🗡️ Mini maratón 2/2 🗡️Cuando abro los ojos de nuevo, estoy en una casa bastante pequeñita y rural, toda hecha de madera clara.
Estoy tumbada en un sofá y sigo algo mojada, solo que ahora tengo un paño húmedo en la frente que me ha aliviado realmente el dolor, por lo que deduzco que lo que lo tiene húmedo no es agua, si no algún tipo de invento curativo.
—¡Ah! ¡Estás despierta!
—¿Qué...?
—¡Eh! Túmbate—Me grita Gwen cuando intento incorporarme.
—¿Esta es tu casa?
—¡Que va! Mi padre me mataría si llevara a alguien allí. No, esta es la casa de un amigo.
—¿Pero tú no decías que no conocías a nadie...?
—¡Eh! ¡Tú!—Exclama una voz completamente desconocida—No hables, cacho bruta. Si te curo y tú te pones a hablar y a moverte, no hacemos nada. Tienes que descansar.
El que ha hablado es un chico que unos veinte años, algo moreno y con los ojos grises.
—¿Y tú...—intento preguntar, algo aturdida—...quién diablos eres?
—No estás en posición de preguntarle eso a alguien que te está ayudando sin saber ni tu nombre, señorita.
—Oye, pero...
—Ssh. Calla.
A continuación, el chico se acerca y quita el paño de mi cabeza para sustituirlo por un pequeño aparato. Lo pasa por delante de mi frente y luego lo retira para ver la pantallita.
—Vale—Murmura—. Ya estás mejor. El problema es que no sé de dónde demonios ha salido ese dolor tan intenso.
—Pues mira...—Digo, incorporándome—¿me creerías si te dijera que ayer tuve una pesadilla que me pareció un recuerdo así que lo dibujé, recordé que en ella había un piano, se me vino a la mente una melodía y empecé a marearme?
—Bueno, desde luego eso es algo extraño.
—Si, lo he notado, gracias. La cuestión es que no tengo recuerdos y cuando he recordado ese hoy, la cabeza se me ha puesto a doler muchísimo.
—Que raro... bueno, para empezar, ¿tienes nombre?
—Sí.
Cierra los ojos un momento.
—Y... ¿cuál es?
—No sé si debería...
—Mira, te acabo de curar, estás en mi sofá y Gwen ha dejado que le veas, así creo que es lo justo que nosotros sepamos, como mínimo, tu nombre, chiquilla.
Vaya, no está del todo equivocado.
Sí, no le encuentro fallas a su lógica.
Suspiro.
—Me llamo Blair, ¿vale?
—Maravilloso, bienvenida Blair. Yo soy Louis. Y ya conoces a Gwen.
—Bueno... Gwen, Louis es aquel chico que también te vió del que me hablaste, ¿no?
—Sí, exacto.
—¿Vives aquí solo?
—Pues sí, aunque no suelo estar por aquí mucho tiempo. Normalmente estoy por ahí.
Se encogió de hombros, restándole importancia.
—Y, ¿cómo es que nunca te he visto? Vivo muy cerquita. Por allí—Señalo la dirección.
—Bueno, es que no solemos ir esa parte de la ciudad. Suele haber muchos problemas por allí, y, como ves, no podemos permitírnoslos.
Y pensar que yo soy la culpable...
—Que va, no os preocupéis, los problemas son más en la zona de playa. Por el centro de la ciudad, no suele haber...
... porque por el centro es más difícil que no te pillen...
—¿Tú crees?
—Hombre, como que vivo allí.
Se miraron un segundo, como extrañados.
—Pues tendremos que pasarnos por allí algún día—Concluyó Louis.
Al instante, Gwen negó frenéticamente con la cabeza.
—¿Qué dices? Ya sabes que no pueden verme, idiota. Tienes que estar bromeando.
—No soy idiota, enana.
—¡Yo no soy ninguna enana!
—¡Pero si tienes diez añitos!
—¡Cállate! ¡Tengo diez y medio!
Él se pone a reír mucho más mientras ella le insulta.
Me doy cuenta de que Gwen está de verdad entrenada, se le notan los abdominales, los músculos de los brazos y de las piernas. Estoy segura de que es muy fuerte. No querría meterme con ella si no tengo armas.
Entonces, ella se acerca a mí.
—O-oye... antes te lancé una cuchilla, ¿r-recuerdas?—Se le escapa una risita nerviosa, cosa que hace que me preocupe.
—¿¡Que has hecho qué!?—Salta Louis.
—¿Cuál es el problema?—Pregunto, mirándolos confusa.
—B-Bueno... resulta que... en fin, las cuchillas estaban... ejem... bañadas en veneno, je, je.
Bueno, yo puedo beberlo, ¿no? No pasa nada.
—Eh... bueno, en realidad, yo puedo beberlo perfectamente sin que genere un problema, así que, da igual.
—Vale, eso es verdaderamente raro, recuérdame que luego te pregunte, pero ahora solo te diré que por mucho que lo puedas beber, ese era veneno de contacto, te infecta el tocarlo, no el beberlo, así que el compuesto es diferente y es bastante probable que no seas inmune a él.
Bueno, ya me he empezado a asustar, maldita sea.
—¿Se puede morir?—Gwen parece aterrada.
—Es exactamente lo que acabo de decir, si—Louis se encoge de hombros.
—¿¡Y TAN POCO TE IMPORTA!?—Le grito, con voz de monstruo.
—Si puedes beber veneno, será porque tu ADN está modificado de alguna forma. Esperemos que este modificado también para que seas inmune al veneno de contacto. Y si no, tranquila, es probable que no te mueras por la costumbre a beber veneno. Pero eso no significa que no te vaya a doler. Seguramente, te duela mucho.
—¿Y no puedes hacer nada?—Salta Gwen.
Él se queda pensativo un momento.
—Sígueme.
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Shadowy Lady
RandomEn California, la persona más temida es "Shadowy Lady". Este es el nombre con el que apodan a nuestra protagonista. En realidad, la apodan de muchas maneras: "Miss Pesadillas", "Dame Dim", "Madame Dark"... pero el que más usan, sin duda, es "Shadowy...