llena de rallones rojos. Me miró y habló.

_Duncan: Es que me corté con un cristal en el baño, cariño. No lo vi -dijo poniéndose la camisa y los zapatos-

_Katherina: Estás viejo ya, papá. Como no vas a verlo.

_Yo: Papá no está viejo. Sólo que yo me duché antes y estaba con vapor y no lo vió.

Salimos todos juntos de la habitación y fuimos a los coches, Duncan se metió a su coche y nosotros al mío.

Pusimos rumbo al supermercado. Al llegar cogí un carrito grande subí a uno a la sillita del carrito y el otro dentro de este. Empecé a hacer la compra.

_Yo: ¿Leche?

_Damon: Si -dijo mirando lo que había en el carrito-

_Yo: ¿Fruta?

_Katherina: Si.

_Yo: ¿Carne?

_Katherina: No. Papá compra esa -dijo señalando el pollo- y esa -señalo la ternera- y se esa también -señalo el pavo-

Cogí todas esas carnes en distintos cortes y las puse al carrito.

_Yo: Esa es el pollo. Ves que es clarita. La otra un poco más rosita es el pavo. Y la roja es la ternera -dije al ver que las cogía- me falta el pescado, la verdura y la pasta.

_Katherina: No. Papá no compra la pasta. La hacemos todos juntos.

_Yo: Cierto. Se me olvidaba que era italiano -dije mirando la pescaderia-

_Damon: Su pasta es más buena que la del supermercado.

_Yo: Si. La recuerdo -le dije- buenas tardes, me podrías dejar rodajas de salmón.

_Pescadera: ¿Cuantas?

_Yo: Yo le voy diciendo.

Finalmente cortó unas ocho rodajas grandes de salmón.

_Pescadera: ¿Algo más? -dijo cuando terminó-

_Yo: Si. Otras ocho rodajas de atún.

Al terminar de cortarlas volví a hablar.

_Yo: Dos calamares.

_Pescadera: ¿Los limpio?

_Yo: Si, por favor. Me dejas los rejos enteros y me los cortas en anillas, ni muy gordas ni muy finas.

_Pescadera: Algo más -dijo pesándolos-

_Yo: Déjame un lomo de merluza. Y eso es todo.

Al terminar, me dió el pedido y lo puse al carrito. Fuimos a la verdura y empecé a coger las que más consumíamos. Pimientos, zanahorias, ajos, cebollas, calabacín, papas, brócoli, apio, puerro, batata dulce, champiñones, tomate, lechuga, canónigos, calabaza y alcachofas.

Fuimos a las neveras y cogí yogures naturales y embutidos, en el pasillo de enfrente los zumos. Cogí zumos en pequeños bricks para el colegio y fuimos a la panadería. Cogí el pan de molde, pan de perrito y pan normal.

_Yo: ¿Nos falta algo?

_Damon: Papá compra arroz, bolitas marrones, aceite, papel.

_Yo: Cierto. El arroz y legumbres.

Fui a ese pasillo y cogí lentejas, garbanzos, quinoa, soja texturizada, arroz integral y cuscús. Fui al pasillo de frutos secos y cogí almendras, nueces, anacardos, pistachos y dos paquetes de mix. Fui al pasillo del aceite y cogí una botella de aceite de oliva y fui por último al pasillo de higiene. Cogí papel higiénico y servilletas, champús, geles, desodorantes y colonias para los niños, cogí bolsas de basura y nos fuimos a pagar.

_?: Muy lindos tus niños.

_Yo: Gracias. Son iguales que el padre.

_?: Siempre pasa. Una aguanta el embarazo y los pare y ellos se parecen al padre y su primera palabra es "papá".

_Katherina: Papá te llama -dijo mirando mi móvil, ya que estaba viendo los dibujos-

Entre aulas y secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora