PARTE 4

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Kim se levantó temprano, dándose cuenta en la situación en la que se encontraba, estaba abrazado a Chan. Tal vez el dormir juntos jamás fué una buena idea, sino una pésima.

Intentó liberarse como pudo, pero era obvio, no podía. Tocaba algo que siempre hacía, un pequeño empujón, nada más, nada menos.

El mayor cayó al suelo, escuchándose un fuerte golpe que esta vez, si preocupó a Seungmin.
Se levantó rápidamente para ver como Chan se agarraba la cabeza, eso debió doler.

Sintió pena, tal vez esta vez si fué demasiado. Así que hizo que se siente en la cama y rápidamente bajó abajo por un hielo para su cabeza.
Su madre cocinaba tranquilamente mientras él buscaba un pedazo de hielo para llevarlo arriba.

En cuanto lo encontró, lo tomó. Se quiso ir velozmente, pero su madre lo detuvo.

— ¿A dónde vas con eso? —preguntó.

No sabía que responderle, no podía decirle sobre Chan porque obviamente no le creería. Así que simplemente intentó encontrar una excusa buena.

— Me lastimé el tobillo cuando me levanté, mamá. —respondió y comenzó a cojear de mentira.

La señora Kim entre cerró sus ojos, desconfiando un poco de las palabras dichas por su hijo.

— ¿Con qué te golpeaste? —interrogó.

— Con la cama, estaba bailando con las canciones de DAY6 y no me fijé, me terminé lastimando.

Creyó en su declaración y siguió en la cocina haciendo lo suyo. Seungmin suspiró y se fué cojiando por las dudas hasta su habitación.

En cuanto llegó, Chan quiso agarrar el hielo para ponerlo sobre el golpe, pero ese no era el plan del menor. Le apartó la mano y él mismo puso lo frío sobre su chichón cuidadosamente.
Se sentó a un lado para poder hacerlo.

No mentiría, esto sorprendió muchísimo a Chan quien solo esperaba que le dé el hielo e hiciese todo el mismo, pero no fué así, aunque estaba más que agradecido por ese pequeño gesto.

— Perdón. —habló repentinamente.

Acaso, ¿fué una disculpa? Después de dos días siendo maltratado por él.
Sonrió dulcemente, mientras miraba a los ojos al menor quien lucía algo preocupado y decepcionado de él mismo.

— Está bien, Seungmin. —aceptó— También perdóname por haber aparecido así.

El pelinegro solo soltó una risa nasal. Y también sonrió luego de eso.
Tal vez ambos podían ser muy buenos amigos después de todo. Eso estaba Chan, siempre quería conseguir amigos, nunca logró hacerlo, porque después de todo nadie puede verlo.

Seungmin y Chan estuvieron bromeando durante el tiempo que su golpe se deshinchaba por completo.
Se rieron bastante y se conocieron un poco más.

— Bueno, ya está. Ahora me voy a estudiar, mañana tengo un examen. —sonrió para irse a sentar en su escritorio.

Chan simplemente observaria, no iba a meterse, confíaba en que el menor podría pasar el examen de buena manera.

...

Seungmin estudió durante unas horas, pero no podía concentrarse por alguna extraña razón.
Sus pensamientos se iban fuera de él, se distraía con el celular y le costaba entender algunos ejercicios que él mismo había podido hacer en un pasado.

¿Qué le estaba sucediendo?

El menor siempre fué alguien bastante aplicado en lo que hacía y estudiaba. Una persona estricta tanto en los trabajos como estudios. Pero esta vez estaba siendo muy diferente a como solía hacer.

Te deseo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora