¿Quien cuida a quien? (Sun wukong x Macaque)

Los peores enemigos

Tal vez el hecho de que una figura misteriosa con la cara tapada, dos monitos extrañamente familiriares en sus brazos y que tenia un dibujo suyo en la mano, no era la mejor escena al entrar a su habitacion, mucho peor ser recibido con un mono salvaje rasguñandole y mordiendole la cara.

Por mas que trato de quitarselo de encima, el pequeño parecia tener una fuerza increiblemente mucho mas  fuerte de lo que aperentaba. Perdio el equilibro y cayo en el monton de ropa que tenia en una esquina de su cuarto, un silbido sono y el monito dejo su cara, no sin antes darle una mini cachetada con su patita.

En el momento que pudo reconocer a los monitos, un monton de ropa conocida cayo sobre su cara, tan aturdido que no tuvo tiempo de usar sus poderes, en el momento que pudo liberar de su propia ropa la persona misteriosa ya se hacía escapado.

-¡Oye!- Corrió tropezando a su balcón, quitandose en el barandal viendo como esa persona corría y los dos monitos la seguían, rápidamente saco su celular asustado y marco a cualquier número.

-¿Aló?- !MEI, ESTÁ AQUÍ! ¡ALGUIEN SE LLEVÓ A MIS MAESTROS Y LOS HIZO SUS ESCLAVOS!- Dijo corriendo de ahí para allá buscando su bastón mágico entre tanta ropa, hasta que lo encontró y sabía casi disparar a seguir así ladrón.

-De acuerdo, le avisaré al resto del equipo, ¡no lo pierdas!- Mei colgó e inmediatamente mando una alerta roja al equipo, todos incluso a Redson, enviando exactamente la ubicación de MK que lo siguieran.

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-¡ESTE DÍA NO PUEDE PONERSE MÁS RARO!- Claro que podía, imagina que todos los héroes de la cuidad que admiras e idólatras te están persiguiendo en este momento por quién sabe que cosa, y para colmo te estás escondiendo milagrosamente en un tacho de basura con esos dos monos que te trajeron tantos incidentes.

-Ah, solo quería un fin de semana normal como cualquier otro, ¿Es mucho pedir?- Apoya su cabeza en la pared del tacho de basura, ambos monitos mirándola preocupados de ser un problema para ella. Macaque de acerca y le toca el brazo como si la llamara, ella levanta la mirada.

-Ey, tranquilos.. no es culpa de ustedes, nada de este es culpa de ustedes.- Ella les da una sonrisa tranquilizadora respirando profundamente, tomo a los dos monitos en sus brazos, abrazandolos contra su pecho como si fueran peluches.-

Ellos se miraron, acomodandose en el abrazo calido y tranquilizador de la mujer que los abrazaba

Todo estaba bien.... esta que unos pasos se escucharon.