Storie. 1

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Jay arrojó su celular a la cama luego de enviar el último mensaje escrito:

Dejemos esto hasta aquí, no puedo seguir contigo. 

Sus lágrimas no tardaron en mojar sus mejillas cuando iba asumiendo lo que había hecho, haber terminado con la persona que dentro de cinco días cumplirían su primer año estando juntos le provocaba una presión en el centro de su pecho. Jay odiaba llorar por dos razones; la primera era debido al berreo que le provocaba, y la segunda apareció por la mañana cuando se miró al espejo.

— No puede ser...— Masculló con cierta molestia. 

Tan pronto pudo comenzó a buscar su celular entre las sábanas de su cama, pues la noche anterior no se preocupó en dejarlo en un buen lugar, aunque nunca se preocupaba de eso, una vez lo encontró debajo de la cama escribió rápidamente a uno de sus mejores amigos.

| No iré hoy, mira como amanecí

[PJay envió una foto

JAJAJ tus ojos desaparecieron

Btw, are u ok? |

Cuando salgas de clases ven a verme

Sin más dejó escapar un suspiro antes de bajar a la cocina a tomar una botella de agua, agradecía en sus adentros que Hyeri solo llegara los fines de semana y así no pudiese verlo en ese estado además de que su padre llegara hasta la noche todos los días. Dejó caer su cuerpo sobre el sofá de la sala dejando que sus pensamientos le abrumaran solo un momento pues más tarde iría a tirar a la cancha de baloncesto para despejarse, no tenía planeado dejarse envolver en la tristeza a causa de una relación que no sirvió más que para perder dinero en alguien que no valió la pena en absoluto debido a que Minhyuk solo le pedía dinero a cada momento y cuando no necesitaba de Jay lo ignoraba o era indiferente con él.

— Idiota. — Balbuceó al momento de colocarse de pie yendo a su habitación a cambiarse con ropa deportiva. 

El hambre desapareció de su estómago esa mañana que solo se centró en practicar aquel deporte en espera a que Sunghoon llegara a casa. El sudor corría por su piel protegida bajo una capa de bloqueador solar y su respiración para ese momento ya estaba agitada pero eso importaba poco, porque luego de tanto tiempo se sentía libre y genial, ya no tenía que andar preocupado de alguien inservible. 

Justo antes de tirar el balón hacia el aro su celular sonó y corrió enseguida a ver quién era alegrándose de saber que Songhoon había llegado, pues al contestar la llamada aquel solo le ordenó que le abrieran la puerta. 

Welcome, babe. — Saludó el americano a su amigo. Sunghoon siempre se preguntaba por qué la casa de su amigo era exageradamente grande cuando solo vivía Jay y su padre ahí, sin más respondió al saludo de su amigo entre risas al verle la cara. 

— No te creo, eres un desastre pero me alegra que al fin lo dejaste. — El menor palmeó la espalda de Jay adentrándose a la casa de aquel mientras se dirigían a la sala de estar.— Harvey me dijo que elevar el azúcar en sangre ayuda para aliviar la sensación, además de que te tardaste en terminar con él. — Jay rodó los ojos, no de mala manera sino que sabía que sus amigos tenían razón, él no se dio cuenta de la basura de persona con la que estuvo saliendo por casi un año entero cuando ellos constantemente le hacían saber que no valía la pena estar ahí.

Loving Love - JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora