"𝙎𝙚𝙢𝙥𝙞𝙩𝙚𝙧𝙣𝙤: aquello que durará para siempre, a pesar de haber tenido un inicio, jamás tendrá un final."
Season 1~ in progress
Season 2~
Season 3~
Season 4~
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DESPUÉS DE LA DISCUSIÓN ENTRE KIARA Y SARAH, la pouge se enfadó con Jonh B y se negaba a trabajar con la rubia, sentimiento el cual era recíproco. Por lo que ideamos un plan.
JJ, Jonh B y yo fuimos en barco hasta las marismas, mientras Pope traía a Kiara para que pudiéramos comenzar nuestro plan. Nos encontrábamos en la parte interior del barco con un compartimento abierto haciendo como que lo revisábamos cuando llegó la rizada.
—¿Qué ha pasado?— preguntó la chica mientras llegaba a nuestro encuentro.
—Pues que el alternador ha dejado de alternar— mintió mi hermano.
—No está cargando— dijo Jonh B mirando a Kie.
—¿Habéis mirado los conectores?
—Deberías comprobarlos— le dije mientras le extendía algunas herramientas que tenía en la mano.
—Si, prueba a ver— me siguió el castaño.
—Sois unos matados— bromeó la rizada.
—Lo siento— dijo JJ gracioso.
Los tres salimos corriendo del barco hasta saltar al agua dejando allí a Kie.
—¿Estáis de coña? No hay conectores— la rizada salió hasta la parte exterior del barco, dándose cuenta de que la habíamos dejado tirada.
Sarah comenzó a gritar, la habíamos encerrado en la bodega del barco, Kiara la abrió entendiendo lo que habíamos hecho.
Sarah salió de la bodega y ambas comenzaron a gritarnos.
—¿Pero que hacéis?— preguntó la rubia desubicada.
—¿Es una broma?— gritó Kiara enfadada. —¡Volved aquí cagando leches!
—¡No hasta que no solucionéis vuestras cosas!— gritó Jonh B mientras subía a la lancha.
—¡Prometo que os mataré en cuanto os pille!
—¡No podéis iros sin más!— se quejó la rubia.
—¡Hay comida en la cabina y JJ ha liado un porro!— les dije a las chicas con una sonrisa.
—¡Hidropónico!— añadió el rubio.
Sarah se tiró al agua para llegar hasta nosotros, pero arrancamos antes de que pudiera llegar, dejando ahí a las dos solas.
. . .
Me encontraba sola en casa tirada en la cama con el móvil revisando mis redes sociales cuando me llegó un mensaje de un número desconocido.
Madison, soy Rafe ¿Podemos hablar?
No voy a mentir, mi corazón comenzó a palpitar con rapidez ante aquel mensaje, a pesar de que el hecho de que el kook tuviera mi número era algo extraño. Decidí esperar unos minutos antes de contestarle.
