La tormenta
Un encuentro.
Salió eufórico del escenario. Había sido un éxito total, todo el lugar lleno de gente gritando al unísono junto a él. Su garganta estaba ronca, ardía mientras el agua bajaba rápidamente por ella, su cabello se pegaba a su frente y su cuerpo estaba más cansado de lo normal, pero cualquier costo físico valía la pena. Trató de tapar la luz excesiva del techo con su mano, sus anillos brillaron cuando la luz se reflejó en ellos y se permitió quitarse la serpiente que envolvía a su índice. El que estaba destino a ser más que joyería sobre su cuerpo, el mismo que tapaba su tatuaje secreto.
Se había tatuado en un arranque emotivo, una noche en la que lo extrañaba más de lo habitual. Borrachera, si le preguntabas a Bokuto. Tampoco es como si se hubiera tatuado MIYA bajo su costilla como él hubiera querido y no lo hubieran detenido antes, o sobre su dedo anular donde iría su anillo una vez que se casara con Atsumu. A un lado del índice, donde a cualquier momento lo viera, se tatuó una fecha insignificante a la vista. La fecha en la que había conocido a Atsumu. Fue ese dedo que besó antes de salir a cantar Still Into You y era ese mismo tatuaje quemó sobre su piel en el momento en que Atsumu entró al backstage agarrado de la mano de otro hombre.
Los cinco estaban descansando con toallas sobre su rostro cuando el estruendo los levantó. Se quitó su mascarilla sonriendo al que creía que era Aran entrando a felicitarlos. Probablemente les diría dónde era la gran fiesta que estuvo planeando el staff para celebrar o los apuraría para ir al hotel. En el momento que abrió sus ojos de nuevo se sintió fallecer. Reconocería a ese rubio teñido sin necesidad de abrirlos y al color fosforescente que lo caracterizó cuando era más joven. Maldito sea Atsumu Miya por verse tan bien con el color enemigo. Sabría de su existencia gracias a su perfume, los brazos que habían sido suyos, los acelerados latidos que alguna vez causó. Le bastó tres latidos del suyo para asimilar que Atsumu estaba parado frente a él, dos para reconocer al hombre a su lado y uno para romper su corazón, de nuevo.
La voz más posesiva dentro de su mente ladró rápidamente el nombre: Kita. ¿Era ese hombre por el cual lo habían cambiado? ¿Por el cuál Atsumu terminó con él? No lo sabía, porque como siempre, Atsumu prefirió encerrarse que a hablar con él a pesar de todos sus esfuerzos. El grito alegre de Kita al conocerlos le recordó dónde estaban y quién era.
¿Quién era Sakusa Kiyoomi? Era hijo, hermano, amigo y novio ex-novio. Aunque, ¿en ese momento? Era el gran Sakusa Kiyoomi, vocalista de la banda más famosa del continente, nominados al Grammy. Una estrella que no se arrodillaría y rogaría por el amor de su vida por más que quisiera. Así que invocó su sonrisa más brillante, la que era un poco superficial y sonrío engreído. Era la mejor noche de su vida, y nadie podría arruinarla.
Ni si quiera faltó voltear para saber que Kageyama y Tsukishima se habían posado a su lado con su característica cara amigable. Kageyama con su cara de fastidio y Tsukki sonriendo listo para lanzar comentarios mordaces, los dos alejando a cualquiera que se atreviera a acercarse a Sakusa. Hinata igualmente luciendo maníaco, sin entender cómo es que Atsumu se atrevía a pisar el mismo suelo que su amigo en esas condiciones. Bokuto fue el primero en acercarse, tan fuerte e imponente a pesar de su sonrisa. Cada uno de ellos tensos a la espera.
—¿Ustedes son...?
—¡Mis disculpas! Soy Shinsuke Kita, Aran me dijo que ya podíamos pasar a verlos. Lamento la interrupción.
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Still Into You; sakuatsu
FanfictionLa relación de Atsumu y Sakusa era perfecta. Viajaron recorriendo el mundo, Sakusa vivía el gran sueño de ser cantante junto a la banda y el amor de su vida, Atsumu era tan feliz como lo era él. Su relación era tan perfecta hasta que ya no lo fue, h...