Capítulo X

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Amanezco en mi habitación, Santiago debió de haberme traído, bajo en la cocina aún con la ropa puesta de la noche anterior
-Buen día dormilona dice Fer
Mmh Buen día
-Te llegó algo por la mañana
Que cosa digo mirándola
-Esta en la mesa del living, voy hacia el living nuevamente y me percato de una bandeja llena de desayuno, sabiendo quien la envío veo la nota que traía, tiro la nota y me siento frustrada en el sofá
-Qué pasa porque esa cara? Dice Fer
Es Santiago, se fue para Buenos Aires, el muy boludo me dejo un desayuno y se fue
-Mm no digas eso, dice Fer sentándose a lado mío, capaz vuelve...
Capaz, pero no mencionó nada en la nota.
-Y no te envío alguna notificación ?
En eso agarro mi teléfono y veo que no hay nada, Ya fue no volverá digo suspirando, no me ha dejado ninguna notificación, simplemente una estúpida carta con desayuno
-Pero vas a desayunar pregunta Fer
Que desayunar amiga, no comeré nada...necesito una buena ducha dije subiendo las escaleras bajo en breve

A la par que entro a ducharme en todo momento me puse a revisar las notificaciones, absolutamente nada, ni un solo mensaje... después de terminar baje a desayunar con Fer, ella me comenta que pasará más tiempo fuera de la casa por el trabajo nuevo que se había conseguido, decidí no pensar tanto en Santiago, total si me quisiera en su vida no se hubiera ido...me habían enviado el itinerario de las cosas que utilizare en la Facultad, así que aproveche y fui con Fernanda para comprar algunas cosas, quedamos con Fer en que íbamos a almorzar fuera de la casa y fue así que sucedió, visitamos un nuevo lugar a las afueras de la ciudad y la verdad quede muy satisfecha, estando nuevamente en la casa comencé a ordenar todas mis cosas para la facultad, Caí exhausta en mi cama y revisé las notificaciones, no había señal de el, y tampoco pensaba en escribirle...después de haberme duchado me recuesto en la cama, revisando las redes me puse a indagar alguna página que tenga Santiago y no encontré nada, en eso pongo en silencio mi teléfono y me duermo.

Pasaron varias semanas y no hay señal alguno de Santiago, pareciera que se lo hubiera tragado la tierra, pase noches enteras preguntándome si lo llamaba o no, al final decidía no hacerlo.,No entendía porque se fue tan repentinamente... hace dos días fueron las elecciones presidenciales, y Si gano Javier Milei
Ya estaba apunto de dormir hasta que escuché qué Fernanda me llamaba a gritos para que bajara en el living..
Ey que pasó, porque gritas digo recostada por la escalera
-Ven rápido, tengo que mostrarte algo
En eso bajo corrriendo las escaleras y me siento a su lado, que pasa fer pensé que ya te dormiste le digo asustada
-Quiero que escuches el discurso del nuevo presidente
Que y porque debería de importarme
-Solo escucha mujer y deja de hacer tantas preguntas
En eso presto atención a todo al video, quedó sorprendida al escuchar una parte del discurso, y más en donde el presidente menciona a Santiago Caputo

No puedo creer digo mirando a Fer
-Si amiga, apareció tu desaparecido
Pero es real ese video, ósea no es falso le digo a lo que ella me dice que no.... Que pero, si Santiago me había dicho que estaba implicado pero no sabía que tanto estaba dije aún sorprendida mirándole, -bueno y que harás
Y no se boluda que querés que haga? No hay nada que hacer, el pibe me mintió y se fue.. nada más dije yendo hacia las escaleras
Y no pensas agradecerme o algo me dice ella gritando y yo subiendo a prisas las escaleras, en eso me encierro en la habitación, trato de tranquilizarme pero me resulta difícil, si me siento como una patética estúpida, a ese imbecil le basto tres días para desestabilizarme, ósea que vino me enamoro y se fue... y yo tan estúpida esperando algún mensaje suyo... voy de un lado a otro en la habitación hasta que ya no me contuve y caí en el piso comenzando a derramar algunas lagrimas, después de varios minutos pienso en que él no merecía mis lágrimas... me levanto agarro mi celu, bloqueo y elimino el chat, me seco las lágrimas y como último reproche me digo a mi misma que fui demasiado ingenua

Un tal Peaky Blinder Libertario | Santiago Caputo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora