Capítulo 13

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Una duda y una verdad

Regulus ya lo había dicho. Tenía una debilidad por los mayores, así que no fue extraño que haya aceptado todo lo que le pidió Euphemia.

"Ya que estás con James." — dijo Euphemia en la llamada. — "Ven a casa, extraño a mi dulce niño de teatro."

A veces Regulus realmente no sé podía negar ante los Potter. Así que rápido cambiaron la dirección de la casa de Regulus hacia la casa de los Potter.

— No entiendo porque tú madre quiere verme si nunca fuimos cercanos.

— Claro que si. — explicó. — Siempre
pasaba tiempo contigo en el teatro.

— ¿Tal vez porque era su trabajo?

— Claro. — dijo alargando la "a" sarcásticamente. — Entonces explícame, ¿Porque se quedaba hasta noche solo contigo para mejorar tu actuación y darte más clases, mientras que a los otros niños no? Los cuales déjame recordarte, también querían llegar a la gran pantalla.

— ¿Por qué tal vez sabía distinguir el buen talento? — dijo fingiendo ignorancia.

— Eres un caso perdido. — dijo riendo.

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La historia de Euphemia y Fleamont Potter había salido de una película de Hollywood, literalmente.

Euphemia desde pequeña había estado enamorada de la actuación, el teatro y la música. Así que no fue sorpresa que estuviera en obras y películas en su juventud.

Fleamont en cambio, no tenía nada para cumplir su sueño de ser cantante. Acababa de llegar a Londres sin idea de cómo lograr su sueño.

Ninguno tenía conexión con el otro, hasta que a ambos les llegó una misma oferta.

Vaselina.

Aquella película había hecho que los padres de James se conocieran y se enamoraran. La película había explotado en todos los cines, se vendieron discos, CD y atuendos, todo lo que se podía hacer lo hicieron. La fama había llegado a los Potter y con ello su amor. Muchos medio al enterarse de su relación habían dicho que era falsa, que solo lo hacían por publicidad.

— Muchos dijeron que nuestro amor era falso y mira ahora, más de 35 años juntos y un hermoso hijo.

Euphemia seguía siendo igual de hermosa desde la última vez que la vio regulus, solo que ahora su cara era cubierta con unas leves arrugas y su pelo coronaba de canas.

— Mamá. — James fue el primero en saludar, regalándole un amoroso abrazo a su madre.

— Mi niño.

Euphemia abrazaba con todas sus fuerzas a su único hijo. Regulus siempre había amado la forma en la que Euphemia trataba a James y a los demás merodeadores. Siempre amorosa, el perfecto ejemplo de madre. Incómodo para Regulus.

— Regulus. — dijo amorosa mientras estiraba sus brazos hacia él y sabía que no se podía negar. — ¿Cómo has estado?

Y claro, familia perfecta, casa perfecta. Una casa a las afueras de Londres. Una zona solo destinada para gente importante. Estos gozaban de hermosas casas gigantes, sus propios jardines y sus propias piscinas. La casa Potter estaba llena de color — aunque claro, predominaba el rojo y dorado, — fotos en las paredes de ellos, de James, de los merodeadores en conciertos, las obras de teatro de Euphemia y por supuesto un disco de oro por las canciones de Vaselina.

— He estado bien, señora Potter.

— Claro que lo ha hecho. — habló mientras servía un poco de limonada. — "El gran Regulus Black, ganador de Óscar y Emmys." Por supuesto que te ha tratado bien la vida.

Entre el sol, la estrella y la fama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora