capitulo 93

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Jennie se despertó y ya era de noche.

Giró la cabeza y vio a Lisa durmiendo en una silla a su lado y su cabeza estaba sobre la cama.

Ella no pudo evitar levantar la mano y acariciarle el pelo.

Lisa se agitó y se despertó.

"¿Estas despierto?"

Lisa quería levantarse y salir para llamar al médico, pero Jennie tiró de su mano y lo detuvo.

Ella sacudió la cabeza y sonrió.

"Estoy bien. No es necesario llamar al médico".

Jennie se hizo a un lado y dio unas palmaditas en la cama. Quería que Lisa durmiera a su lado.

"Ven aquí."

Lisa se quitó los zapatos y se acostó a su lado. Abrazó a Jennie y la besó en la frente.

"¿C-cómo está él?"

Jennie intentó controlar sus lágrimas.

Lisa levantó la cabeza y la miró fijamente.

"Está bien por ahora... pero... el próximo ataque cardíaco será fatal".

Los ojos de Jennie temblaron. Ella respiró hondo y asintió.

"¿Dónde está?"

"La habitación de al lado."

Lisa se apartó el pelo de la cara. Él sonrió mientras le tocaba las mejillas.

"Está bien. Yeye es un hombre fuerte".

Jennie intentó sonreír pero no pudo. Ella sólo pudo hundir la cabeza en su pecho y asentir.

Al verla así, Lisa no pudo evitar preocuparse.

¿Pero qué puede hacer?

La mujer que amaba estaba sufriendo pero lo único que podía hacer era estar con ella.

Si tan solo tuviera una manera de aliviar su dolor.

Lisa apretó su abrazo.

Unos minutos más tarde, Jennie levantó la cabeza y lo miró.

"Quiero verlo."

Lisa asintió. La sacó de la cama y la colocó en una silla de ruedas.

El cuerpo de Jennie estaba débil. No encontraba fuerzas para caminar. Lisa quería cargarla pero ella se negó. Sabía que él también estaba cansado, pero por ella estaba descuidando su salud.

En el momento en que vio a su abuelo, Jennie no pudo evitar derramar lágrimas.

Inmediatamente lo limpió todo, temiendo que su abuelo lo viera.

Respiró hondo y trató de recomponerse. Lisa le tocó el hombro, ella lo miró y sonrió mientras sostenía la mano que estaba sobre su hombro.

Lisa le dio fuerzas.

Fuerza para afrontar la verdad.

Cuando Jennie llegó a la cama, hizo todo lo posible por no mostrar ninguna debilidad frente a él.


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"Sí..."

El anciano volvió la cabeza y abrió los ojos.

"Niño... tú... *tos* *tos* ¿estás... aquí?"

Jennie logró sonreír y asintió. Ella tomó su mano y le preguntó:

LA BRUJA CEO (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora