LA OVEJA NEGRA

006

El grupo de Dazai y Chūya no había tenido clases, por lo que sólo Ryūnosuke había asistido al Instituto y no se encontraba en casa.

El castaño visitaba a su amado y lo habían hecho con precaución, complaciendo las necesidades de ambos en esa mañana. Pero había algo que Chūya quería contarle después de darse un baño y vestirse.

Se encontraban en los sofás, mirando una película después de tal acto y de darse un refrescante baño.

—Oye, Dazai. ¿Qué opinas del bebé? Ryūnosuke está algo celoso, él... digo, ella no quiere dejar de ser importante para mí, y la entiendo. Por eso he decidido abortar. Creo que si nos deshacemos del producto volveremos a nuestra vida normal y sin problemas.

Hubo un silencio en lo que Dazai procesaba toda esa información. La idea no le había gustado en absoluto. No estaba preparado para ser padre pero sí tenía la emoción y el deseo de tener su propia familia con Chūya, y en verdad quería conocer a su hijo.

—¿Producto es como llamas a nuestro hijo?

Su voz se tornó seria y para nada agradable. Adoraba a Ryū, tanto como si también fuera su hermano mayor, pero quería a ese pequeño ser que se podría convertir en su única familia.

—O-Oye, sólo fue una sugerencia... yo sí quiero a este bebé, sólo que será difícil con Ryū...

—Tu vida y la de Ryū están unidas en una relación de hermanos, pero Ryūnosuke debe ser consciente de que ustedes dos tienen vidas distintas. Tampoco es como si la fuéramos a dejar sola. Eso nunca.

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Mientras tanto, minutos antes de que Ryūnosuke abandonara su salón de clases...

Alguien entró con una gran caja de regalo y un hermoso ramo de flores no muy extravagante pero brillante a los ojos de Ryū.

Sólo pudo descubrir de quién se trataba hasta que la persona colocó el regalo sobre el pupitre de la azabache para darle un fuerte y cariñoso abrazo de cumpleaños.

—¡Feliz cumpleaños, Ryū!

"¿Atsushi?"

Sus ojos grises se iluminaron con la sorpresa. En verdad disfrutaba ese momento con la compañía de su único amigo en el aula. Al ser hora de salida, sus demás compañeros se habían ido por lo que había paz y tranquilidad.

Atsushi se separó del abrazo algo ruborizado. Ryūnosuke era tan bonita a sus ojos. No pudo resistir a dar un tierno beso en una de sus mejillas sonrosadas.

"¿Atsushi... me besó?".

—Este es mi regalo para tí, Ryū. Espero que te guste mucho—. Sonrió.

Ryū sonrió serio, porque tenía una pregunta por hacerle.

—Nakajima, ¿por qué te agrada un travesti como yo? Todos me dicen y me hacen cosas horribles. ¿Por qué tú..?

Atsushi sujetó ambas manos de la azabache y le volvió a sonreír.

—Porque eres muy bonita y tu corazón también.