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JONH B SE ENCONTRABA subido al tejado de un edificio en obras con una cerveza en la mano, mientras los demás se encontraban en el balcón que había un poco más abajo con vistas al mar

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JONH B SE ENCONTRABA subido al tejado de un edificio en obras con una cerveza en la mano, mientras los demás se encontraban en el balcón que había un poco más abajo con vistas al mar.

—¿Qué habrá, una caída de 3 pisos? Te doy una probabilidad entre tres de sobrevivir— dijo Pope divertido mirando hacia el moreno.

—Hmm, ¿lo hago?— soltó Jonh B después de introducir un dedo en su boca y sacarlo para ver si había viento.

—Sí, salta, mientras te dispararé— le apuntaba el moreno gracioso con un taladro.

—¿Me dispararás?

—Te vas a matar Jonh B— le dije a este después de darle un trago a mi cerveza.

—Eh, van a poner retretes japoneses con calentadores de toallas— apareció Kiara de dentro del edificio.

—Claro que sí, ¿Por qué no?— habló el rubio.

—Esto era un hábitat de tortugas, pero a quién le importan las tortugas.

—Odio las toallas frías— JJ seguía a lo suyo.

—¿Harás el favor de no matarte?— se dirigió la rizada a Jonh B.

—No derrames cerveza, no te daré otra.

Acto seguido de que JJ le advirtiera a Jonh B, este perdió el equilibrio y se le cayó la cerveza hasta el balcón.

Todos abucheamos a Jonh B debido al desperdicio de cerveza que había hecho.

—Tíos el segurata, hay que largarse— informó Pope mirando hacia la entrada del edificio.

Todos salimos corriendo hacia el interior del edificio para bajar las escaleras, salimos de la casa y saltamos la valla de madera que había en el jardín hasta llegar a la furgoneta de Jonh B.

La furgoneta arranco mientras Gary la perseguía corriendo como podía.

—Alto, ¡parad!

—Fijaos en Gary ganándose un aumento— dijo Jonh B mirando por el espejo de la furgoneta, haciendo que todos riéramos.

—Venga ya tíos, le vais a provocar un infarto— nos regañó Kie.

—Estás muy cerca, ánimo, haya va— le dijo el rubio al segurata lanzándole una cerveza.

—No te pagan lo suficiente Gary— me burlé asomada en la furgoneta al lado de mi hermano mientras me reía.

—Dejadlo ya anda— nos volvió a regañar Kie mientras nos agarraba a JJ y a mí por los hombros.

—Ohhh venga ya Kie, lo está pidiendo a gritos— rio JJ.

El resto del camino estuvo lleno de risas hasta que llegamos al Chateau, la casa de Jonh B. JJ y yo nos quedamos allí a dormir ese día, al contrario que Pope y Kie, ya que tenían que trabajar con sus padres a la mañana siguiente.

𝙎𝙀𝙈𝙋𝙄𝙏𝙀𝙍𝙉𝙊 || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora