Cinco

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— ¿Hola? — pregunto a la nada, sus manos temblaban desde que escucho ese crujir en los asteroides, y cada vez se hacían más y más fuertes y veloces.

Apareció una pequeña silueta, cerca de el mirándolo fijamente con pequeños ojitos blancos, Tierra se escalofrío y siguió mirando aquel pequeño cuerpo que parecía una piedra de lo chiquito que era. Se acercó lentamente queriendo tocarlo pero se lo lo asusto, el pequeñito se abalanzó sobre el acorralándolo.

— ¡AY! ¡HE-HEY!... — Unos lentes negros pero bonitos lo miraban fijamente, Tierra estaba en shock, aquella silueta era una pequeña luna.

— ...¿Vienen contigo? — Dijo esa voz rasposa como si fuera un viejito, aún mirándolo amenazante aún que no pudiera verle la cara del todo.

— ...¿No...? — Mira a los lados confundido aún teniendo al pequeño encima.

Triton se levanta, separandose del cuerpo del grandote y empieza a irse lentamente. Tierra se apresura en ponerse en pie y empeza a seguirlo, tritón escucho está acción y frunció el ceño con fuerza para voltear a mirar al planeta otra vez, amenazante.

— ...¿Que quieres? — Esa voz rasposa le ponía los pelos de punta.

— ...¿Pue-puedes ayudarme? — se acerca juntando su cuerpo con el del pequeño "satélite"

— ...No. — Se da la vuelta de nuevo y empieza a irse.

— Por-por—...¡Por favor! Te lo ruego! — Toma el bracito del pequeño, se pone de rodillas aún tomando la mano del enano como si fuera a orar.

— ...¿Cómo llegaste aquí? — Mira al planeta con más respeto, aún teniendo su mano junta con la del más grande.

— ...es-escape... — Se toma una pausa para respirar. — Escape...de los gigantes de hielo. — El pequeño pareció abrir los ojos con impresión, no esperaba eso.

Bueno, igual ¿Quien no querría escapar de esos dos psicópatas?, debieron haberle hecho mucho daño al pobre planeta como para que llegara tan lejos, el los observó aqui con curiosidad hace un rato. Pero por culpa de los gigantes tuvo que irse lo mas rápido posible por miedo a que lo vieran y fueran por el, lo descubrieran a él y las lunas de Urano, y le hicieran daño otra vez. Los castigarán.

— ...Sígueme. — Se soltó del agarre y se fue lentamente, teniendo paciencia al planeta pues desde su vista, estaba herido.

La Tierra empezó a seguirlo algo cojo, se fue tan rápido que no se dió cuenta de los asteroides golpeándolo y ahora tenía una breve lesión en su rodilla, le dolía mucho que no quería ni caminar. Pero debía ser fuerte, para poder salir de aquí sin que lo vieran y volver con su lunita para cuidarlo, y si era necesario podría hasta cambiar de órbita solo para no verlos de nuevo.

— ...¿Como te llamas? — Voltea a ver al planeta con vida, este levanta la mirada algo sacado de onda.

— Ti-tierra... — Tritón se detiene de golpe haciendo que el planeta chocará con su espalda.

— ¡¿Y que hace un planeta con vida aquí?! —Voltea a verlo, no estaba enojado si no sorprendido de verlo aqui y todavía su vida estaba intacta O eso parecía.

— Yo...ta-tampoco lo sé... — Sus ojitos se llenan de lagrimas, No quiere hablar sobre esto.

— ...Ash. — El planeta con vida es débil, con más razón los gigantes de hielo lo atraparon, sintió asco por este pues nunca se topo con alguien así.

Pero...quizás pueda servirle.

— ¡llegamos! — Miradas de otras lunas se dirigieron hacia ellos, Titania se levantó confundida de lo que estaba pasando, frunciendo el ceño al ver al planeta con vida.

𝑷𝒔𝒊𝒄𝒐𝒍𝒐𝒈𝒐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora