Capítulo 3: Clara♡

451 8 4
                                    

Tenía miedo, estaba paralizada y no sabía que hacer, ¿Estaría enojado? ¿Asqueado?; no sabía por qué, pero la idea de que se sienta asqueado por mi actitud me hacía querer llorar, mi corazón no paraba de latir, cada paso que daba solo aumentaba mi ansiedad, pero lo que hizo me dejó aún más confundida.

Él solo, me abrazó, mi mente se quedó en blanco, no sabía como reaccionar, solo pude pensar, en lo bien que se sentía. No fue brusco conmigo, la fuerza que aplicó fue la indicada, ni más ni menos; podía sentir su calor, sus latidos, y ese ya familiar aroma suyo; esto hizo que me calmara. Era extraño, era como sentirme protegida, nunca había sentido algo como esto, ¿Es así como se sienten las chicas al ser abrazadas por un hombre?

Solo fueron unos segundos, pero se sintieron eternos, entonces dijo:
—Todo está bien, no estoy enojado, solo… me sorprendió verte así — dijo mientras me soltaba. La verdad, hubiera preferido que siguiera abrazándome, pero la vergüenza me impedía decírselo.

Él se sentó en su cama antes de continuar:
—¿Cómo estás, sigues teniendo frío? — dijo, probablemente tratando de cambiar de tema, ambos estábamos muy avergonzados para tratar lo de hace un momento.
—Eh… si, ya estoy mejor, aún así, no me molestaría tomarme ese café — contesté algo nerviosa por la situación.

¿Qué me está pasando? ¿Por qué tenía que reaccionar así? ¿Acaso… la estrella no solo modificó mi cuerpo, si no también mis sentimientos hacia él? No, eso es imposible, no me puede gustar Sack, solo es mi amigo; aunque… ese abrazo… No, no pienses en eso ahora, necesitas pensar en qué hacer ahora, nadie me reconocerá en este cuerpo… espera, si mi ropa y mi cama fueron modificadas, ¿Alguien más, aparte de Sack, recordará que era un hombre? Traté de buscar mi billetera, pero parecía haber desaparecido, ahí estaba mi identificación, tampoco sabía dónde estaba mi celular.

—Oye Sack, ¿Puedes llamarme a mi celular? No sé dónde está —
—Ah, sí, claro, dame un segundo… — dijo mientras buscaba en sus contactos mi número.
—Eh… no está — esto me dejó impactada.
—¿¡Cómo que no está!? — dije casi gritando.
—No encuentro tu nombre, ¿Te acuerdas tú número? —
—Sí, era… — me costó un poco recordarlo, pero lo hice.
—Eh… ¿Estás segura de que ese es tú número? —
—Sí, ¿Por? —
—Tengo ese número agendado como “Clara♡” —

¿Qué? Esto no puede estar pasando, ¿Eso quiere decir…?
—¿Estás seguro de que lo escribiste bien? —
—Sí, llamaré a ver que pasa — después de que dijo eso, ambos hicimos silencio ante lo que podría pasar. Entonces un sonido se hizo presente a un costado de mi cama, donde una cartera negra se hizo presente, no lo habíamos visto hasta ahora, tenía un poco de miedo, pero la revisé y ahí encontré un celular. El modelo era el mismo, pero la carcasa era rosada con un diseño de flores.

Pude ver en la pantalla que salía el nombre de Sack con un corazón. El colgó la llamada, y con algo de miedo, puse mi dedo sobre el lector de huellas, y el celular se desbloqueo, sí era mi celular.

Deseos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora